En tiempos de globalización y movilidad laboral, un dato relevante para las multinacionales es no solo saber dónde están las mejores oportunidades para sus negocios, sino también cuál es el costo de instalar a sus trabajadores en los distintos países para representarlos.
Estos fueron los datos que recogió la edición XXV de la encuesta Costo de Vida de la Consultora Mercer, que compara a 209 ciudades en los cinco continentes y mide el costo de más de 200 ítems en cada lugar, incluyendo vivienda, transporte, alimentación, vestuarios, pertenencias familiares y entretención, para establecer un ranking de las ciudades más y menos caras para que extranjeros se instalen, teniendo como ciudad base a Nueva York y al dólar como moneda referencial.
Así, según el estudio para 2019, ocho de las ciudades que se ubican en el "top ten" de las más caras para que los trabajadores extranjeros se instalen son asiáticas, "debido a costos más altos de los bienes de consumo y a un mercado inmobiliario dinámico". Hong Kong, Tokio, Singapur y Seúl encabezan la lista.
En el caso de las ciudades norteamericanas, es precisamente Nueva York la que aparece con uno de los costos de vida más elevados, encareciéndose en 2019, al pasar desde el puesto 13 (2018) al 9.
Respecto de las urbes europeas, Zúrich es la única que aparece en las top ten de las más caras.
Esto, señala el documento, "debido a la fortaleza del dólar norteamericano contra otras monedas importantes, así como la caída significativa de ciudades en otras regiones".
¿Qué pasa en A. Latina?
Aquí, el fenómeno se repite, con algunos matices.
Santiago -que es la única ciudad chilena considerada en el ranking de Mercer- cae 10 lugares en la medición global, debido al debilitamiento del peso frente a la divisa norteamericana.
Así, pasa desde el puesto 69 al 79 entre 2018 y 2019, abaratando sus costos en relación al año pasado, pero manteniéndose en el segundo lugar de las ciudades más caras de la región, detrás de Montevideo.
Cabe recordar que el año pasado la ciudad más cara de Latinoamérica era Sao Paulo, que este año descendió 28 lugares y se ubicó un lugar más abajo de Santiago. Este fenómeno también se vio respecto de Río de Janeiro, que cayó 22 puestos, y de Buenos Aires, que este año se instaló en el octavo lugar de las ciudades más caras de la región, mientras que en 2018 ocupaba el cuarto lugar.
Para Agustina Bellido, de Mercer Chile, "la depreciación de la moneda local versus otras monedas, siendo el dólar la divisa de comparación, es la principal explicación para la caída del costo de vida en Chile".
En términos de beneficio para el país, Bellido agrega que "por los mismos dólares, hoy se pueden adquirir más bienes y servicios en Santiago en relación a la última medición, lo que también transforma al país en uno más atractivo para la inversión".
En los últimos 12 meses el peso chileno se ha depreciado 6,03% frente al dólar, con un peak de cotización de $710,3 el pasado 31 de mayo.