A contar del jueves 10 de diciembre, todas las comunas de la Región Metropolitana retroceden a Fase 2 del plan Paso a Paso, lo que significa que el Gran Santiago estará en cuarentena durante los fines de semana.
Sin embargo, el gobierno realizó cambios en los protocolos del rubro gastronómico para autorizarlos a funcionar bajo las reglas que regían en Fase 3. Así, si antes se prohibía la atención de público en bares, restaurantes y cafés en Fase 2, ahora la autoridad definió que todos estos recintos podrán abrir pero solo sus terrazas, con una duración máxima de dos horas por persona en el lugar.
Además, deberán contar con una distancia de al menos dos metros entre las mesas del recinto. Mientras que en Fase 3 podrán abrir dentro del local y con 25% del aforo.
En concreto, los locales podrán recibir clientes, siempre y cuando lo hagan en sus terrazas y espacios abiertos, de lunes a viernes, por lo que los fines de semana deberán cerrar sus puertas.
Pese a ello, el anuncio fue un balde de agua fría para la Asociación Chilena de Gastronomía en Chile (Achiga). Sostienen que no tienen responsabilidad en el aumento de contagios y que cumplieron todas las medidas establecidas en los protocolos.
Tras varios meses cerrados, en las últimas semanas la actividad del rubro había comenzado a normalizarse. No obstante, ahora el gremio afirma que nuevamente muchos empleos están en peligro, dado que no todos los locales cuentan con terraza y porque, además, gran parte de los ingresos de aquellos restaurantes que dependen del turismo se concentran en estos meses de verano.
“A nosotros esto nos pega, es un sector que estaba recién empezando a levantarse y tiene que retroceder. Pero, además de sentir este golpe, nos pasa que pensamos que no tenemos ninguna responsabilidad en los aumentos de contagio, al contrario, fuimos un rubro sumamente responsable, que generó protocolos que se han cumplido y por otras actividades de la economía y también actividades informales que ocurren, estamos retrocediendo y, finalmente, de nuevo los restaurantes tienen que pagar los platos rotos de tener que restringir su aforo y en el caso de los que no tienen terrazas no van a poder funcionar”, señala Máximo Picallo, presidente de Achiga.
El factor Trabajo
“Empleo que se estaba recuperando se va a volver a perder y esto en el estado de ánimo general es bastante negativo, por lo tanto, esperamos que ojalá sea una medida sumamente acotada en el tiempo, que no se alargue más allá de un par de semanas, porque si no el impacto en el empleo va a ser gigantesco, la subsistencia de los locales, en el caso de todos los locales que tienen foco en el turismo en estos próximos tres meses se juegan quizás el 60% al 70% de los ingresos del año, así que es sumamente complejo”, añade el dirigente gremial.P