Siete exsuperintendentes de Salud presentan propuestas para evitar un colapso del sistema de isapres

Siete exsuperintendentes de Salud que ocuparon dicho cargo desde 1990 hasta 2022 hicieron este jueves una serie de propuestas para evitar un colapso del sistema de isapres. En concreto, los exreguladores fueron a presentar a la Comisión de Salud del Senado un documento firmado por los exsuperintendentes de isapres Héctor Sánchez (1990-1993), César Oyarzo (1993-1994), Alejandro Ferreiro (1996-2000), y por los exsuperintendentes de Salud José Pablo Gómez (2000-2003), Manuel Inostroza (2003-2010), Sebastián Pavlovic (2014-2018) y Patricio Fernández (2019-2022).

“Nos vemos en la obligación de plantear un conjunto de propuestas que tienen por finalidad aportar a la búsqueda de soluciones, aunque sean de carácter temporal, a la situación generada por los referidos fallos de la Corte Suprema y así evitar el colapso del sistema isapres hasta la implementación de una reforma global del sistema de salud chileno. Entre otros objetivos, estas soluciones deben permitir reponer con urgencia el equilibrio financiero o balance entre ingresos y gastos del sistema isapres”, señaló el documento.

Allí se agrega que “no se trata de salvar a las isapres, sino de salvar a sus millones de afiliados y a los miles de prestadores de salud privados que hoy dependen de dicho sistema”.

Y también señaló que “las soluciones propuestas requieren de herramientas normativas que puedan ser implementadas por el organismo regulador (Superintendencia de Salud) y, paralelamente, propuestas legislativas que permitan la implementación de soluciones rápidas (ley corta) a la situación que hoy enfrenta el sistema isapres y, fundamentalmente, sus afiliados y beneficiarios, siempre en el espíritu de lograr que estos puedan mantener sus beneficios hasta que se implementen las reformas mayores”.

Con todo, la propuesta dice que “las soluciones, en particular las de orden legislativo, deben hacerse cargo de establecer los mecanismos de reajuste del precio de las garantías GES y el precio base, como una forma de asegurar un equilibrio financiero para el sistema de isapres, al menos, hasta que se logre implementar una reforma global del sistema de salud chileno”.

Además, afirma que “cualquier devolución a que diere lugar la aplicación de los referidos fallos, debiera ser cargada a cuentas por pagar con cargo a prestaciones futuras, otorgando la suficiente estabilidad al sistema de isapres para que pueda cumplir con dichos compromisos”.

Asimismo, los exreguladores creen que “una solución de corto plazo implica también orientar los cambios futuros de nuestro sistema de salud y, por ende, hace necesario una ley corta que considere, a lo menos, los siguientes cuatro aspectos: un Plan de Salud Único y Universal para todo el sistema de isapres; un Fondo de Compensación de Riesgos interisapres para eliminar las tablas de factores de riesgos, las preexistencias y los fenómenos de cautividad; un nuevo modelo de atención en base a atención de salud primaria o médico de familia”.

Y finalmente, como cuarto punto, mencionan que se deben considerar “nuevos mecanismos de compras o pago entre isapres y prestadores de salud que incentiven la transparencia y la contención de costos; como los Grupos Relacionados Diagnósticos, pagos por desempeño, pagos por resultados, así como de incentivos para estimular el uso del GES por parte de los afiliados del sistema de isapres”.

Por otro lado, indicaron que las soluciones que se proponen “deben ser implementadas a la brevedad, dados los inminentes y graves efectos que hemos expuesto” y, además, aseguran que “las propuestas de solución no deben generar gasto fiscal”.

También mencionan que las soluciones que se implementen “deben tener como norte y preocupación principal al conjunto de afiliados y beneficiarios del sistema Fonasa e isapres y, en especial, a todos aquellos afiliados y beneficiarios de isapres que actualmente están cursando alguna enfermedad o sometiéndose a tratamientos tales como cirugías, enfermedades crónicas GES, cánceres, trasplantes y los tratamientos de inmunosupresión subsecuentes, diálisis, enfermedades catastróficas, internaciones en UTIs, etc”.