La rotación laboral es una variable que, dependiendo del contexto en que se desarrolla, puede ser leída de diferentes maneras. Sin embargo, la realidad es que en la coyuntura actual por la que atraviesa el país, el menor dinamismo de este indicador resulta más bien una señal negativa desde el punto de vista de la afectación que ha sufrido el mercado del trabajo en el lapso intermedio entre la crisis social del 18 de octubre y la del Covid-19.

El diagnóstico es sencillo, las cifras lo demuestran y los expertos advierten sobre esto. El mercado laboral está bajo presión, la creación de nuevos empleos es acotada y por ende la oportunidad de cambiar de un trabajo a otro también es reducida, y es justo el análisis que aterrizó la empresa reclutadora Randstad en el último informe correspondiente al primer trimestre de 2020.

El informe trimestral “Workmonitor” arroja que, en ese período, la rotación laboral cayó 4,8 puntos porcentuales en doce meses hasta ubicarse en 21,9 puntos. Con esto, Chile se posiciona como el tercer país en el que más descendió este indicador, superado solamente por Canadá, con -7,9 pp, y Portugal, con -5,9 pp.

Si se compara con otros países de Latinoamérica que participan en el estudio, Chile también es el que exhibe mayor profundidad en el descenso, le sigue Brasil (-0,5pp). Mientras que la mayor alza la mostró México con (4,0 pp), seguido por Argentina con (0,8 pp).

El nivel anotado en el primer trimestre de 2020 se inscribe como la mayor caída desde el 2015 cuando en el igual periodo descendió 10,9 pp.

Estos datos, si bien no son comparables, marcan un punto de alerta sobre el mercado del trabajo. Sobre todo, si se mira la tendencia consolidada de alta rotación laboral que exhibía el país normalmente. A modo de ejemplo, en 2016 Chile se posicionaba como uno de los países con mayor rotación laboral de la OCDE (37%), según señalaba el Informe de Política Monetaria de junio de ese año, donde precisamente se analizaba la rotación promedio en los trabajos chilenos en el período 2005-2014.

Para el director de Randstad Professionals, Felipe Lagos, “esto se debe principalmente a que hoy existe una muy limitada creación de puestos de trabajo, ya que gran parte de las compañías congeló sus procesos de contratación de personal en el marco de la desaceleración económica provocada por la crisis mundial”.

Mayores variaciones

Durante este período, el descenso más considerable en rotación laboral se dio entre las mujeres, con una baja de 7,3 pp; mientras que en los hombres registró una caída de 2,2 pp.

Por edad, en tanto, el indicador se derrumbó considerablemente en el segmento con más movilidad histórica, es decir, en los profesionales de 25 a 34 años pasando de 36,8% a 24,5%, con -12,3 pp. en un año. En orden de caída le sigue el tramo de 35 a 44 años con -8 pp y luego el de 18 a 24 años con 4,1 pp.

Sin embargo, un cambio de tendencia exhibió el grupo que concentra a los mayores de 55 años, el que creció 1,6 pp y entre los colaboradores de 45 a 54 años tuvo un alza de 0,9 pp.

La variación de estos subindicadores se explica porque el principal agente gatillador para cambiar de un trabajo a otro en Chile, son las mejoras contractuales, y “como hoy no está dado el contexto para que se presenten todas las variables, la rotación laboral se vio estancada” sugiere Lagos, como otros de los factores implícitos en la menor movilidad.