Rosanna Costa: “Es absolutamente necesario el ajuste de la economía que vamos a tener el 2023 para que (...) converja la inflación”
Técnicamente, la presidenta del Banco Central admite que se puede hablar de recesión para la caída del PIB que prevé el IPoM de junio para Chile el próximo año, pero respecto de lo que toma total distancia es de una eventual estanflación: “No me parece”, dice. Y ello, en parte, porque reafirma que tras acercarse a 13% en los próximos meses, la inflación empezará a retroceder, ahora sí. Por lo mismo, reitera que al alza de tasas le queda poco, aunque seguirán alertas a cualquier otro shock.
Acaba de cumplir cuatro meses al mando del Banco Central (BC), y el aterrizaje como la primera presidenta de la institución ha sido vertiginoso: una inflación que no para de subir y que en mayo escaló hasta 11,5% anual, en respuesta a ello una alta dosis de aumentos de tasas, dos oficios enviados a la Convención Constitucional, un consejo renovado, varias renuncias a la institución por el cambio de gobierno, un Informe de Estabilidad Financiera (IEF), dos Informe de Política Monetaria (IPoM) y hasta un fraude es lo que ha debido enfrentar y liderar Rosanna Costa en estos pocos más de 120 días desde el 3 de febrero.
La última semana fue el turno del IPoM de junio, donde el ente rector delineó un complejo escenario económico: mientras todavía la inflación seguiría subiendo hasta cerca de 13% en 12 meses antes de comenzar a ceder, el punto medio de la proyección de crecimiento del PIB para 2023 lo llevó a terreno negativo (-0,5%), reavivando los temores de una recesión. Costa enfatiza que la economía requiere de la contracción que experimentaría el otro año para reequilibrarse y que converja la inflación, y reitera que de no haber nuevos shocks de precios, a la tasa de interés sólo le quedan ajustes de menor magnitud, tras llegar a 9% el martes.
Van cuatro meses desde que asumió la presidencia del Banco Central, ¿cómo ha sido la instalación?
-Ha sido un proceso intenso, en el sentido que están pasando muchas cosas complejas desde el punto de vista de la política monetaria, pero con mucho apoyo del staff y de los demás consejeros.
¿Qué ha sido lo más complejo, la disparada y rebelde inflación?
-La inflación es nuestro objetivo, y en este momento es un desafío importante por la complejidad del escenario. Hoy proyectamos que puede escalar a entre 12% y 13% en los próximos meses, y esos no son valores que correspondan a lo que el BC ha enfrentado todo este tiempo. Nuestro objetivo es lograr la estabilidad de los precios.
¿Cómo se ha acoplado este consejo que estrenó presidenta, vicepresidente y dos nuevos consejeros?
-Los consejeros que llegaron han sido un aporte y se han integrado rápidamente. Luis Felipe (Céspedes) no es nuevo en el BC y conoce los equipos, mientras que Stephany (Griffith-Jones) ha trabajado muy cercanamente, haciendo un análisis interno muy valorado. Todo ha resultado bastante fluido.
¿Hay un mandato de salir a hablar más públicamente para los consejeros?
-No, pero sí hay un esfuerzo por comunicar lo más en simple posible para que el mensaje se entienda y no quede sólo a nivel de expertos. Esto es muy importante con altos niveles de inflación, ya que se debe lograr transmitir a la gente lo que estamos haciendo.
En ese sentido, ¿cuál es el mensaje principal del IPoM de junio?
-El primer mensaje del IPoM de junio es que la inflación sigue siendo el gran desafío de este momento y que entendemos lo complejo que es para los hogares enfrentar el proceso inflacionario. Lo segundo, es que para ir hacia la convergencia con la meta necesitamos resolver desbalances macroeconómicos muy importantes que siguen pendientes y tomarán más tiempo. Tercero, que a este escenario ya complejo se ha sumado un conjunto de shocks de gran magnitud, mayor persistencia y la mayoría, en lo más reciente, de origen mayoritariamente externo. Por lo tanto, lograr la convergencia de la inflación en el horizonte de política exige hoy un esfuerzo adicional respecto a marzo, pero la ventaja es que el BC inició su labor tempranamente y ya ha hecho buena parte del trabajo de política monetaria. Por tanto, faltan ajustes menores de tasas en concordancia al escenario actual.
A pesar de ajustar antes que otros bancos centrales, ¿de todos modos no subestimaron la magnitud del fenómeno inflacionario?
-Es evidente que hemos tenido sorpresas inflacionarias al alza. No creo que haya un periodo equivalente con esta cantidad de elementos presionando los precios y algunos de gran magnitud. Hay varios de ellos que no estaban presentes en junio de 2021 cuando empezamos a visualizar que venía este fenómeno, fundado esencialmente en los desbalances, por lo cual hemos debido ir revisando nuestro diagnóstico.
Usted dijo que las sorpresas inflacionarias de los últimos meses se deben esencialmente a factores externos…
-Así es. Si comparamos la proyección de inflación que teníamos en marzo, con la de ahora, la diferencia responde mayoritariamente a shocks externos. Es cierto que también el consumo interno se ha mantenido más fuerte de lo previsto y es una dificultad, pero no es el cambio más importante. Lo que más está afectando son los aumentos de precios de materias primas y de alimentos, en gran medida por la guerra en Ucrania, y la tardanza en la normalización de las cadenas logísticas que persiste desde la crisis sanitaria.
No obstante ello, también precisó que todavía los factores internos explican del orden de dos tercios de la inflación en Chile. ¿Cómo llegan a ese cálculo?
-Hicimos una descomposición estructural del IPC para analizar cuál es el cambio en la inflación del primer, segundo y tercer trimestre de 2022, respecto al primer trimestre de 2021, que es un momento en que la inflación estaba en torno a 3%. El ejercicio señala que si llamamos factores internos a los factores de demanda, a las presiones de costos en bienes y servicios, y a la persistencia inflacionaria explicada por efectos de segunda vuelta, entre ellos, por indexación de la inflación, y si se incluye el efecto de la depreciación cambiaria idiosincrática: de 5,4% en el primer trimestre de este año, 3,4 puntos porcentuales (pp) serían factores internos; de 8,4% en el segundo trimestre, 5,5 pp, y de 9,4% en el tercer trimestre, 6,1 pp. Ahí lo que hay como factores externos son el efecto mayor del precio del petróleo, los alimentos importados, otras materias primas, la inflación externa y las condiciones financieras externas.
Por lo tanto, ¿no vale el argumento de que el BC ya no puede hacer mucho con su tasa, porque el grueso es inflación del exterior?
-Más allá de decir esto es interno o externo, el tema de primer orden para efectos de la respuesta de política monetaria es la persistencia de cada uno de esos shocks y el estado inicial de la economía. Cuando tienes una inflación baja y un shock transitorio afecta los precios, que frecuentemente viene del sector externo, eso se acomoda fácilmente en dos años. Pero cuando tienes shocks sistemáticos e inusuales como ahora, además más persistentes y hay una sucesión de ellos, sean internos o externos, es mucho más complejo acomodarlos en 24 meses y requieren una reacción de política acorde con ellos. Lo que hay que ponderar muy bien es esa persistencia y sus efectos en el proceso inflacionario.
Al respecto, Mario Marcel sostuvo el jueves que todas las sorpresas en materia de inflación venían de los precios internacionales, y que eso el BC no lo iba a cambiar mucho con la tasa. ¿Tiene razón?
-No sé bien qué dijo, pero déjeme referirme al fondo de la pregunta. Nosotros no vamos a cambiar los precios internacionales, vamos a acomodar el shock de ellos dentro del canal inflacionario local y sus efectos de segunda vuelta. Los efectos internos que esos shocks tienen los vamos a acomodar en dos años con la política monetaria.
¿Qué ha sostenido el consumo con una fuerza mayor a la que ustedes esperaban?
-Muy probablemente es el exceso de liquidez, pero prevemos que eso se irá agotando durante el segundo semestre.
Recién asumida en febrero, le pregunté si la inflación estaba desatada en Chile y dijo que no. Ahora llegó a 11,5% en 12 meses y podría escalar hasta 13%. ¿Sigue pensando igual?
-Efectivamente la inflación puede bordear el 13%, pero vuelvo a no usar el término desatada, porque está en proceso de convergencia hacia 3%. No es una inflación que siga escalando sin reversión y están sobre la mesa los instrumentos para que esa convergencia se dé. Obviamente evaluamos que las expectativas a dos años estén sobre 3%, pero nuestra meta es referida a la inflación, no a las expectativas.
¿Por qué si reconocen que la economía se está desacelerando más lento de lo previsto y que persisten importantes riesgos inflacionarios, se apuran en decir que los próximos ajustes de tasas serán de una menor magnitud?
-Las actuales condiciones de la economía nos indican que la tasa está pronto a llegar a niveles máximos necesarios que garantizan la convergencia de la inflación, y que por lo tanto podrían faltar ajustes, pero menores. Esos niveles consideran las condiciones actuales de la economía, pero también lo que se prevé que ocurra en el futuro, donde se ve una serie de factores que deberían colaborar en la disminución de las presiones inflacionarias. Entender esta dependencia de la trayectoria de tasas esperada al escenario macro previsto es importante. El BC siempre trabaja con un escenario y sus decisiones están condicionadas a que se cumpla o no.
Pero dado que en los últimos meses se han equivocado por amplio margen subestimando la inflación, ¿no podría pasar de nuevo, demandando una mayor tasa?
-Siempre pueden ocurrir nuevas cosas que te desvían de tu escenario base y, como siempre, habrá que reaccionar a ellas e incorporarlas en el análisis. Estamos atentos a riesgos y sensibilidades.
¿Eso significa que el ajuste de tasas en este ciclo está llegando a su fin?
-Condicionado al escenario que tenemos, las tasas actuales son coherentes con la convergencia de la inflación y de faltar ajustes, son de magnitudes menores. Este escenario es el mejor que podemos diseñar y todas las expectativas señalan que el proceso inflacionario va a ser declinante.
De acuerdo al corredor de tasas que plantearon en el IPoM, ¿en su escenario central la TPM llegará hasta 9,5%?
-El escenario base no es necesariamente la mitad del corredor.
Pero también tienen un máximo de 10,5%.
-El corredor tiene un límite superior de 10,5%. Ahora, yo más que nombrarlo como el límite superior o inferior, insisto que son acordes a los escenarios de sensibilidad y entregan información referida a ellos sobre los desvíos plausibles de la tasa.
¿El BC debe cuidar el no profundizar innecesariamente la contracción que tendrá la economía en 2023, con un alza excesiva de la TPM?
-El BC debe tener cuidado de no equivocarse en cualquiera de las dos direcciones con la tasa. Cuando aplica una tasa demasiado baja para lo requerido, podría estar sumando riesgos de inflación que pueden ser aún más costosos de reducir en el futuro. En caso contrario, podría llevar a un sobreajuste, que también tiene costos. Hay que sopesar ambos riesgos.
¿Qué prevén que ocurrirá para que la inflación baje de un peak de 13% este año, a cerrar en 2,7% el 2023?
-Por una parte, van a ir disminuyendo algunos de los precios volátiles externos que han tenido un efecto importante en la inflación. Por otro lado, se van a ir cerrando las brechas de actividad que tiene nuestra economía, pasando desde niveles muy positivos a ser levemente negativas, lo que va a ir empujando el proceso inflacionario a la baja. En esto va a contribuir una política fiscal más coherente con la capacidad de mediano plazo del país, la ausencia de nuevos impulsos masivos a la demanda y, por cierto, se suma el efecto de la política monetaria que va a estrechar las condiciones financieras y la situación externa que también las está apretando un poco.
¿No es excesivamente optimista esa proyección, porque con la misma información el mercado ve la inflación más arriba el próximo año?
-Yo la veo como realista a la luz de los ejercicios que hemos hecho internamente, una y otra vez.
El BC subió ligeramente la estimación de crecimiento del PIB para este año, pero para 2023 la bajó a entre 0% y -1%. ¿Prevén una recesión para Chile el próximo año?
-Técnicamente se puede hablar de recesión, porque habrá varios trimestres consecutivos con crecimiento negativo respecto al previo. Ahora, lo que hay detrás de eso es que estamos haciendo que el nivel de actividad, que estaba totalmente sobredimensionado respecto a la capacidad potencial de la economía, se acomode a niveles sostenibles recuperando los equilibrios macroeconómicos. Es absolutamente necesario el ajuste de la economía que vamos a tener el 2023 para que la actividad llegue a niveles sostenibles con su potencial y que las brechas se reviertan para que converja la inflación. A este objetivo debiesen concurrir todas las políticas de mayor impacto.
¿Y la posibilidad de caer en una estanflación si junto con lo anterior no retrocede la inflación?
-A mí no me parece, porque considero que la estanflación es un escenario en que la inflación permanece alta en el tiempo, en general por falta de una acción clara de la política monetaria, con una economía que no tiene capacidad de salir del proceso de estancamiento en que está. Lo que nosotros tenemos es un proceso distinto, en el cual estamos corrigiendo la inflación por la vía de llevar la actividad a niveles sostenibles. Para mí no son equivalentes.
Que ya exista un borrador de nueva Constitución y se acerque el plebiscito, ¿cierra la incertidumbre asociada a ese tema?
-Siempre he dicho que este cierre, cuando se produzca, va a dar algunas respuestas, pero van a quedar otras pendientes, porque tiene que traducirse en leyes en muchas materias, en jurisprudencia en otras. Todos sabíamos que era más largo que sólo la fecha de la Constitución. Pero habrá algunas definiciones sin duda. Es un proceso largo.
En cuanto a la labor del gobierno, ¿cree que el ministro Marcel será capaz de sacar adelante las reformas sin dañar demasiado a la economía?
-Yo espero que las reformas que se implementen sean beneficiosas para el país. El ministro va a tener la pausa necesaria y la mirada de conjunto de los efectos de cada una de las reformas y se van a ir coordinando unas con otras y con medidas de productividad que canalicen todos estos esfuerzos en beneficio del país.
Es compatible aumentar la productividad en 1,5% anual como planteó el Presidente Boric, con elevar los impuestos, incrementar el tamaño y funciones del Estado y reducir la jornada laboral?
-El objetivo en sí es desafiante, así que es bien importante ver lo que hay detrás de esta meta.
Nueva Constitución y facultad del Congreso de pedir destitución de consejeros: “No me sentiré coartada para tomar decisiones”
¿Cómo evalúan el texto que quedó sobre el BC en el borrador de nueva Constitución?
-Nosotros sólo nos referimos al borrador de la Constitución a través de canales oficiales. Hicimos tres veces los comentarios correspondientes, la tercera, a petición de la propia Convención. En todos los casos expresamos los pros y contras que veíamos de acuerdo a la experiencia histórica y comparada de otros países.
¿Consideran que fueron recogidos sus comentarios?
-Algunos fueron considerados, y otros no, porque no tenían por qué ser atendidos todos, pero son todos conocidos.
¿Creen que salió intacta la autonomía del BC de este proceso?
-El debate confirmó que hay un amplio reconocimiento a la autonomía del BC, lo que valoramos mucho, pero el texto no es idéntico al actual, hay variantes que comentamos en los canales formales. Ahora, la autonomía también se fortalece con el respaldo transversal que ha tenido este carácter.
Cuando partió este proceso, un elemento que inquietaba era que los consejeros pudieran ser acusados constitucionalmente, lo que no prosperó. ¿Es suficiente eso para decir que no se tocó la autonomía del BC?
-Hay elementos en la Ley Orgánica vigente que permiten la destitución de los consejeros. Hay cambios relevantes en el nuevo texto propuesto y vamos a trabajar con esa institucionalidad, si así se aprueba.
Lo que sí quedó en el borrador es que también el Congreso podrá pedir ahora la destitución de los consejeros, con definición de la Corte Suprema. En lo personal, ¿la coartará eso en sus decisiones?
-No. El BC es una institución técnica y vamos a seguir operando en ese ámbito. Eso es lo que señala, además, el borrador de la nueva Constitución. Y yo no me sentiré coartada para tomar decisiones en este plano que dice que somos un órgano técnico.
El que se establezca que el BC deberá considerar nuevos factores en la adopción de sus políticas, como el empleo, ¿dista mucho de lo que hace hoy?
-El texto es claro en señalar que el foco de nuestra acción es la estabilidad de precios y el normal funcionamiento de los pagos, y eso es algo bueno. A diferencia del texto actual, sitúa explícitamente esta labor dentro del objetivo más general de buscar el bienestar de la población, algo que ha estado siempre en el centro de nuestras preocupaciones, y menciona una serie de temas que deben ser considerados. El BC tiene hoy un marco de política monetaria que toma en cuenta varios de esos elementos. Por ejemplo, hace un tiempo, cuando revisamos los parámetros estructurales, fuimos los primeros en poner la inmigración como un factor importante para la evaluación de la toma de decisiones del BC; lo mismo con el mercado laboral. Esas consideraciones podrían ser más explícitas en la descripción, pero no son elementos que no miremos para tomar las decisiones de política monetaria.
Pero ahora se incorpora el medioambiente, por ejemplo.
-El medioambiente, de alguna manera, ya lo hemos venido incorporando en nuestra matriz de trabajo, en la medida que veamos, por ejemplo, que genera riesgos para el sistema financiero que no estén siendo debidamente internalizados. No somos una institución que no mire el entorno, porque nuestras decisiones se basan en el panorama macroeconómico general, que está determinado por una serie de factores.
¿Y en cuanto a “tener presente la orientación general de la política económica del gobierno”?
-Hoy la Constitución ya dice algo que va en esa línea y el BC lo hace.
Por lo tanto, lo que está en el nuevo texto…
-No es algo que veamos como fundamentalmente distinto. En ese sentido, el BC sigue siendo un órgano técnico y autónomo.
Subieron a siete los consejeros: ¿ayuda eso o puede entrampar?
-En el oficio que enviamos a la Convención decimos que tiene a favor poner más elementos de juicio y tiene como costo dificultar los acuerdos, lo que puede ser mayor en periodo de crisis, por lo que hay que balancear ambos.
Al desaparecer la ley orgánica constitucional del BC, los cambios a su normativa se podrán hacer por leyes de mayoría simple. ¿Ve un peligro ahí?
-Muchas leyes se van a poder cambiar por ley simple, no corresponde pronunciarme sobre eso.
¿Qué valoración hace del borrador constitucional, más allá de lo del BC?
-Yo tengo una evaluación, pero es personal.
Su antecesor, Mario Marcel, dijo que iba a votar Apruebo en septiembre.
-Yo soy una autoridad de un órgano autónomo y técnico, por lo que no me corresponde plantear mi visión personal.
Fraude al BC: hay gestiones externas y pago a consultora RVK “está pendiente”
El sábado 21 de mayo, el Banco Central informó de un fraude del que había sido objeto y frente al que interpuso una denuncia ante el Ministerio Público. Se trata de la suplantación en el pago de US$ 205 mil a la consultora estadounidense RVK por servicios prestados en 2021. Esta firma asesora al Ministerio de Hacienda en la selección de administradores externos, así como en otras materias relacionadas con los fondos soberanos chilenos, respecto de los cuales el instituto emisor es el agente fiscal.
¿En qué división del BC radica esta agencia fiscal que fue defraudada?
-La división donde está radicada la agencia fiscal es la de Mercados Financieros (dirigida por Paulina Yazigi y la que a su vez depende de la gerencia general del BC, a cargo de Beltrán De Ramón) y el proceso involucra varias etapas. Este es un contrato que no tiene que ver con las inversiones de los fondos soberanos, sino con servicios complementarios como asesorías tributarias y selección de gestores de fondos, entre otros.
¿Cuál es el rol del BC?
-Nosotros gestionamos el contrato en nuestro rol de agente fiscal. Esta es una asesoría que ayuda al Ministerio de Hacienda en la selección de quienes manejan los fondos afuera. La cartera en que se invierten los fondos soberanos la mandata Hacienda. Nosotros, como agente fiscal, gestionamos una parte de la cartera y la otra lo hacen gestores de fondos externos.
¿El BC ya le pagó a la firma RVK los US$ 205 mil defraudados?
-Estamos en un proceso en el cual no sólo hay una investigación local, sino que también hay una gestión externa y, por esa razón, no hemos dado muchos más antecedentes, para no entorpecer su éxito. Nosotros hicimos el pago que todo el mundo conoce al suplantador, y estamos buscando la forma de recuperar esos fondos con gestiones en el extranjero.
Por lo tanto, ¿el pago a RVK no se ha ejecutado?
-Ese pago está pendiente.
¿Y habrá acciones legales contra ese agente por no advertirles, apenas ellos supieron, que eran objeto de intentos de suplantación?
-Al respecto, sólo puedo reiterar que estamos haciendo gestiones externas para la recuperación de esos fondos. Todas las que sean necesarias.
Si no logran recuperar los fondos, ¿pagará el BC con su patrimonio?
-Paga el BC si hay pérdidas, pero por ahora éstas son potenciales.
¿Al interior del BC se está revisando qué pasó y habrá cambios en los chequeos de pagos?
-Hay chequeos y contrachequeos en el BC permanentemente, pero todo es perfectible. Estamos en un proceso de análisis administrativo interno que aún no concluye, en el que se están viendo las responsabilidades, y cuando eso esté cerrado, en la medida que no entorpezca el proceso, se dará a conocer.
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