Samsung Electronics Co. intenta una vez más usurpar la victoria de US$1.000 millones de Apple obtenida hace mucho tiempo en su batalla legal por la tecnología de los teléfonos inteligentes, desmantelando el iPhone.

Las compañías reproducirán una batalla que comenzó en 2011. El nuevo juicio ante la jueza federal de distrito de Estados Unidos Lucy Koh en San José, California, no tiene relación con si la compañía surcoreana violó las patentes de su rival; se les informará a los jurados que Apple ganó en ese aspecto. En lugar de eso, el pleito dice relación con qué daños Apple puede sufrir con las ventas de una serie de dispositivos del fabricante del Galaxy que no han estado disponibles en las tiendas durante años.

El veredicto por US$1.050 millones del jurado en 2012 quedó modificado por un juicio en 2013, junto con apelaciones y ajustes. Después de que Samsung acordara pagar algunos daños, el caso pasó a la Corte Suprema de EE.UU. en 2016 y fue devuelto a Koh con la orden de reconsiderar un parte de los daños de US$399 millones.

Esta es la consecuencia de un conflicto que comenzó seis meses antes de que el cofundador de Apple Steve Jobs muriera en octubre de 2011, y provocó docenas de demandas en todo el mundo. Cada lado gastó cientos de millones en abogados para demostrar quién era el más innovador en un campo que transformó las culturas de todo el mundo.

El fallo de la Corte Suprema le permite a Samsung argumentar que los daños deberían basarse en las ganancias que obtuvo de los componentes específicos que se concluyó que infringen las patentes de Apple, en lugar de todo el dispositivo. Un nuevo jurado tomará esa decisión para tres de esas patentes de diseño, incluida una que cubre la forma rectangular, las esquinas redondeadas y el cristal negro de la cara frontal del iPhone.

"En algún momento debes decidir qué es lo que se está diseñando", dijo Michael Risch, profesor de leyes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Villanova, en Pensilvania. "Podría ser el teléfono completo con toda la funcionalidad incorporada en él, o simplemente podría ser la carcasa".

Absolutamente todo

El acertijo para los jurados: ¿los daños se basan en "todo el teléfono, absolutamente todo, o simplemente en la carcasa del teléfono, donde Samsung puso una serie de cosas que no están relacionadas con la patente?", dijo Risch.

"Apple va a decir que no fue sino hasta que le dieron su forma que comenzaron a ganar dinero con él, por lo que hay que mirarlo holísticamente", señaló.

Samsung argumentará que Apple solo tiene derecho a obtener ganancias por "vender algo de esa forma, y ​​a las ganancias por vender la funcionalidad que va dentro de la forma", dijo Risch.

Mangos de cuchara y alfombras

Antes de 2016, el Tribunal Supremo no había considerado patentes de diseño desde las disputas que involucraron mangos de cucharas en la década de 1870 y alfombras en la década de 1890.

Los miembros del jurado usarán un cálculo diferente para los daños derivados de dos patentes de uso, que protegen los aspectos funcionales de cómo funcionan los teléfonos.

Cualquiera que sea el resultado del juicio de esta semana, el veredicto del jurado no tendrá ningún peso legal sobre cómo se desarrollan los futuros conflictos sobre patentes. Eso plantea la interrogante de por qué las empresas todavía prolongan este pleito.

"Podría ser que Samsung quiere demostrar que las patentes no deberían ser sobreutilizadas", dijo Risch. "Samsung tal vez quiera decir que solo porque tienes un diseño no significa que seas el dueño del mundo. Pero ambos se arriesgan a que el jurado no esté de su lado".

Apple y Samsung declinaron hacer comentarios.