Proptech, fintech, edtech, agritech, insurtech, biotech. Estos son algunos de los nombres que se les asigna a los diferentes tipos de startups, según la industria a la que están enfocadas. ¿Y qué pasa con los emprendedores del mundo artístico y creativo? Esa es la pregunta que se hicieron las chilenas Joyce Zylberberg y Tatiana Emden hace unos años. Y la respondieron con la creación de Screen Capital, una administradora de fondos de inversión privados orientados al desarrollo y expansión de las industrias audiovisual y del entretenimiento en Chile y Latinoamérica.

En 2020 crearon Screen I, el primer fondo orientado básicamente a proyectos audiovisuales para plataformas de streaming, y el viernes 2 de diciembre lanzaron Screen 2, enfocado a empresas tecnológicas de entretenimiento y “MediaTech”, concepto que abarca la creación de propiedad intelectual, desarrollo, servicios y proveedores que utilizan la tecnología para generar valor agregado a dicho sector. Todo, mediante, por ejemplo, el desarrollo de plataformas digitales, apps, videojuegos, e-sports, desarrollo y servicios VFX (efectos especiales) y XR (realidad aumentada), entre otros.

Es el primer fondo de capital de riesgo en esta área, el que alcanza cerca de US$ 20 millones. De ese monto, US$ 13,3 proviene de una línea de fondos públicos aprobada por Corfo, y el resto, de inversionistas privados.

“Hace cuatro años nos imaginamos cómo poder integrar financiamiento inteligente a las industrias creativas. Nos dimos cuenta de la tremenda oportunidad que la digitalización le está dando a los contenidos regionales en español”, comenta Zylberberg. “Y que nadie estaba produciendo a escalas mayores porque había un problema de cómo se financiaba este tipo de industrias”, complementa Emden.

Ninguna de las dos tenía experiencia en el mundo de los ventures capital, pero sí en la gestión de proyectos creativos. Zylberberg es periodista y tiene un magíster en producción de cine y dirección; mientras que Emden es audiovisualista y tiene experiencia en la distribución internacional de cine. Trabajaron casi una década en el Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, hoy Ministerio de Culturas. Específicamente, en el Fondo de Fomento Audiovisual y en la Comisión Fílmica de Chile. “Desde ese mundo teníamos el diagnóstico muy claro: con la llegada de las plataformas de streaming cada vez se necesitaban más contenidos locales para alimentaras. Pero el sistema de fondos que existe hasta hoy para ese sector no es capaz de absorber la demanda debido a los montos y velocidad, ya que son leyes de hace 15 años y con proyección nacional. La digitalización te empuja a crear proyectos con audiencias internacionales, tendencia que la pandemia reforzó completamente”, explica Zylberberg.

“La pandemia nos estalló en la cara justo con el Screen I. Fue un revoltijo… pero también una gran oportunidad, ya que el inversionista que siempre miraba los activos tradicionales se puso a buscar activos alternativos. Había hambre de hacer cosas nuevas”, dice Emden. De hecho, este primer fondo ya ha invertido en varios proyectos, como “Memory”, película dirigida por el mexicano Michel Franco y protagonizada por la ganadora del Oscar, Jessica Chastain. Esto, gracias a una alianza con la empresa chilena 7395 Media, para coproducir obras latinoamericanas. También han apostado por la aceleradora de proyectos audiovisuales chilena StoryA, y están a punto de anunciar una alianza con la productora chilena Fábula, que también está enmarcada en la inversión de Screen I.

Toda esta “hambre de cambio”, fue justamente la razón de porqué en el segundo fondo ampliaron la oferta al mundo MediaTech. Y, siguiendo el refrán “pastelero a tus pasteles”, se asociaron con Aurus Capital para que los ayudara en todo lo referente a inversiones, además de otras personas ligadas a las industrias creativas, como por ejemplo, de Edgar Spielmann, el ex hombre fuerte de Fox para América Latina. El 90% de los recursos comprometidos al fondo Screen II proviene de inversionistas extranjeros.

Emden señala que apuestan a ser socios de estos emprendimientos, inicialmente, en una participación minoritaria, aunque puede haber excepciones. Esto, complementado con el denominado “smart money” del fondo, así como de sus inversionistas. “La principal razón de porqué existen pocos VC en esta área es porque produce activos intangibles, que es imposible garantizarlos para un inversionista. Siempre han sido industrias que tienen una mentalidad de trabajo más informal y basadas en mucho subsidio”, indica.

“Y, por otro lado, muchos de los emprendedores creativos no tienen como objetivo desarrollar un negocio sostenible, sino una obra que los deje felices. Lo cual es superválido, pero para obtener financiamiento se necesitan estructuras más formales”, dice Zylberberg. Por último, Edmen concluye: “Queremos demostrarles a los creativos que sí existe un modelo de negocios por detrás. Solo que hay que industrializarlo un poco más”.

Fachada de Corfo

El entusiasmo desde Corfo

Desde Corfo, su gerente de inversión y financiamiento, Francisco Meneses, explica que, en materia de capital de riesgo, desde la entidad están cada vez más moviéndose hacia el apoyo a fondos con foco en proyectos verde, negocios liderados por mujeres y también a la industria creativa. “La idea es impulsar sectores emergentes o iniciativas que respondan a temas claves para el crecimiento sostenible. No sólo con aporte de recursos financieros, sino que también de gestión”, explica Meneses, quien agrega además que bajo el modelo de capital de riesgo “se pueden movilizar mayores recursos privados para apoyar más cantidad de proyectos que lo que se consigue con donaciones o subsidios. Incluso hay espacio para la atracción de más inversionistas extranjeros”.

Con respecto a las expectativas desde el gobierno con respecto a Screen II, Meneses espera que este fondo sea el primero de muchos, “para dinamizar y generar valor agregado a una industria que fue fuertemente afectada durante la pandemia. Permitirá visibilizar que es posible invertir en el segmento de industrias creativas de forma sustentable desde el punto de vista financiero, con inversiones de largo plazo y con rentabilidad”.