Una modificación a la ley de arriendos, con el propósito de modernizar la normativa que rige hace 37 años, envió el gobierno al Congreso la semana pasada. Con esta iniciativa se busca poner fin a los abusos de morosos que no pagan el alquiler de las viviendas que habitan, a través de un marco regulatorio simétrico entre arrendatarios y arrendadores.
Este escenario -que entre otras cosas apura los juicios de arrendamiento y da 10 días a la justicia para pronunciarse tras la última audiencia- podría generar incentivos a que un mayor número de actores participen de la industria del arrendamiento. Ello, porque de aprobarse la iniciativa, los expertos coinciden que entregará más posibilidades y mayor seguridad, tanto para quienes arriendan un inmueble como para quienes piensan adquirir una vivienda para inversión.
Uno de los mercados que podría verse impulsado es el de los edificios de renta residencial. Nicolás Herrera, socio de finanzas corporativas & transacciones de BDO, explica que tanto arrendadores como arrendatarios tendrán obligaciones y deberes, lo que en la práctica incentivará a la profesionalización del mercado. "En este contexto, los desarrolladores de renta residencial o multifamily tendrían grandes ventajas frente a otro tipo de competidores, tales como los inversionistas hormiga", dice Herrera.
Por su parte, Alfredo Alcaíno, socio de Assetplan, cuenta que actualmente en Chile, los activos de renta inmobiliaria como oficinas o stripcenters tienen una tasa de descuento similar o menor a los activos inmobiliarios de renta residencial, a diferencia de lo que pasa en Estados Unidos donde esta es más baja que las otras rentas inmobiliarias, debido a que se asume tienen un menor riesgo.
"El mercado de los edificios multifamily local lleva recién un par de años, y a medida que madure la clase de activos y exista más trayectoria las tasas de descuento, podrán ir cayendo y posicionarse por debajo de las oficinas. Uno de los fundamentos para que bajen esas tasas es que se reduzca el riesgo de incobrabilidad y ocupación con mora de los departamentos", explica.
En ese sentido, añade Alcaíno, la nueva ley de arriendo que se discute podría ayudar a que ello pase. "Los dueños de las propiedades van a estar más protegidos por la ley y no se generarán situaciones de ocupación ilegal. Al mismo tiempo, la relación arrendador-arrendatario va a ser más equilibrada y transparente, lo que representa una señal positiva para el mercado. Es esperable que, una vez que esta iniciativa legislativa se encuentre vigente, los inversionistas institucionales estén dispuestos a invertir en activos de renta residencial a tasas de descuentos más bajas", sostiene.
"Se trata de una ley que fortalece las herramientas actuales, igualándose o al menos acercándose a lo que ocurre en los países desarrollados, donde es bastante sencillo sacar a quienes incumplen en los pagos, lo que ayuda al dueño de la propiedad, y le entrega más confianza. Es por esto que esta nueva ley incentiva la inversión inmobiliaria, porque aumenta la seguridad en los pagos de arriendos y también entrega respaldo a quienes arriendan un inmueble, promoviendo las buenas prácticas en ambos sentidos", señala.