Se cumplen los peores presagios y el PIB de EEUU sufre una contracción sin precedentes en el segundo trimestre
La mayor economía del mundo se desplomó 32,9% entre abril y junio.
El coronavirus ha causado estragos en la economía mundial y particularmente en EEUU. Claro porque el virus y las medidas de confinamiento provocaron en la mayor economía del mundo una contracción de 32,9% en el segundo trimestre, lo que supone la mayor disminución anualizada en los registros trimestrales que datan de 1947.
Pese al impresionante registro, la caída es ligeramente mejor a las expectativas que apuntaban a un desplome de 34,8%. Cabe recordar que en el primer trimestre, la contracción llegó a 5%, la mayor desde la crisis financiera.
De acuerdo a cálculos de Bloomberg, una contracción de esta magnitud significa que la economía fue aproximadamente 10% más reducida en el segundo trimestre que en el primer trimestre.
De acuerdo a los registros del Departamento de Comercio, el gasto personal, que representa alrededor de dos tercios del PIB de EEUU, cayó un 34,6% anualizado, también algo inédito.
“La disminución en el PIB del segundo trimestre reflejó la respuesta a Covid-19, ya que las órdenes de ‘quedarse en casa’ emitidas en marzo y abril se levantaron parcialmente en algunas áreas del país en mayo y junio, y se distribuyeron los pagos de asistencia pandémica del gobierno a hogares y empresas“, dijo la Oficina de Análisis Económico en el comunicado.
Cabe señalar que este cálculo del PIB es el primero de tres estimaciones y es altamente probable que sea revisado en los próximos dos meses y también en los próximos años, como todos los informes del PIB, y las revisiones podrían ser más altas de lo habitual.
El coronavirus ha contagiado a más de 4,5 millones de estadounidenses y causado la muerte de unas 153 mil personas, ubicándose como uno de los países más afectados por la pandemia. El dato del PIB se conoce justo cuando empieza la reapertura de las ciudades tras el largo confinamiento, aunque muchos temen que un rebrote perjudique las débiles señales de recuperación.
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