Mientras Donald Trump estaba en Singapur para intentar limar asperezas con Corea del Norte, en Occidente sus palabras contra el libre comercio alimentaban las tensiones con los principales socios de Estados Unidos. Recién llegado al país asiático, Trump disparó por twitter contra las declaraciones del G-7 sobre el combate al proteccionismo y, particularmente, contra el anfitrión de la reunión que se llevó a cabo el fin de semana.
"El primer ministro Justin Trudeau de Canadá actuó tan mansamente y con moderación durante nuestras reuniones G7 solo para dar una conferencia de prensa después de que me fui, diciendo que 'los aranceles de los EE UU Eran un poco ofensivos' y que 'no se dejarán intimidar'. Muy deshonesto y débil. ¡Nuestros aranceles son en respuesta a los suyos del 270% en productos lácteos!", sentenció el presidente estadounidense. El tono agresivo se repitió en el resto de sus declaraciones en la red social, agregando que "el Comercio Justo ahora se llamará Comercio Tonto si no es recíproco".
Lo que irritó en Washington fue el comunicado publicado por el G-7 luego de que Trump dejará la cumbre, justo antes de que comenzaran los diálogos sobre calentamiento global que no son prioridad en la agenda de la Casa Blanca. "Destacamos el rol crucial de un sistema comercial internacional fundado sobre reglas y seguimos combatiendo el proteccionismo", se leía en el documento difundido desde Quebec, mientras que Trudeau calificó de "insultantes" los aranceles impuestos por EEUU al acero y aluminio.
Todos contra Trump
Ante la agresión, la respuesta canadiense no sé hizo esperar y vino desde el Congreso. "Mientras los canadienses se mantienen unidos, el presidente Trump se mantiene firme. Los legisladores estadounidenses y los aliados de los EEUU se oponen firmemente al comportamiento errático de Trump contra su mejor amigo", dijo la líder opositora de la cámara, Ruth Ellen Brosseau.
En el Viejo Continente también tuvieron una rápida respuesta en respaldo a Trudeau. "La Unión Europea está totalmente de acuerdo con el comunicado del G7", sostuvo Margaritis Schinas, vocera de la Comisión Europea, agregando que el presidente del organismo, Jean-Claude Juncker, "desea agradecer públicamente al primer ministro Trudeau y a su equipo por la excelente preparación y presidencia de esta desafiante cumbre".
En la misma línea, la primera ministra británica Theresa May agradeció a su par canadiense "por su liderazgo y hábil presidencia", ante lo que consideró como "una cumbre difícil con algunas discusiones muy sinceras".
Desde el FMI prefirieron no tomar partido y se mostraron críticos frente a los pobres resultados de la reunión de las potencias occidentales. "Las nubes en el horizonte a las que apuntábamos hace seis meses se oscurecen cada día más", dijo ayer Christine Lagarde.