Sin paridad no hay sostenibilidad

Día Internacional de La Mujer 8M en Santiago
FOTO: DIEGO MARTIN/AGENCIAUNO

"La paridad de género no solo es clave para la sostenibilidad económica, sino también es una herramienta esencial para acelerar las transformaciones al ritmo que se requiere"


Siempre surge la misma pregunta: ¿Necesitamos que exista el Día Internacional de la Mujer? Y la respuesta es ¡Sí!

Aunque en los últimos años se ha avanzado en alcanzar la equidad de género es importante que se visibilice la desigualdad y la discriminación que vivimos las mujeres y se reflexione sobre las barreras que impiden que desarrollemos todo nuestro potencial.

La paridad o participación igualitaria entre hombres y mujeres no solo es un derecho humano, sino que también es fundamental para alcanzar el desarrollo sostenible de la sociedad y las organizaciones ya que, al incorporar una perspectiva de género, asegura la construcción de un futuro más equitativo, justo e inclusivo.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la pandemia ocasionó en la región un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral de las mujeres, lo que podría costarle a Latinoamérica el 14% de su PIB per cápita en las próximas tres décadas, en cifras del Banco Mundial. Y ¿Qué ocurre en Chile? La tasa de empleo femenino es de un 53,2%, casi 20 puntos inferior a la masculina y nueve menos que la media de OCDE, además, más de un tercio de las mujeres está fuera del mercado laboral por la carga de trabajo de cuidados no remunerado, indica el reciente estudio titulado ¿Cuánto aportamos al PIB? Reflexiones y estrategias para reconocer el trabajo de cuidados no remunerado en Chile de Comunidad Mujer.

En un contexto de profundas crisis que afectan a la humanidad, la sostenibilidad emerge como la mejor ecuación para que organizaciones de toda índole, enfrenten los enormes desafíos que tenemos por delante, retos que requieren de todas las miradas posibles para el diseño de soluciones, como la crisis climática, la desigualdad social y el urgente reenfoque del sistema económico. En esta era, la diversidad resulta crucial para el éxito de cualquier objetivo y la paridad entre hombres y mujeres ha pasado de ser una cuestión de justicia social a una oportunidad de habitar el futuro incierto.

El desequilibrio entre hombres y mujeres en la fuerza laboral, nos resta casi un 50% de oportunidades de transformación, por eso es urgente que desde el sector privado tomemos acciones que permitan integrar a más mujeres en la economía y les brindemos mayores y mejores oportunidades.

Los equipos compuestos sobre una amplia variedad de antecedentes, como edad, género y experiencias, han demostrado un destacado desempeño y perspectiva en materia de innovación, compromiso y decisiones frente a equipos que no lo son. La paridad de género no solo es clave para la sostenibilidad económica, sino también es una herramienta esencial para acelerar las transformaciones al ritmo que se requiere.

Enfocar nuestro trabajo en cinco ejes, entre ellos impulsar el liderazgo femenino, la conciliación laboral, potenciar el rol de la mujer en la reactivación, disminuir las diferencias salariales y promover un trabajo activo de los hombres en la paridad, aceleraría la reducción de las brechas.

Definitivamente sin paridad no hay sostenibilidad y el Día de la Mujer es una ocasión para reivindicar la igualdad y de hacer un análisis de nuestra situación, de celebrar nuestros logros y avances, y de evaluar nuevos caminos para seguir mejorando la participación equitativa de la mujer en distintos espacios.

*La autora de la columna es gerenta general de Acción Empresas

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