Si hasta 2022 los chilenos eran noticia en Miami y en todo el estado de Florida porque eran los extranjeros que compraban las propiedades más caras en ese destino, superando a mexicanos y brasileños, y estaban entre las cinco nacionalidades que más bienes inmuebles demandaban, esa ola de connacionales se ha ido desacelerando.

Durante el año pasado se realizaron 6.100 ventas de propiedades a extranjeros por un total de US$5.100 millones en Miami, el mayor mercado de adquisición inmobiliaria por foráneos en Estados Unidos. De todos modos, ese monto representó una caída de 25% frente a los US$6.800 millones de 2022, cuando se llevaron a cabo 9.400 operaciones.

El ranking que da a conocer anualmente la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Miami (Miami Association of Realtors) puso en 2023 a los ciudadanos de Colombia como los mayores compradores en esa ciudad, con un 15% del total, seguidos por los de Argentina (14%), Brasil (7%), Canadá (6%) y Venezuela (6%).

En 2022, los chilenos se habían ubicado en el cuarto lugar con el 6% del total (sólo por debajo de argentinos, colombianos y peruanos), con compras por unos US$408 millones. El año pasado, en cambio, bajaron a la novena posición, con sólo el 4%, o sea unos US$204 millones, superados además por mexicanos, peruanos y ecuatorianos.

“Un 4% aún es un gran totaI, considerando que el volumen de compras en dólares en el sur de Florida fue de US$5.100 millones en 2023″″, resalta Chris Umpierre, jefe de comunicaciones de la asociación Miami Realtors.

Hace dos años, los connacionales fueron también quienes adquirieron los inmuebles de mayor valor, con un precio promedio de US$718.800, seguidos por los mexicanos, con US$701.900, y canadienses, con US$611.100.

El año pasado, la compra promedio fue de US$482.700 y quienes estuvieron dispuestos a pagar más fueron los brasileños, con US$990 mil en promedio por propiedad, seguidos por venezolanos (US$521.500) y colombianos (US$446.800).

El 71% de los compradores foráneos quería su inmueble para vacacionar, arrendar o ambas, y el 56% optó por un departamento. El 68% de los argentinos que compraron iban a rentar sus inmuebles y el 49% de los venezolanos lo ocuparían como primera residencia.

Las principales ubicaciones de las compras incluidas en el informe fueron Miami-Dade, donde se transaron US$3.670 millones; Broward, con US$1.070 millones; Palm Beach, con US$270 millones, y otros condados de Florida, con US$60 millones.

Una señal de cómo podría venir la tendencia es que el mismo reporte establece que los chilenos no aparecen entre las 10 primeras nacionalidades de quienes están buscando una propiedad para comprar en la zona de Miami, como sí lo hacen ciudadanos de Colombia, España y Costa Rica, entre otros.

Expertos en el mercado inmobiliario de Florida coinciden en que los chilenos siguen comprando propiedades allá, pero que la ola de hace unos años se ha aminorado. Para ello, se han conjugado una serie de factores, algunas que vienen desde Chile y otras internas de ese destino. Es que el propio mercado de Estados Unidos en los últimos tres años se ha estado moviendo en masa hacia el estado del sol, como llaman a Florida, por su atractivo clima y sus bajos impuestos.

“Tras la pandemia, se pudo ver una demanda creciente por Miami de los propios estadounidenses, que buscaban espacios más amplios, áreas soleadas, servicios de calidad y buena conectividad. Así como Miami, también ha beneficiado al estado de Florida, atrayendo a residentes del norte de Estados Unidos y de áreas como Los Ángeles y Nueva York, debido a que el costo por metro cuadrado es más económico en Miami”, explica Cristián Martínez, fundador de la firma de asesorías Crece Inmobiliario.

Además, acota Umpierre del gremio de las corredoras, “Miami no tiene impuesto estatal sobre la renta, ni impuesto al patrimonio, ni a la herencia, ni al inmueble personal. Es el estado más amigable para los negocios de EE.UU., un creciente hub financiero. Empresas como Blackstone, Citadel y Goldman Sachs están abriendo aquí sus sedes”, resalta.

Esta mayor demanda significó que en sólo dos años los precios de los bienes raíces en la zona de Miami se duplicaron, lo que ha abierto opciones de desarrollos inmobiliarios en localidades cercanas como Ocala, Cocoa Beach, Naples, Fort Myers o Cape Coral, cuenta Felipe Viel, exanimador de TV y hoy CEO de la corredora de propiedades Viel & De Guzmán en Miami. “El chileno tiene que mirar más allá de Miami. Hoy tenemos una ciudad muy costosa, tras una verdadera locura por venirse acá, un alza poco común para un ciclo inmobiliario. Hace tres años, en Miami comprabas una propiedad en US$380 mil y hoy está en US$530 mil. Una persona que pagaba en Key Biscayne por una renta hace dos años y medio US$4 mil, hoy paga US$8 mil”, ejemplifica. “Se ha puesto más cara esta ciudad. Miami ha pasado de ser una ciudad inclusiva, sobre todo para los latinoamericanos, a una ciudad exclusiva”, añade Juan Francisco Labbé, socio de la firma asesora Labbé Ascuí Group Miami.

Pero hay otra razón que se relaciona con la situación política chilena, que explica esta desaceleración.

El estallido social de 2019 generó una estampida de chilenos que quisieron sacar su dinero del país e invertir en un mercado que consideraban más seguro. “Lo que el chileno busca es seguridad. Y aquí no hay cambios estructurales, como el temor que existe al invertir en América Latina, es bastante estable y con bajos impuestos”, resalta Viel.

“Los chilenos siguen invirtiendo, pero no está esa euforia de arrancar. Los grandes capitales chilenos, además, ya salieron, cuando estaba en riesgo que se cambiaran las reglas con el proceso constituyente. Hoy hay incertidumbre e inseguridad, pero se está navegando”, explica Labbé, quien dice que tiene clientes no sólo de Santiago, también de Curicó, Temuco y Concepción. “Recién tuve a un chileno que compró 18 propiedades”, cuenta.