El Covid ha provocado un cambio en la perspectiva de salud mental de los entornos laborales, transformándolo en algo totalmente transversal y, sobre todo, visualizándolo. La ironía de esto, es que el aumento de la preocupación de las compañías por este tema se ha producido mientras los trabajadores se encuentran en sus casas, batallando con una nueva realidad donde la vida familiar y lo laboral han estado más entrelazados que nunca. Donde la palabra teletrabajo se hizo absolutamente realidad, a la fuerza.

Para hacerse una idea, según un estudio de la OMS publicado el año pasado, la pandemia había provocado un aumento de trastornos de salud mental y, como consecuencia, los servicios esenciales habían quedado paralizados en el 93% de los países del mundo debido al aumento de la demanda de este tipo de atención.

Según Alfonso Ochoa, country manager de DNA Human Capital, si antes se tomaba la salud mental desde los factores higiénicos y también hacia factores externos, más que nada hacia las jefaturas, hoy se ve la salud mental en los factores internos del trabajador. “Ya no es trascendente el computador que tiene la persona o si tiene ruido o no en su entorno, sino que hoy se aborda desde cómo él está posicionado ante lo que le está pasando, cuánta conciencia tiene de ello y cuáles son las herramientas o medidas de empoderamiento que utiliza frente a lo que está pasando, más que enfocarlo en otro”, indica Ochoa.

Incluso, el especialista comenta que hay una preocupación por parte del área de Recursos Humanos, de mantenerse cerca de los colaboradores “para cuando les pasen cosas, con problemas derivados del teletrabajo, de la falta de acompañamiento o de soledad. Se ha visto una tensión generalizada en las personas, un estrés que ha afectado a todos debido a la incertidumbre generada por la crisis sanitaria en todos los ámbitos de la vida diaria”, agrega.

Para Karina Pérez, directora asociada de Robert Half Chile, “la tendencia que observamos a raíz de la pandemia es que se produce una mayor incidencia de profesionales que presentaron algún tipo de problema relacionado con su salud mental. De hecho, se ve reflejado un cambio en relación a los beneficios ofrecidos por las empresas, donde la asistencia médica o los seguros complementarios de salud van en alza como algunos de los beneficios más valorados por los trabajadores. Y por el lado de los ejecutivos, la salud mental de los trabajadores es uno de los principales desafíos asociados a su gestión”, explica Pérez.

Visualización y medición

Pero ¿qué están haciendo las grandes empresas al respecto? En el caso de CCU, su gerenta corporativa de Recursos Humanos, Gabriela Ugalde, opina que lo más importante es saber responder a la crisis. “Creo que fue muy importante al principio dar certezas a los trabajadores sobre la estabilidad del empleo o pérdida de ingresos, además de mostrarles los caminos. Generar marcos de estabilidad ayudan mucho a la salud mental. Algo que fue importante para la compañía”, señala.

Actualmente, esta empresa realiza una serie de talleres, ciclos de charlas y webinars, de manera que la gente empiece a entender el concepto y poner atención a síntomas como falta de sueño por mucho tiempo o bien, los diferentes tipos de estrés.

Y es aquí donde aparece un factor fundamental: la visualización. “Es clave normalizar el problema”, explica Felipe Straub, gerente de Capital Humano de Entel, y agrega: “Antes de la pandemia había un cierto estigma. Las personas tenían vergüenza, pudor o, incluso, temor de manifestar que tenían problemas de salud mental. Entonces, normalizar esta conversación es importante, porque en un tema global. No podemos decir que nuestros equipos no tienen problemas de salud mental. Hay que poner los temas en el tapete y además, enlazarlos con la corresponsabilidad en el hogar”.

Otro tema en que coinciden las empresas dice relación con ir midiendo y conociendo en el día a día cómo se comportan sus trabajadores con respecto a estas temáticas. Por ejemplo, según Tomás Vergara, subgerente de Desarrollo Organizacional de CAP, en esta compañía realizan una medición trimestral de salud mental que identifica variables como ánimo, resiliencia, energía, estrés y productividad. “Esta encuesta, adaptada de la OMS, nos permite entender la realidad específica de los colaboradores y no depender de la intuición o estudios genéricos de la población que, si bien hablan de los problemas de los chilenos, no aportan necesariamente con soluciones para la organización. Ir midiendo constantemente nos ha permitido generar una conversación continua sobre esta tema y mejorar los índices en estas dimensiones. Hoy la salud mental es mejor que hace un año en todas las dimensiones”, sostiene Vergara.

Por su parte, Ugalde es de una idea similar: “Ha sido muy importante el diagnóstico. Contar con un cuestionario, instrumentos y estudios. Revisar toda la información de los trabajadores y conectar con ellos, porque hay muchas diferencias. Pero si bien tenemos estudios de clima, ahora queremos ir más allá: preguntarnos con más profundidad sobre el bienestar emocional de los trabajadores”, concluye la gerenta corporativa de Recursos Humanos de CCU.