La reforma de pensiones está congelada desde hace más de dos meses, pues el gobierno espera poder reactivarla después del plebiscito constitucional del 17 de diciembre. Bajo este escenario, el debate previsional también ha estado en pausa en el último tiempo, pero este miércoles hubo movimientos.


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El Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES) de la Universidad del Desarrollo (UDD), junto con la Asociación de AFP y la Asociación de Aseguradores, organizaron el seminario “Propuestas para hacer viable la discusión previsional desde la mirada de actores del sistema”, donde participaron en el panel Paulina Yazigi, presidenta de la Asociación de AFP; Alejandro Alzérreca, presidente de la Asociación de Aseguradores; Alejandro Charme, abogado y fundador de C&P Consultores; y Cristóbal Huneeus, asesor del Ministerio del Trabajo y Previsión Social.

Pero el debate se armó no solo entre los panelistas, sino también con dos asistentes que estaban sentados en primera fila, y que son dos altas exautoridades del gobierno anterior: Cristián Larroulet, que se desempeñó como jefe de asesores del segundo piso de La Moneda; y el exministro del Trabajo, Patricio Melero.

Primero partieron exponiendo Yazigi y Alzérreca con las propuestas que han hecho anteriormente ambos gremios sobre cómo mejorar las pensiones. Entre otras, las AFP propusieron subir la tasa de cotización, y medidas para enfrentar la informalidad laboral. Luego expuso sus propuestas Charme. Y a continuación expuso Huneeus, con foco en cómo hacer viable la reforma.

Entre otras cosas, Huneeus habló sobre el escenario en el cual se está debatiendo el proyecto: “Claramente la viabilidad de la reforma hoy día es un desafío mucho más político que técnico. Como decía Alejandro, hay un montón de propuestas dando vuelta, en general muchas de ellas muy bien intencionadas y con buenos desafíos, pero topamos en la discusión más política. Creo que aquí discrepo un poco con algunos de los comentarios: yo creo que hoy día no hay un diagnóstico totalmente compartido. Nuestro problema es el diagnóstico, no son las soluciones. Hay un diagnóstico de que hay que subir la cotización, y eso está listo. Pero después tenemos muchas propuestas y pocos diagnósticos compartidos”.

Luego Melero comentó: “Echo de menos en el análisis, en el diagnóstico, algunos elementos políticos, porque comparto lo que ha dicho Cristóbal, que hoy día el problema es más político que técnico. Y se refiere a la propuesta de la división de la industria. Al final, creo que el tema más relevante de esta reforma previsional, junto con el tema del aumento de la cotización, es quién y cómo se administra el mercado de capitales en Chile. Y hay un temor en el mundo político de traspasarle esta responsabilidad al Estado. No hay confianza en el Estado. La división de la industria apunta a ese objetivo final”.

Sobre la solidaridad con cotizaciones, el exministro del Trabajo dijo que “no avanza en el Parlamento una reforma que tenga una propuesta de esa naturaleza, que quiera quitarle una tajada a su cotización para hacer solidaridad con otros”.

Por su parte, Larroulet afirmó: “Efectivamente yo creo que aquí hay un tema político-técnico muy de fondo. Y ese problema técnico y político muy de fondo que nos tiene divididos y tiene al país marcado, es lo que se ha dicho y Pato mencionó, el sistema de seguridad social que nosotros tenemos es uno en donde cada uno contribuye con su cotización a su fondo de pensiones futuro. Y me parece realista pensar de que eso la mayoría de la gente lo quiere mantener. Y la manera de resolver el problema de las pensiones de los sectores medios que hoy tenemos y que los números indican, hay que buscarle una fórmula ad hoc. Porque el gran temor de la ciudadanía y también de parte del mundo político es que esa idea de hacer solidaridad a través de tu cotización, se perpetúe en el tiempo. Por lo tanto, así como aquí ha salido esta idea de bono mujer, y no me maten por lo que voy a decir, bueno, ¿por qué no hacer un bono clase media protegida? Que apunte a un elemento transitorio y que efectivamente no afecte el tema de largo plazo”.

Larroulet también comentó que le pareció ingeniosa una propuesta de Charme, que apuntaba a fortalecer la gobernanza de la Superintendencia de Pensiones, para que fuese más similar a la de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). “Es bueno que sea un ente colegiado (...) Creo que ese es el cambio de gobernanza, más que el de separar la industria”.

Huneeus respondió a ambos asistentes. “Creo que el tema de la industria no es un tema fácil de conversar, es súper técnico, aquí no hay consenso en el diagnóstico. El Ejecutivo sí cree que hay un problema de competencia, sí cree que hay un problema de que las comisiones altas no se están traspasando en todo el sentido hacia los afiliados. Hay una lectura muy positiva de la reforma de 2008 de la licitación de los nuevos afiliados, que yo creo que hay que expandir, ahí está la idea de la licitación del stock. Se recogieron muchos comentarios del tema de la separación de la industria, del monopolio estatal, se está pensando en una cosa más como la AFC, licitado, que lo puedan hacer los privados”.

También dijo que “hay diferencias de opinión importantes en el tema de la solidaridad, refleja un poco la dificultad del diagnóstico y de las propuestas. El tema de la institucionalidad es un tema interesante, no es un tema fácil, está en discusión, varios ya lo han planteado, de hecho en el origen de la CMF se pensó en un momento meter también pensiones, fue una cosa mucho más grande, y ahí la decisión política fue, veamos primero la CMF, y después vemos qué se hace con el resto. Probablemente pensiones en algún minuto cercano debería pensarse de una manera más integral”.

PGU e informalidad

Previo a ese debate, en su exposición, Huneeus también comentó sobre la PGU, y mencionó que el problema “es que tiene dos efectos. Uno, es cara, es súper cara (...) Y dos, no hablemos del costo laboral. Hay toda una discusión de si estamos o no en emergencia laboral. Y yo he mirado harto los datos y concuerdo con algunos, en que después de los 65 años ha bajado la tasa de empleabilidad, en parte por la PGU. Entonces, la PGU sí tiene efecto”.

Por eso Huneeus afirmó que “si queremos combatir, por un lado, que la gente trabaje más, que se reduzca la informalidad, y me parece súper bien que la Asociación de AFP contribuya a la discusión (...) entonces no podemos poner todos los huevos en la misma canasta que es la PGU. Hoy día se financia con el impuesto de todos los chilenos. La pregunta es si es el único mecanismo bajo el cual queremos tener solidaridad”.

También dijo que “la discusión está muy influenciada, y ahí quiero volver un poco más a la viabilidad política, por la coyuntura. La discusión constitucional ha tenido un impacto en esta y en otras reformas. Entonces, el país hoy día está focalizado en ojalá terminar este proceso el 17 de diciembre, y esperamos que después de la discusión esto abra un poco más el espacio y podamos centrarnos no solo en esta reforma, sino en otras”.