El teletrabajo está a la orden del día. Pero también lo está una cierta incertidumbre tanto de los empleadores como de los trabajadores acerca de cómo se ve el futuro, donde se suman una serie de factores, como la vuelta a los lugares de trabajo, el riesgo de contagio, ordenar bien toda la logística hogareña y sobre todo, el estrés por la posible pérdida de trabajo o despido de compañeros. En resumen, hay una serie de factores en la salud psicológica de los colaboradores, que las organizaciones deben comenzar a abordar con fuerza.

Para ejemplificarlo, la Mutual de Seguridad realizó un estudio a más de 3.600 personas de diferentes industrias y tamaños de empresas de todo Chile, acerca de sus expectativas con respecto a los próximos tres y seis meses.

En promedio, 45% de las empresas esperan mantener el 100% de la condición laboral normal en los próximos 120 días. Sin embargo, un 28% en promedio declara que tendrá que hacer desvinculaciones. Este porcentaje aumenta en las empresas de más de 400 trabajadores. Pero cuando se evalúa por actividad económica, este número asciende a 40% en el sector de la construcción. “Muchos empleados están con temor a ser despedidos. A que sus empresas queden muy golpeadas y se reduzcan. A no ser capaces de retornar con la velocidad que se requiere para ser viables... hasta los puestos más operativos miran con mucha preocupación el impacto de no trabajar”, comenta Javier Hermosilla, director general de Cegos para América Latina.

Como sea, la encuesta revela que en términos generales, los consultados coinciden en que, sea cual sea la medida a tomar, esta le afectará a menos de un 25% de los trabajadores de su empresa.

“Los riesgos y temores que podrían tener los empleados al retornar a sus lugares de trabajo serán tan variados como la cantidad de colaboradores tenga la empresa, de ahí la importancia de la flexibilidad y la comunicación interna que se tenga con los trabajadores para abordar cada inquietud con la debida atención que corresponde.”, explica Enrique Araneda, psicólogo y division manager de Robert Half, y agrega: “El ser realistas y tener expectativas aterrizadas sobre el desempeño de los empleados son una buena manera de reducir la ansiedad y de sobrellevar de buena forma la situación de crisis”.

Prevención al regreso

Aunque los anuncios gubernamentales de este miércoles pueden cambiar mucho la percepción ( y la fecha) de un regreso seguro a los lugares de trabajo, el informe de la Mutual hace una mirada a medio año más. El 54% de los encuestados coinciden que para ese tiempo, disminuirá la cantidad de trabajadores, mientras que un 43% espera que se mantenga. Solo un 3% espera un aumento en la cantidad de trabajadores, principalmente en el sector pyme. De hecho, En cuanto a las disminuciones según tamaño de empresa, se espera la mayor baja en este segmento, seguido de empresas de más de 400 personas y de 100 a 200.

“Las empresas deberán esforzarse para generar ambientes de trabajo seguros, adecuando sus instalaciones, procesos y estándares en línea con los nuevos parámetros. Los protagonistas de la nueva normalidad serán mamparas divisorias, zonas de seguridad y de circulación monitoreada, estaciones de sanitización, kits de elementos de protección personal y estrictas reglas para el uso de espacios comunes, por lo que no solo los departamentos de gestión de personas deben predisponerse para enfrentar un nuevo escenario, sino que también compras y operaciones”, opina Felipe Lagos, director de Randstad Professionals.

Para Alfonso Ochoa, director Regional DNA Human Capital, el principal miedo del regreso es a contagiarse. “Para trabajar bien hay que estar bien de salud, tanto la física como la mental. Por lo que el principal temor de los colaboradores será a contagiarse entre ellos. Es una sensación de enojo e, incluso, de angustia que amenaza a los empleados e impide dar el 100%”.

Sin embargo, Ochoa estima que el principal temor (como se ha visto en diversos estudios) es a contagiar a las personas con quien viven. Especialmente si en su grupo familiar hay niños, adultos mayores o mujeres embarazadas. “La recomendación es que si alguien tiene una situación particular de riesgo, que siga haciendo sus labores en teletrabajo. Y si no puede, su empresa debe buscar una fórmula para aislarlo de las otras personas con que trabaja”, dice el ejecutivo de DNA Human Capital.

Cabe destacar que, según los expertos, no existe una forma correcta de preparar a una empresa para lo que está sucediendo, ya que es algo nuevo, por lo que dicha preparación variará de una compañía a otra, dependiendo de la naturaleza de su rubro y forma de trabajar.

Es más, si los resultados del informe lo descomponemos por industria, las que presentan resultados más pesimistas para los próximos seis meses son la Construcción (68% cree que los empleos disminuirán), Comercio y retail (62%), y Energía, transporte y telecomunicaciones (56%).

Comunicación, la clave

“Empatía”, tiene que ver con escuchar y ponerse en el lugar del otro. Este tema es clave, según los especialistas en Recursos Humanos, donde la comunicación debería ser la mejor vacuna y tratamiento para la ansiedad.

“Los equipos de RR.HH. y jefaturas directas tienen que definir formas eficaces de comunicar las medidas generales a implementar y mantener abiertos los canales de comunicación para las inquietudes. Por otro lado, es fundamental hacer énfasis en la flexibilidad, donde las empresas sean capaz de abordar los casos individuales con comprensión y creatividad para llegar a consensos y soluciones”, indica Araneda.

Por su parte, Lagos reafirma esa idea: “Si los líderes están bien preparados para contener a su equipo bajo la nueva normalidad y la comunicación interna fue clara, transparente y oportuna desde el inicio de la crisis, no debería haber ningún problema con el retorno, ya que los trabajadores manejan la información de primera fuente y saben cuáles fueron las decisiones que la directiva tomó para mitigar los efectos de la emergencia sanitaria, dice el director de Randstad Professionals.

Programación neurolingüística

Si bien no hay estudios aún sobre la salud mental en Chile producto de la situación que estamos viviendo, ya se están viendo problemas en muchas familias producto, principalmente del encierro.

para saber cómo irá cambiando esta realidad, existe una disciplina denominada como programación neurolingüística (PNL), un modelo dinámico, que explica cómo procesamos la información y vivimos nuestras experiencias, enseñándonos a utilizar nuestros recursos internos, para generar cambios positivos.

Justamente para poder descubrir más sobre esta técnica, Fabiola Escobar, experta en programación neurolingüística, (http://fabiolaescobar.cl/), está realizando una serie de master class gratuitas cada 15 días sobre este tema.

“Las enfermedades son estados indeseados que, aun cuando a la larga nos puede permitir crecer y ser mejores, modifican nuestro estado deseado, intervienen nuestro cuerpo y nos disminuyen en salud, energía y alegría, con una cascada de condiciones negativas para nosotros y nuestro entorno”, explica Escobar.