Los chilenos Cristóbal Valenzuela y Alejandro Matamala se fueron a estudiar a la Gran Manzana. Pero no se conocían hasta que hace unos cuatro años, cuando coincidieron en un programa de la Escuela de Arte de la Universidad de Nueva York. “Básicamente estuvimos investigando y trabajando en temáticas relacionadas a la inteligencia artificial aplicada a la creatividad”, dice Cristóbal.
La culminación de ese proceso fue la creación de Runway el 2018, startup que desarrolla herramientas digitales para la industria creativa (cine, música, gráfica, etc.) y que aparte de Cristóbal y Alejandro, tiene como socio fundador al griego Anastasis Germanidis, quien también fue compañero en el postgrado.
Hace menos de un mes hicieron noticia por haber cerrado una ronda de inversión “Serie A” por US$8,5 millones en EE.UU. -con lo que alcanzaron una financiación total de US$10,5 millones-, nuevo capital que le permitirá a la empresa, con oficinas en Brooklyn, el inicio de su siguiente fase de crecimiento, profundizando en sus equipos de investigación e ingeniería. Incluso, sin pelos en la lengua, sus creadores declararon que quieren competir con la gigante de esta industria: Adobe.
Pero hagamos un flashback. Antes de ir a vivir a Norteamérica, Cristóbal estaba trabajando en la Escuela de Diseño de la Universidad Adolfo Ibáñez, mientras que Alejandro tenía una editorial y un par de startups. “¿O no?”, le pregunta Cristóbal a su partner durante la entrevista en Zoom. Ambos están en Nueva York, pero en diferentes lugares. Encerrados por la pandemia. “Así es. Tengo una editorial de libros de arte en Chile y aparte estaba trabajando en una startup que había fundado hace poco, un marketplace de dentistas”, responde Alejandro.
Ambos tenían claro el boom de la Inteligencia Artificial (IA) que ya estaba instalado y se preguntaron: ¿cómo aprovechar estos algoritmos para la creación de imágenes y videos? Especialmente debido a la gran cantidad de datos que han creado empresas como Google, Facebook y Yahoo. “El objetivo fue entonces, tomar esos mismos principios matemáticos y aplicarlos a áreas creativas, a los videos, imágenes, a la industria del cine, del diseño, del periodismo. Cualquier artista que quiera hoy trabaja -por ejemplo- con Photoshop”, señala Cristóbal casi como una declaración de principios.
Los tres socios se pusieron a investigar, mientras trabajaban y estudiaban en la universidad. Entonces, se les acercaron un par de inversionistas y lograron cerrar una primera ronda de inversión en diciembre de 2018 por US$2 millones de la mano de Amplify Partners, con la participación de Lux Capital y Compound. Todos fondos de venture capital de NY y San Francisco, quienes también se pusieron para la segunda ronda de hace una semanas atrás. “De hecho, la cerramos justo cuando estábamos en Canadá presentándonos en una conferencia de IA”, recuerda Alejandro. Y enero de 2019 comenzaron las operaciones. “Han sido solo dos años, pero ¡parecen 30!!, dice Cristóbal.
Incluso, antes de comenzar con su startup, los dos chilenos habían firmado un contrato de un año para trabajar de investigadores en la Universidad de NY. Pero tuvieron que cancelarlo y dedicarse full time a su empresa.
“Tenemos clientes de varios lados”, dice Cristóbal. “Tanto marcas grandes, como usuarios individuales. Queremos que este tipo de herramientas sean más accesibles”, agrega. Su modelo de negocio es un cobro por licencia, que, dependiendo del uso del software, está en cerca de US$12 mensuales. Aunque parte de la plataforma también se puede acceder gratuitamente y utilizar 100% online.
Hoy, lo que ellos denominan como “la comunidad de usuarios de Runway”, incluye diseñadores, cineastas y otros profesionales creativos dentro de empresas como R/GA, New Balance, Google e IBM. Además, esta tecnología ha sido adoptada por varias universidades como la de Harvard, NYU, RISD y el MIT. En tanto en Chile, la UC, la UAI y la UDLA han incorporado la plataforma en sus escuelas de diseño, animación y arquitectura.
“Tomamos todos los principios de creación de los mismos software que encuentras en Adobe y lo hacemos extremadamente fácil y rápido, para cualquier persona y con modelos de IA. Tomamos bases muy complicadas, sistemas muy complejos y lo hacemos muy fáciles para que cualquier creador los pueda ocupar. Ese creador puede ser un cineasta trabajando en una película para Hollywood, hasta alguien trabajando en un video para Instagram o YouTube”, explica Alejandro.
Con la Serie A en el bolsillo, esperan seguir expandiéndose a nivel mundial. La estrategia es entregar la plataforma a más y más profesionales del arte, diseño y disciplinas afines para hacerse más conocidos. Incluso, proyectan una facturación de entre US$1,5 millones y US$2 millones para los próximos 24 meses.
Y con respecto al punto de equilibrio, Cristóbal responde: “El modelo de muchas empresas de medios o de tecnología como la de nosotros, apunta a un crecimiento de muchos años a base de consumidores y creadores, para así lograr después una monetización”. Y el objetivo es llegar a 200.000 usuarios para en los próximos dos años.