Cerca de 40 sucursales son las que planea cerrar Scotiabank una vez que concrete la fusión con BBVA. Todo ello en un plan de optimización que desarrollaría el banco de capitales canadienses para eliminar aquellas oficinas que están muy cerca, según advierten fuentes conocedoras del proceso. Incluso algunas estarían en la misma cuadra.
Pese a lo anterior, la cobertura geográfica que logrará esta nueva red de sucursales sería mas grande que la de los dos bancos por separado. Esto, considerando que había zonas en diferentes partes de Chile donde no llegaban Scotiabank o BBVA. Así, la nueva red ganaría presencia en más de 50 puntos, donde unos 30 serían de la Región Metropolitana y cerca de 20 en el resto de las regiones.
No obstante el cierre de sucursales -habitual en procesos de fusión-, la fuerza comercial se mantendría prácticamente inalterada, ya que los ejecutivos de cuentas mantendrán sus carteras, y en caso de que su oficina sea cerrada, la plataforma comercial será trasladada a la sucursal más cercana.
Según cifras de la Superintendencia de Bancos (SBIF), a mayo de este año BBVA sumaba 124 sucursales, concentrando 68 en la Región Metropolitana (54,8% del total) y 56 en el resto de las regiones (45%). Por su parte, Scotiabank tenía 88 sucursales a mayo, concentrando 41 en la capital (46,6%), y 47 en el resto de las regiones del país (53%). Así, ambos suman 212 oficinas.
Los planes de optimización de sucursales de Scotiabank van en línea con una de las principales metas que ha comunicado a los funcionarios el gerente general de la entidad, Francisco Sardón: no tener attrition, es decir, cero pérdida de clientes. Además, tienen como objetivo no perder talentos.
Pese a lo anterior, el evaluador independiente de Scotiabank, Tribeca Advisors, proyectó en un informe que la fusión generará una pérdida inicial de clientes equivalente a 5,2% del portafolio total agrupado. Este riesgo de fuga de clientes existe, dice Tribeca, aunque destaca que "se están preparando una serie de iniciativas para fortalecer la gestión comercial, retener y potenciar el portafolio de clientes, en línea con el mandato corporativo (de Scotiabank) de cero pérdida de clientes".
Otra de las metas que se ha puesto Scotiabank, es concretar en septiembre la fusión legal para comenzar a funcionar con un solo RUT, lo que se conoce como Legal Day One. En ese sentido, el banco está en los tiempos correctos gracias a que a última hora del lunes la SBIF le dio a Scotiabank el último visto bueno que necesitaba para poder seguir adelante con la fusión.