Noruega es una de las naciones más adelantadas en materia de electromovilidad y sustentabilidad urbana. Su centro administrativo, Oslo, fue elegido recientemente como la Capital Verde Europea 2019.

Principalmente, por sus avances en esta materia. Christina Bu, secretaria general del Norsk El-bilforening -la asociación de autos eléctricos de Noruega- explicó la fórmula del país para ser líder en esta materia y adelantó los objetivos que se han planteado de cara al futuro.

Esto, tras participar en el "Encuentro Chileno - Nórdico sobre Smart Cities", que organizó la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), la Universidad del Desarrollo (UDD) y las embajadas de Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia.

¿Cuál es la estrategia de Noruega para destacarse en materia de electromovilidad?

-Nuestro foco está en convencer a los consumidores de sus ventajas, a través del uso de políticas públicas. Esto, por medio de algunas restricciones. Por ejemplo, generando impuestos a los automóviles que generan más contaminación.

Del mismo modo, también se realizan incentivos, tales como estacionamientos gratuitos, liberación de peajes y el no pago del IVA, que en nuestro país es de 25%.

Con un elevado número de estos vehículos, ¿se han generado problemas en la red eléctrica?

-No, en Noruega tenemos una red muy fuerte y eso no es un problema. Al tener más vehículos eléctricos, podemos realizar cargas inteligentes, y eso permite optimizar el consumo energético. Sobre todo, en las horas punta. Por ejemplo, se puede abastecer al automóvil durante la noche, que es cuando la energía es más barata.

¿Qué estadísticas manejan al respecto?

-Si todos los vehículos de pasajeros en Noruega fueran eléctricos, que equivaldría a unos 2,5 millones de unidades, la demanda de electricidad sólo se incrementaría entre 5% y 6%.

¿Se han realizado estudios respecto a su impacto en la comunidad?

-En Noruega realizamos una consulta ciudadana, que consideró a unos 9.500 usuarios de autos eléctricos. Frente a la pregunta: ¿Cuán satisfecho estás con este vehículo?, el 92% señaló que están muy satisfecho. La gente encuentra divertido este tipo de vehículos, pues poseen aceleración al instante y son mucho más baratos de operar.

¿Cuándo se romperá la barrera de precios?

-Antes de 2025 va a costar lo mismo producir un automóvil eléctrico que uno convencional. Estamos en medio de un cambio de paradigma. Para acelerar el cambio a la movilidad eléctrica, hay que generar incentivos políticos.

Paralelamente, ¿se está desincentivando el uso del automóvil en el centro de la ciudad?

-Tenemos una serie de políticas para regular el uso de los vehículos en las ciudades. Por ejemplo, en Oslo se han realizado acciones para reducir la cantidad de automóviles en las calles. Sin embargo, al mismo tiempo el número de eléctricos ha aumentado. Esto se traduce en que el 10% del parque vehicular de esta urbe corresponde a este tipo de motorización.

¿Cómo lo han logrado?

-Hemos establecido una política de peajes para entrar a las ciudades, pero esto todavía no se aplica a los eléctricos. Sin embargo, nuestra idea es que el próximo año estos comiencen a pagar una pequeña tarifa. Lo importante es que esta siempre será más baja que la que se aplica para los automóviles convencionales, de manera de seguir incentivando el uso de los automóviles eléctricos.

¿Qué resultados ha generado esta política?

-Recientemente, Oslo fue elegida la Capital Verde de Europa en 2019. Es un gran honor para esta ciudad. Si bien existe un aporte importante de los eléctricos, parte de ello se debe también al desincentivo del uso de los vehículos en el centro.

Esto, en favor del transporte público. Es importante destacar que en la hora punta, el 86% de los habitantes de esta ciudad se movilizan por este medio en el centro.

¿También fomentan el uso de otros modos de transporte?

-Oslo es una ciudad pequeña y diseminada, pues se trata de una urbe de unos 700 mil habitantes.

Es por este motivo que las políticas públicas también se han enfocado en incentivar la caminata y el uso de la bicicleta, aunque esto último es un desafío. Nuestro clima es complejo, pues suele llover, nevar o, simplemente, corre viento.

¿Qué viene en materia de transporte público?

-Nuestra idea es seguir impulsando el uso del transporte público y desincentivar el ingreso de vehículos particulares al centro. Oslo también desea transformar su parque de buses a eléctrico. Por ejemplo, ahora está comprando 70 unidades de este tipo, un poco menos que Santiago (ríe).

Pero esto no se queda sólo allí, pues también están comprando ferris eléctricos. En Noruega se planea la adquisición de más de 60 al 2021. Esto, porque es un país que tiene muchos fiordos.

¿Qué han visto respecto a la movilidad aérea?

-El operador aéreo nacional de Noruega, que es un organismo del Estado, anunció que antes del 2040 todos los vuelos domésticos se realizarán por medio de aviones eléctricos. No tenemos empresas que produzcan aviones, por lo que tenemos que hablar con las compañías que se dedican a este rubro a nivel global.

Esta meta permite presionar para que se desarrollen estas tecnologías.

¿Cómo evalúa los avances de Chile?

-Chile es uno de los países que más está impulsando la electromovilidad y puede ser el líder en Latinoamérica.