El impacto de las startups en regiones y cómo globalizarse fue el tema central de un nuevo conversatorio de Pulso Startup, en el cual participaron Trinidad Carmona, socia de Drillco y Emprendedora Endeavor; Carlos Contreras, cofundador de AIM Manager y Acid Labs, quien también es Emprendedor Endeavor; y Andrés Alvarado, director de Endeavor Research.
Los panelistas dieron un repaso a conceptos que han ido haciéndose parte del ecosistema emprendedor como la diferencia entre una startup y una scaleup (empresa con un crecimiento de 20% durante tres años consecutivos).
Teniendo en consideración que más de la mitad de las empresas en Chile se encuentran en Santiago, seguidas por la Región del Biobío y la de Valparaíso, los invitados recalcaron sobre el rol de los emprendimientos en regiones, cómo impulsan la economía y la innovación en los territorios y también en la necesidad de establecer las alianzas con la academia para fortalecer el conocimiento y potenciar la transferencia tecnológica y evitar la fuga de capital humano a Santiago.
Alvarado cuentó que un estudio Endeavor sobre startups en la Región del Biobío, reveló que siguen migrando a la capital. “Hay un factor muy importante que es la comunicación, si bien hay financiamiento, no hay cultura sobre los financiamiento privado ni tampoco no existe la relación con los centros de estudio académico como lo son las universidades”, dijo.
Por su parte, Contreras señaló con respecto a la migración de los emprendedores , que se debe porque en sus ciudades natales no encuentran las condiciones para crecer. Además, “las universidades todavía no logran que los productos y todo el conocimiento que salen del proceso formativo de sus estudiantes salgan de forma sistemática a productos comercializables. Creo que hay que aumentar el presupuesto nacional en ciencia y tecnología, que podría potenciar en permear el I+D, que hoy en día nace más de privados”.
Coincide Carmona, y agrega: “Lo que falta es un acuerdo país para potenciar esa fuente conocimiento, con plazos largos, como por ejemplo a 50 años, que es el tiempo que se requiere para ver resultados. Empezar desde el colegio, en carreras técnicas, desarrollar un conocimiento. También tiene que ver con que estén las condiciones para su desarrollo, porque puedo tener la startup, el talento, pero se requiere un ecosistema donde se pueda desarrollar, contactos, redes de apoyo, acceso a financiamiento, tener para las empresas incentivos arancelarios, desarrollar todo el ecosistema para poder potenciar.”
Los panelistas reflexionaron acerca de cuándo es el momento adecuado de mirar más allá de las fronteras territoriales. Todos coinciden que el Covid impulsó para acercar distancias a través de la tecnología y a abrir mercados. Para los invitados, la idea de ser un emprendedor ha cambiado. Ya no es un loco con una solución nueva estrambótica, como se creía en antaño, requiere tener el ímpetu, una motivación y la perseverancia.
