La huelga de un sindicato de trabajadores de la mina cobre Caserones cumplió una semana sin mostrar señales de una pronta solución, dijo este lunes a Reuters el presidente del sindicato.

El gremio de unos 300 socios, un 30% de la dotación total del yacimiento controlado por la canadiense Lundin Mining, inició la paralización el lunes pasado tras fracasar las negociaciones para su nuevo contrato.

“Llevamos una semana de huelga y desde el miércoles pasado que tuvimos una reunión en la Dirección Regional del Trabajo en Copiapó, no hemos tenido ningún otro tipo de acercamiento con la compañía”, señaló Marco García, presidente del sindicato.

“Quedaron de presentar una oferta para poder avanzar en el en el proceso y destrabar este movimiento de huelga, pero hasta el día de hoy no hemos tenido esa oportunidad de diálogo”, agregó.

Problemas productivos

El yacimiento enclavado en la Cordillera de Los Andes, a unos 160 kilómetros de la norteña ciudad de Copiapó, enfrentó por años problemas productivos, ambientales y de relaciones con las comunidades aledañas.

Pese a las condiciones climáticas adversas en recientes días con lluvia y nieve en torno al yacimiento, a unos 4.600 metros sobre el nivel del mar, los trabajadores dicen estar preparados para extender el conflicto por más de 40 días, de ser necesario.

“Esperamos tener contacto esta semana ya que la productividad de la minera se está complicando, están trabajando a menos del 50% de su capacidad y eso obviamente les complica a ellos y a sus controladores”, remarcó García.

La empresa no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.