De las declaraciones a la acción. Este martes los senadores socialistas Carlos Montes y Alvaro Elizalde presentaron un proyecto de ley para abrir la puerta a que el Banco Central (BC) otorgue financiamiento al Fisco en caso de ser necesario inyectar más recursos en vista de la crisis por coronavirus.
El articulado que fue presentado en martes en la Oficina de Partes busca modificar el inciso tercero del artículo 109 de la Constitución. El actual 109 indica que el BC solo podrá efectuar operaciones con instituciones financieras, pero no adquirir documentos emitidos por el Estado, ni sus organismos ni empresas. Ni proveer créditos para gasto público o préstamos del Estado, aunque el veto se podría levantar ante “guerra”.
El proyecto propone una nueva redacción a este inciso y que además del peligro de guerra: “El BC podrá obtener, otorgar o financiar créditos al Estado y entidades públicas o privadas en el caso de alerta sanitaria decretada y, con previo acuerdo del Presidente de la República”.
Hace años que este era un tema vedado, pues estaba muy ligado a la autonomía del instituto emisor.
En todo caso, el ex consejero del BC Enrique Marshall planteó una alternativa distinta. Que el Banco Central pueda adquirir bonos del Tesoro en el mercado secundario para inyectar liquidez al sistema -pero no directamente al Fisco-, similar a la herramienta que recurrió la Fed en EE.UU.
La semana pasada, tres de los cinco senadores de la Comisión de Hacienda estuvieron de acuerdo con abrir esta puerta en casos acotados -Juan Antonio Coloma (UDI), José García (RN) y Montes- e incluso el tema se abordó tangencialmente en una reunión de algunos senadores con el BC.
El ex titular de la cartera, Rodrigo Valdés, lo admitió como medida de “última ratio”.
Y la posibilidad ha ido sumando adeptos, porque este martes el presidente de la Comisión de Hacienda senador Jorge Pizarro, propuso la misma idea cuando la semana pasada dijo que no era necesario abrir esta puerta. Sostuvo: “Cuando se presente el Ipom plantearé al BC que veamos cómo modificamos la Constitución para que el BC le preste plata al Estado a cambio de una devolución en 10, 15, 20 o 30 años más, lo que puede implicar endeudamiento de hasta US$30 mil millones”.