A inicios de febrero el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, afirmó que el riesgo de aplazar y eventualmente no aprobar la reforma tributaria del gobierno, es decir, el proyecto de modernización tributaria, "puede generar una desaceleración que podemos evitar".
Declaraciones que coinciden con la reducción de expectativas económicas reveladas por la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central, donde los expertos bajaron la previsión para el crecimiento para este año de 3,6% a 3,5%, y una de sus causas sería la demora en la tramitación de la reforma tributaria.
En este sentido, el presidente del Senado, Carlos Montes (PS), respondió al ministro de Hacienda, señalando que "el país no se desacelerará si no se aprueba la reforma tributaria. Hacer ese tipo de afirmaciones me parece poco serio".
Al mismo tiempo, sostuvo que "es curioso que se le atribuya una influencia tan significativa al impacto de la reforma tributaria, en circunstancias que el país creció en 2018 sin cambio en temas impositivos".
El senador dijo que más que la economía "lo que parece estar en juego son las expectativas que el gobierno de Piñera generó a los grandes empresarios".