En marzo debe comenzar a regir un nuevo salario mínimo. Esto porque la fórmula acordada en la negociación de 2018 se estableció una fórmula plurianual, la cual incluía que en marzo de este año un reajuste de 2,5% real si es que la economía crecía hasta 4%. Ese escenario se está cumpliendo, ya que las perspectivas de crecimiento para el año en curso fluctúan entre 1% y 1,3%.
Bajo este escenario, el salario mínimo llegará a $319 mil bruto, ya que al 2,5% hay que sumarle la inflación acumulada en 12 meses, que hoy está en 3,5%.
Esta alza en el salario mínimo fue negociada en septiembre de 2018, cuando las perspectivas para la economía chilena distaban mucho de las actuales. De hecho, en ese entonces, las estimaciones del Banco Central para el PIB 2019 estaban en torno a 3,8% y para 2020 en 3,3%. El año pasado el crecimiento terminó siendo de solo 1,2% y, para el presente ejercicio, las proyecciones apuntan a un alza entre 1% y 1,3%, es decir, menos de la mitad de lo que crecerán los salarios.
Este aumento salarial se registra, además, en medio de un mercado laboral más debilitado, producto de la crisis social.
Esta alza podría generar debate en la discusión del ingreso mínimo garantizado, ya que el nuevo salario mínimo quedaría mucho más cerca de los $300 mil líquidos que propone el gobierno en la iniciativa.
Qué dice la ley
Esto, porque en la ley vigente se estableció que "a contar del 1 de marzo de 2020, el monto del ingreso mínimo mensual para los trabajadores mayores de 18 años de edad y de hasta de 65 años de edad se reajustará y elevará sobre la base del ingreso mínimo mensual vigente al 29 de febrero de 2020, ($301.000) de conformidad con la proyección de crecimiento del PIB de acuerdo a los siguientes porcentajes: En caso de que el PIB tenga una proyección de crecimiento, para 2020, de hasta un 4% anual, el ingreso mínimo mensual se reajustará en un 2,5% real sobre la base del ingreso mínimo mensual vigente al 29 de febrero de 2020; y en caso de que el PIB tenga una proyección de crecimiento superior al 4% anual, el ingreso mínimo mensual se reajustará en un 2,5% real sobre la base del ingreso mínimo mensual vigente al 29 de febrero de 2020, aumentado en los mismos puntos porcentuales en que el crecimiento exceda dicho 4%".
Este monto tendrá vigencia hasta el 1 de septiembre y, por ello, en agosto se espera que el gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) se sienten a negociar una vez más. Si bien todavía restan siete meses, la situación país hará que el debate comience antes.
De hecho, los economistas ya anticipan un estrecho margen para que el incremento salarial, considerando que la economía crecerá en torno a 1% en 2020 y que la productividad de mantendrá estancada. Por ello, proyectan el reajuste debería estar entre 0% y 2,5% real.
Para la economista y académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, "lo prudente sería un aumento moderado del salario mínimo, ojalá en torno a la inflación y no mucho más que eso". Esto porque, su juicio si el ajuste es muy pronunciado "aunque se benefician los que están trabajando, los más perjudicados son los que no tienen trabajo". Por eso, Cifuentes apunta a que el reajuste debería considerar una fórmula predefinida "para que esto no tenga que someterse a una discusión que termina convirtiéndose en una disputa política cuyos costos pagan otros".
Patricio Rojas, economista de Rojas & Asociados, es uno de los que cree que la discusión va a ser compleja. En sus cálculos señala que el reajuste podría ser de 1,8% real.
Por su parte, el economista de Gemines, Alejandro Fernández, puntualiza que "un alza más significativa del salario mínimo puede acentuar el deterioro en el mercado del trabajo para los menos calificados". Por eso, estima que debiera subir poco. "Algo así como la inflación acumulada desde el último reajuste, es decir, alrededor de 3% nominal". Del lado más optimista, Tomás Flores de Libertad y Desarrollo cree que el reajuste debería ser 2,5% real. Asimismo, cree que el porcentaje debe seguir asociándose al crecimiento del PIB.