Los teléfonos móviles se han vuelto cada vez más valiosos no sólo por cómo ha ido mejorando sus funciones a lo largo de los años, sino que también porque de a poco se han transformado en el centro de nuestras vidas.
Hoy todo pasa de alguna u otra forma por los dispositivos móviles: nuestros recuerdos en forma de fotos almacenadas en el equipo o en la nube, nuestros contactos, agenda, recordatorios, cuentas bancarias y las maneras de conectarnos de manera instantánea con nuestros seres queridos.
Y es esta dependencia creciente la que también hace que nuestros teléfonos sean más preciados para quienes quieren poner sus manos encima. El robo o el hackeo de un teléfono supone más valor que el equipo comercial y por lo mismo, la seguridad de los smartphones es cada vez más relevante. ¿Cómo se está innovando en la protección y seguridad de nuestros equipos?
Yo soy mi clave
El primer paso para mantener la seguridad en un teléfono móvil es tener la tranquilidad de que cuando esté en una mesa o estemos alejados de él, nadie más pueda acceder a ellos.
La forma más fácil de proteger la llegada de intrusos a nuestros dispositivos es la de colocar una clave, pero no a todos les gusta hacerlo. Y es que con las contraseñas se produce esa tensión que obliga muchas veces al usuario a tomar una mala decisión: la tensión entre querer un teléfono seguro pero que también se desbloquee rápido.
Para ello, los teléfonos han adoptado nuevas tecnologías que utilizan nuestras marcas biométricas. Estas marcas son únicas y la tecnología de hoy permite utilizarlas para asegurarle a nuestros teléfonos que somos quien decimos ser.
La verificación biométrica más común que existe es el lector de huellas, introducido desde hace ya unos años en varios dispositivos y que ha cambiado de forma, lugar y rapidez con el tiempo.
Pero a partir de este año, una nueva tecnología permite que sea la misma pantalla la que pueda identificar la huella del dueño o la dueña del equipo. Este sistema, pionero en equipos como el Mate 20 Pro de Huawei, permite entregar la misma seguridad de un sensor de huellas, pero sin ocupar el espacio en el equipo.
Pero la huella no es la única parte de nuestro cuerpo que puede identificarnos. La forma de nuestro rostro también lo puede hacer con el llamado desbloqueo facial. Actualmente esta función se realizaba con una cámara tradicional, lo que no era tan seguro ya que podía pasarse con una fotografía bien impresa.
Hoy el desbloqueo facial utiliza una cámara 3D, capaz de medir la forma única de nuestro rostro y así asegurarse que solo nosotros podamos abrirlo. Y es, hasta ahora, la manera más segura y veloz de impedir que desconocidos entren a nuestros teléfonos, a menos de que tengamos un gemelo.
Ahora, si nuestra inseguridad es aún más grande, existe la posibilidad de crear espacios privados dentro del teléfono, a los que se tiene que acceder colocando nuevamente algunas de estas contraseñas. Y es que un dispositivo tan personal merece que su contenido sea visto solo por quienes queramos.
Los nuevos virus
Los celulares, al igual que las personas, también pueden enfermarse. Pero no se trata de infecciones comunes, sino que de los ya clásicos virus informáticos, diseñados especialmente para interferir con nuestros teléfonos y así obtener datos directamente desde ellos, o incluso, poder controlar algunas de sus funciones.
Lo que antes era un peligro asumido solo para computadores, ahora es una realidad cada vez más fuerte en el mundo de los celulares, donde 1 de cada 20 infecciones por malware en el mundo afecta a un smartphone.
Las razones de esto es porque los usuarios poseen datos muy valiosos en los dispositivos, sobre todo sus listas de contacto, las que pueden ser usadas para expandir más las estafas.
Y si bien el mercado móvil ha incorporado en los últimos años sistemas de protección y anti Malware que pueden descargarse, el principal consejo para evitar el malware es simplemente ser cuidadoso, sobre todo a la hora de descargar aplicaciones no legales.
Prácticamente todas las apps que están en las tiendas de aplicaciones han pasado por un filtro de seguridad y si las bajas desde allí, quiere decir que no traen algún tipo de malware. Pero ahí no acaba nuestro trabajo.
A veces una aplicación puede ser muy legal pero aun así pedir acceso a áreas del celular que no necesita. Si un juego pide acceso a tu cámara o a tu agenda de contactos, simplemente recházalo porque no hay nada en ese juego que realmente necesite esos datos, y probablemente sea solo una manera de capturar más información de la que estás dispuesto a entregar.