Nadie quedó indiferente y tampoco hay lecturas únicas. Así se recibió la propuesta del presidente de RN Mario Desbordes en La Tercera de retirar de la Reforma Tributaria el artículo de reintegración, con miras a destrabar la iniciativa y avanzar en las materias en las que hay acuerdo.
La primera respuesta vino del gobierno. A la salida del Comité Político, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, sentenció que "la integración es una parte central de nuestro proyecto de modernización tributaria" y calificó a la iniciativa en su conjunto como "absolutamente esencial para que tengamos un despegue de la inversión, del crecimiento, del empleo" (ver página 6 y 7 de La Tercera).
En la misma línea, su par de Segpres, Gonzalo Blumel, agregó en Radio Duna que "hay que ser más optimista. Cuando votamos en la Comisión de Hacienda el proyecto tributario, lo aprobamos con un acuerdo que incluye la integración".
Más tarde y lejos de desdecirse, el propio Desbordes reafirmó sus dichos. "Soy diputado y presidente de un partido, no soy funcionario de gobierno", negando reclamos.
Desde la UDI, la reacción fue mixta. Mientras su presidenta, senadora Jacqueline van Rysselberghe, sostuvo que "es legítima su opinión, pero no era la mejor oportunidad", los diputados gremialistas de la Comisión de Hacienda no fueron tan amables. "Hacer comentarios sobre la negociación al final entorpece el trabajo del gobierno", acotó el diputado Guillermo Ramírez, mientras que su par Patricio Melero señaló que acceder a la propuesta "significa perpetuar una inequidad injustificable".
Menos tajante, el jefe de bancada de RN, Alejandro Santana, sostuvo que "hay espacio para avanzar en la reintegración", no obstante reconocer inquietud por los plazos para ésta.
En la oposición, también recogieron el guante del debate. El senador Francisco Huenchumilla (DC) sostuvo en Twitter que la propuesta "abre un camino: no a la integración de las grandes empresas y sí a las pymes", mientras que los diputados de la comisión de Hacienda, tras reunirse ayer para acordar cómo votarán el miércoles la reforma, acusaron improvisación del Ejecutivo.
"El gobierno nos acusa de obstruccionismo cuando son ellos los que están improvisando", sostuvo el titular de la instancia, diputado Daniel Núñez (PC), y agregó que buscará conversar con Desbordes para analizar si se puede avanzar en su propuesta, en línea con lo que señaló Manuel Monsalve (PS). "Si RN está de acuerdo y hay transversalidad, deberíamos planteárselo al gobierno", remarcó.
Los expertos
Desde la perspectiva técnica, tampoco hay consenso. Según Rodrigo Benítez de BDO, que la propuesta venga del oficialismo no es menor, "aunque habría que ver cuánto piso tiene". Ahora bien, dada la amplitud de la iniciativa "quizás habría que tomar una definición y ver proyectos individuales. Dejar la discusión al todo o nada, cuando hay temas urgentes que resolver, como la boleta electrónica o la depreciación, es un riesgo muy alto", dijo.
Opinión que no comparte Soledad Recabarren, de Recabarren y Asociados. "Separar el proyecto es tirar la toalla. Si fraccionamos el proyecto, en dos años más otro gobierno deberá hacer una nueva propuesta tributaria porque aquí hay elementos que se deben abordar. Eso equivale a decirle al mercado que la inestabilidad jurídica se va a mantener".
Desde la arista económica, Tomás Izquierdo de Gemines no solo concuerda con Desbordes, sino que plantea retirar el proyecto completo. "No puedes porfiar y darte cabezazos contra la pared para terminar con una reforma que va estar muy lejos de lo que se pensó", sostuvo.
En tanto, el exsubsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, respaldó la propuesta del timonel de RN. "El gobierno debe ser realista y enfocarse en aquellos proyectos en los cuales existe más consenso y que tienen una urgencia mayor. Debe priorizar pues el tiempo y el capital político que tiene no es infinito", sostuvo.