Se desata guerra comercial: China, Canadá y México responden a EE.UU. y economistas alertan por efectos globales y en Chile

A primera hora de este martes entraron en vigor los aranceles de 25% sobe Canadá y México, y el alza de 10% sobre China aplicados por EE.UU. La respuesta de estos países no se hizo esperar. Para Chile, además de los movimientos sobre el dólar, una desaceleración de la economía china tendrá impacto en nuestro crecimiento, mientras que una mayor inflación en EE.UU. podría restar libertad al Banco Central para bajar la tasa de interés. Durante la tarde, sin embargo, el secretario de comercio de EE.UU. dijo que podría haber un alivio arancelario.
“Esto es una guerra comercial”. Con esas palabras, el primer ministro de canadiense, Justin Trudeau, describió el alza arancelaria impuesta por EE.UU. que comenzó a regir a las 12:00 AM de este martes. La medida, tanto para Canadá como para México, había sido pospuesta por un período de 30 días, pero finalmente el Presidente Donald Trump decidió avanzar. Las respuestas de ambas naciones afectadas no se hicieron esperar, a lo que se sumó también un anuncio chino en el mismo sentido, desatando así una temida guerra arancelaria que botó a los mercados y que tiene a los economistas calibrando sus alcances.
“Así que hoy, Estados Unidos lanzó una guerra comercial contra Canadá, su socio y aliado más cercano, su amigo más cercano. Al mismo tiempo, hablan de trabajar positivamente con Rusia, para apaciguar a Vladimir Putin, un dictador mentiroso y asesino”, dijo Trudeau en una conferencia donde anunció una serie de represalias arancelarias. No fue el único, también lo hizo China, mientras que México sostuvo que dará a conocer medidas similares en los próximos días.
En concreto, Canadá impondrá aranceles del 25% a importaciones estadounidenses por valor de 30.000 millones de dólares canadienses ( US$20.720 millones) con efecto inmediato. El primer tramo de represalias incluye una lista de 1.256 productos como jugo de naranja, mantequilla de maní, vino, licores, cerveza, café, electrodomésticos, ropa, calzado, motocicletas, cosméticos y pulpa y papel.
Se trata cosméticos y productos para el cuidado por valor de 3.500 millones de dólares canadienses, electrodomésticos y artículos para el hogar por valor de 3.400 millones de dólares canadienses, productos de pulpa y papel por valor de 3.000 millones de dólares canadienses, así como plásticos por 1.800 millones de dólares canadienses.
“No hay absolutamente ninguna justificación ni necesidad de aplicar estos aranceles hoy”, sostuvo Trudeau, y agregó que Canadá impugnaría las medidas estadounidenses en la Organización Mundial del Comercio y a través del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá.
Si los aranceles estadounidenses persisten, afirmó el primer ministro, Canadá impondrá un gravamen del 25% sobre otros 125.000 millones de dólares canadienses de importaciones estadounidenses en 21 días más.
Tras el anuncio, Donald Trump señaló, a través de su red social: “Por favor, explíquele al gobernador Trudeau, de Canadá, que cuando él impone un arancel de represalia a los EE.UU., nuestro arancel recíproco aumentará inmediatamente en una cantidad similar”.
Pero esa no fue la única represalia contra EEUU. El primer ministro de Ontario, la provincia más poblada de Canadá, sostuvo que a las empresas con sede en Estados Unidos se les prohibirá participar en compras gubernamentales. A la vez, indicó que está rescindiendo su contrato con Starlink de Elon Musk, y agregó que si persisten los aranceles estadounidenses, Ontario aplicará un recargo del 25% a la electricidad que exporte a Nueva York, Michigan y Minnesota.
Sin embargo, durante la tarde de este martes, el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick indicó que se podría anunciar una vía para el alivio arancelario de los productos mexicanos y canadienses cubiertos por el acuerdo de libre comercio. Según consignó Bloomberg, “tanto los mexicanos como los canadienses estuvieron en el teléfono conmigo todo el día de hoy tratando de demostrar que lo harán mejor, y el Presidente está escuchando, porque saben que es muy, muy justo y muy razonable”,
“Creo que va a llegar a un acuerdo con ellos, no va a ser una pausa, nada de eso, pero creo que va a entender”, dijo en una entrevista con Fox Business.
Las represalias china y mexicana
Este martes no sólo entraron en vigor los aranceles de 25% sobre Canadá, sino que también sobre México - en la misma magnitud-, mientras que para China los aranceles se duplicaron hasta un 20%.
En respuesta, China anunció que impondrá aranceles adicionales de hasta el 15% a la importación de productos agrícolas clave de EEUU, por un total de US$21.000 millones. Los nuevos impuestos entrarán en vigor el próximo 10 de marzo. En el detalle, las importaciones de pollo, trigo, maíz y algodón enfrentarán un arancel adicional del 15%, mientras que los aranceles sobre la soya, el cerdo, la carne de res, los mariscos, las frutas, las verduras y los productos lácteos se incrementarán en un 10%.
Adicionalmente, incluyó a 15 empresas estadounidenses en su lista de control de exportaciones, que prohíbe a las empresas chinas suministrarles tecnologías de doble uso. También incluyó a 10 empresas estadounidenses en su lista de entidades no fiables por vender armas a Taiwán, que China reclama como territorio propio, aunque la isla autónoma lo rechaza.
Por su parte, México señaló que anunciará medidas arancelarias y no arancelarias contra Estados Unidos el domingo, según la Presidenta Claudia Sheinbaum, que condenó la medida y la consideró violatoria del tratado comercial norteamericano.
La guerra arancelaría ya parece estar teniendo algunos efectos, y los expertos están dimensionando la magnitud de estos. John Bozzella, quien dirige la Alianza para la Innovación Automotriz que representa a todos los principales fabricantes de automóviles de Estados Unidos, excepto Tesla, señaló que “todos los fabricantes de automóviles se verán afectados por estos aranceles a Canadá y México”. Así, apuntó que se prevé “que el precio de algunos modelos de vehículos aumentará hasta un 25% y el impacto negativo en el precio y la disponibilidad de los vehículos se sentirá casi de inmediato”.
Efectos en Chile
Por ahora, la guerra comercial se mantiene contenida entre EEUU, Canadá, México y China, pero los efectos podrían ser globales de persistir, y ello tendría impacto en Chile vía una desaceleración china, y una mayor inflación en EE.UU. que restringiría los movimientos de tasas a la baja de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU.
Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, señala que “de sostenerse las medidas tomadas por Trump, junto con las represalias respectivas, ciertamente (sentiremos los efectos). Seguro que las negociaciones siguen con Canadá y México, lo que llevaría a aún abrigar expectativas de una reversión. De no ser así veremos un menor crecimiento global, mayor inflación en el corto plazo y bajas en precios de commodities. Todavía es difícil estimar magnitudes, porque se trata de un tema en desarrollo, pero serían relevantes. Estamos aún haciendo cálculos”.
Tomás Flores, economista de LyD, explica que “efectivamente se corregirá a la baja el crecimiento, sobre todo de países intensos en comercio mundial, como lo es la zona asiática. Se eleva la presión inflacionaria y la Fed hará referencia a esto en la próxima reunión de política monetaria, enfrentándola nuevamente con Trump. La guerra anterior, 2018-2019, significó una caída de 50 centavos en el precio del cobre”.
“Menor crecimiento de China y global lleva, en efecto, a un menor precio del cobre”, agrega Lehmann.
Según Alejandro Fernández, socio de Gemines Consultores, la guerra comercial “ya está completamente en marcha. Hay que ver si se sostiene y/o escala. Por ahora los efectos globales son menores: México y Canadá los más perjudicados, pero si los aranceles se siguen acumulando habrá un efecto global por menor crecimiento, que es lo que nos afectaría”. Si bien prevé una mayor inflación en EE.UU., explica que una baja de la expansión del PIB de China “efectivamente nos afecta, pero parece que las cosas son más suaves con ellos porque es una economía muy grande”.
Aún los economistas están tratando de dimensionar la magnitud de las medidas anunciadas en medio de la guerra comercial, por lo que por ahora sólo es posible prever una mayor volatilidad. Según Lehmann, “el mercado aún busca un acomodo, sin descartar que detrás de las medidas de Trump haya una estrategia para mejorar la posición de EE.UU. La volatilidad se mantendrá alta, a la espera de cómo evolucionan los eventos”.
Con todo, una mayor inflación en EE.UU., que restringa los movimientos a la baja de las tasas por parte de la Fed, “hace menos probable bajar la TPM chilena”, agrega Flores.
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