Hace unos días, publicamos el Informe de Finanzas Públicas (IFP) y las proyecciones fiscales para el período 2020-2024. En los últimos siete meses, nuestro país ha experimentado la crisis social, sanitaria y económica, cuyo impacto no tienen parangón en la historia de nuestro país de los últimos 90 años.

¿Cuál ha sido el impacto de esta crisis en las finanzas públicas? En el IFP de septiembre de 2019, proyectábamos para el año 2020 mayores ingresos fiscales por USD 9.000 millones, menores gastos por USD 5.100 millones y una menor deuda bruta por USD 5.000 millones, que en el último IFP de abril de 2020. Asimismo, para el período 2021-2024 esperábamos USD 14.500 millones más de ingresos fiscales, y USD 26.000 millones menos de deuda bruta al 2024.

Adicionalmente, a partir de las estimaciones entregadas por el Comité de Expertos, el crecimiento del PIB Tendencial el crecimiento promedio del PIB Tendencial de 2021 al 2025 fue del 2,2%, inferior al 2,9% de la última estimación de noviembre de 2019, reduciendo de forma significativa el espacio de gasto compatible con la meta de balance estructural de mediano y largo plazo.

¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno desde el 18-0 a la fecha? Entre octubre y diciembre de 2019, el paquete de medidas sociales y de reactivación económica alcanzaron a USD 6.900 millones (2,8% del PIB). Luego a partir de marzo el Presidente Sebastián Piñera anunció los Planes de Emergencia Económica I y II, que hasta la fecha alcanza a USD 17.105 millones (6,9% del PIB). Este es el esfuerzo fiscal más alto de los países de la región y de varias economías desarrolladas.

Con todo, se proyecta para el cierre del año un déficit efectivo en torno al 8% y una deuda bruta de 32,7% del PIB.

¿Qué no sabemos a la fecha? Cuánto durará la crisis sanitaria y sus restricciones y por lo tanto, la profundidad de su impacto en la economía local, pero también las repercusiones en el resto de nuestros principales socios comerciales. Si la crisis sanitaria se prolonga, las medidas actuales se reforzarán. El erario fiscal 2020 se transformó en un Presupuesto de Pandemia y por lo tanto cualquier esfuerzo fiscal adicional, deberá considerar profundizar las medidas de austeridad del sector público y reasignar las prioridades del presupuesto vigente.

Asegurar el financiamiento de los programas sociales actuales y futuros con ingresos permanentes es la regla de oro para cualquier autoridad responsable de las finanzas públicas. Dicha regla debe ser no solo entendida, sino que exigida por la ciudadanía. Al final del día, la responsabilidad fiscal y social, no compiten, van de la mano.

Y es por esto, que, en estos días, muchos nos hacemos la pregunta si tenemos más espacio y la respuesta es clara, sí: para ser responsables y avanzar aceleradamente en varias áreas.

Tenemos un espacio único y el deber moral de revisar como estamos gastando los USD 67.500 millones de gasto público, agenda que continúa con la elaboración de un presupuesto base cero para el año 2021, que estaremos enviando en los próximos días a los Ministerios y Organismos Autónomos. Un espacio, para poder recuperar los USD 23.500 millones de ingresos perdidos en el período 2020-2024 desde el 18-0, con una agenda post- pandemia de pro-crecimiento y productividad de medidas inmediatas y de largo plazo. Y también, el espacio para avanzar a tranco firme en la modernización del Estado, por aquí no hay dos opiniones, todos queremos un mejor Estado.

Los datos de la Dirección de Presupuesto son claros: Cada punto de crecimiento que logremos recuperar significan entre USD 500-600 millones de ingresos fiscales adicionales que podemos destinar en las prioridades de la agenda. Asimismo, cada punto del gasto público que logremos invertir mejor son USD 700 millones adicionales que tendremos para avanzar más rápido en las urgencias que nos aquejan.

La responsabilidad fiscal es tarea de todos y porque este esfuerzo ha sido posible también gracias a la responsabilidad fiscal de los gobiernos en el pasado, hemos sido capaces de responder con oportunidad en el presente.

Chile tiene espacio para recuperar la capacidad de crecimiento de nuestra economía y avanzar en la modernización para tener un mejor Estado al servicio de los ciudadanos. Tal como lo ha demostrado la evidencia, el círculo virtuoso de este mayor crecimiento significa creación de nuevos empleos y una mayor recaudación fiscal permanente para financiar la agenda social de mediano y largo plazo que los chilenos necesitan.

-El autor es el director de Presupuestos