Fue el sábado cuando la Administración General de Aduanas de China informó que, tras encontrar rastros de Covid-19 en un empaque de centolla chileno, procederían a suspender por una semana las importaciones de mariscos de la empresa vinculada.
La versión fue confirmada en su momento por la directora nacional de Sernapesca, Alicia Gallardo, quien aclaró que la suspensión solo afectará la Pesquera Isla del Rey y no a los envíos totales de mariscos.
La autoridad indicó que el lunes enviaron un oficio a la autoridad china para defender el sistema de revisión y los protocolos chilenos. Además, señaló que se encuentran recabando toda la información disponible para demostrar que sí se cumplió con todos los procesos de detección e inocuidad.
Lo anterior, comenta la autoridad, busca evitar una ampliación del plazo de suspensión. De todos modos, dice Gallardo, no parece que exista riesgo para otro tipo de productos alimenticios exportados por Chile.
La autoridad apunta a que no se encontró una fuente posible de contaminación. De hecho, sostiene que en el período en que se embarcó el envío (entre junio y septiembre), no hubo operarios positivos en la planta, por ende, “no hay un vector humano que pudiese explicar la contaminación”. Desde la pesquera afectada manejan la misma versión.
El gigante asiático ha desplegado múltiples medidas de control, entre ellas algunas que no se ven en la generalidad de los países, como esta, por ejemplo. Lo anterior afectó a la industria ecuatoriana, que vio suspendida por muchos meses los envíos de sus camarones. También le ocurrió a Brasil con la carne de cerdo de ese mercado y a algunos productos estadounidenses.
La mirada del sector
Dentro del sector imprimen una nota de preocupación y recuerdan la polémica se vivió hace algunos meses, con un brote en el mercado mayorista de mariscos y carne en Beijing, que terminó afectando el ingreso de salmón nacional a ese país.
El presidente de la Asociación Gremial de Mitilicultores de Chile (AmiChile), Branco Papic sostiene que este tipo de situaciones producen inquietud en el sector, porque pueden producir desconfianza en los consumidores tanto locales como extranjeros y, por consiguiente, impactar en las ventas.
Ese mismo diagnóstico lo comparten en la Cámara Chileno China de Comercio, su presidente Juan Esteban Musalem, anticipa impacto en el intercambio comercial bilateral.
“Evidentemente la imagen de cualquier producto se verá impactada y la confianza será bastante difícil de recuperar a sus niveles previos, a pesar de que el problema se vea corregido y superado”, sostiene Musalem, quien recuerda “lo que pasó con el salmón en ese país y el efecto que tuvo en la industria que vio disminuido sus envíos a China. Es un reflejo lamentable de lo que podría pasar”.