Este jueves se llevó a cabo la Junta de Accionistas de SAAM [SM SAAM], donde los directivos de la empresa trazaron las prioridades para la compañía, con especial foco en su división de remolcadores. Además se aprobó el reparto de un dividendo histórico.
“La seguridad como valor transversal, un servicio de excelencia y la expansión internacional son los tres objetivos que guiarán nuestra gestión en los próximos años. Estamos trabajando para ser líderes globales en el proceso de consolidación de la industria de remolcadores, donde ya somos el principal actor en América”, dijo en un comunicado el presidente de SAAM, Óscar Hasbún.
Además, destacó que la venta de SAAM Ports y SAAM Logistics a Hapag-Lloyd, valorada en US$ 1.000 millones, permitirá cimentar esta proyección para los próximos años. La transacción está a la espera de las aprobaciones de las entidades regulatorias y se espera pueda cerrarse a fines del segundo trimestre o principios del tercero.
“Para la segunda parte del año esperamos un mayor dinamismo en la economía global, pero seguimos atentos a la trayectoria de la inflación que impacta en nuestros costos y por lo tanto en nuestros márgenes”, agregó Hasbún.
Por otro lado, la compañía planifica inversiones por US$ 315 millones para 2023, que se destinarán a crecimiento orgánico e inorgánico, lo que incluye el cierre de la compra de Starnav (Brasil) y Pertraly (Ecuador) y las inversiones en curso en San Antonio Terminal Internacional.
La Junta de Accionistas aprobó el reparto de un dividendo definitivo por un monto total de US$ 48.176.653,80. La cifra representa el dividendo más alto entregado en la historia de la compañía.