Una prolongada sequía afecta al país desde hace 12 años. De hecho, 2020 fue el cuarto año más seco de la década. En este contexto, las empresas sanitarias han desplegado inversiones en agua potable con el propósito de mantener la continuidad del servicio frente a la mayor demanda y los desafíos operacionales que plantea el cambio climático.
Las compañías han desembolsado, desde 2018 a la fecha, en torno a US$534,6 millones en iniciativas para asegurar el suministro de agua potable. Para este verano en curso, según datos de la gerencia de Estudios de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), y pese a la pandemia, las compañías destinaron US$120 millones en iniciativas para mantener la continuidad de abastecimiento de agua potable. Un 89% de dicho monto, corresponde a inversión en obras de infraestructura hídrica y el resto en gastos directamente asociados a ella, como arriendo y compra de derechos de agua y compra de agua cruda.
El monto es menor al que fue destinado para el año anterior, cuando lo desembolsado por las empresas sanitarias ascendió a US$186,9 millones. La asociación explica que una de las principales razones de la disminución obedece a un menor gasto en compra de agua y arriendo de derechos de agua, debido a la mayor cantidad de agua en fuentes superficiales, producto de una mejoría en la disponibilidad de agua, dado que el año pasado fue más lluvioso y cayó más nieve en la cordillera, lo que favoreció a los acuíferos y los deshielos respectivamente. A esto, además, se suma el término de grandes obras iniciadas anteriormente.
Pese a ello, lo invertido en 2020 es prácticamente el doble de lo que las sanitarias desembolsaron en 2018, cuando la cifra ascendió a unos US$84,8 millones.
Si bien en 2020 hubo más lluvias y acumulación de nieve que en 2019 -el año más seco de la década más seca de la que hay registro-, todavía hay déficit en muchas fuentes superficiales, en especial en la zona central. De acuerdo a datos del gremio, el 52% de las fuentes de agua es superficial y 48% subterránea. El origen del agua superficial disminuyó en dos puntos porcentuales respecto de 2019, lo que refleja un mayor uso de aguas subterráneas a causa de la disminución de los caudales históricos de importantes fuentes superficiales, principalmente ríos.
En zonas afectadas duramente por la sequía, las empresas sanitarias han debido incorporar nuevos recursos hídricos, a partir del arriendo o compra de derechos de agua, compra de agua cruda y obras adicionales para entregar mayor seguridad hídrica. Estas acciones se realizan hace varios años entre las regiones de Coquimbo y Biobío.
Por otra parte, las empresas ejecutaron nuevos pozos e interconexiones para mantener la oferta de agua para ser potabilizada. Ejemplo de ello son la construcción y habilitación de sondajes en la Región Metropolitana y en otras ciudades de la regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Ñuble y de la Araucanía. Respecto al desembolso en arriendo y compra de derechos de agua, así como compra de agua cruda a otros usuarios, ocurre principalmente entre las regiones de Coquimbo y Metropolitana.