Un fin de ciclo se está a punto de producir en la banca chilena. SM-Chile, matriz de Banco de Chile, el último de los cinco bancos que aún mantiene la obligación subordinada con el Banco Central, citó ayer a una junta extraordinaria a fin de iniciar su disolución, ad portar del fin de su deuda.

En la década de los ochenta el ente emisor salió a rescatar a la banca tras la crisis financiera de 1982, y justamente la entidad controlada hoy por Citibank y el Grupo Luksic fue el único de los bancos que escogió un camino distinto para concretar el pago, optando por hacerlo en 40 cuotas.

Con este telón de fondo, y una deuda de UF57 millones, parados en los 90 se veía una meta difícil.

Sin embargo, la histórica deuda subordinada podría acabar tan pronto como en abril de 2019, ya que durante los últimos años el banco ha entregado recursos al Central que se encuentran muy por encima de lo pactado.

Es más, pese a que en 2016 el banco planteó pagar todo de forma anticipada, el Banco Central rechazó la propuesta.

De todas formas, en la última carta a los accionistas de la memoria anual 2017 de SM Chile, Andrónico Luksic, controlador de Banco de Chile, ya se mostraba confiado en terminarla en 2019, es decir 17 años antes del plazo final (2036).

El objetivo de Luksic va según lo planeado: SM-Chile el año pasado provisionó todos los recursos que necesita para desembolsar el saldo de UF 3,1 millones (aproximadamente $84.500 millones) que le resta por pagar y extinguir la deuda con el instituto emisor. De hecho, la provisión ya estaba hecha en el tercer trimestre de 2018, ya que según los últimos estados financieros que reportó SM Chile, a septiembre tenía $86.802.495 en provisiones con este objetivo.

Pero ayer vino el anuncio oficial: SM Chile envió un hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) donde informó la fecha en que definirá todas las materias relacionadas con la disolución y liquidación de esta sociedad, lo que ocurrirá el 28 de marzo.

Lo anterior, considerando que cuando el banco pague la cuota número 23 en abril, será un día histórico, pero también traerá cambios: se disolverán las sociedades SM-Chile y su filial Administradora de la Obligación Subordinada SAOS S.A, ya que ambas se constituyeron exclusivamente con el objeto de hacerse cargo de la administración y pago de la obligación.

Con este telón de fondo es que el 28 de marzo se realizará la junta ordinaria de accionistas de SM Chile y una junta extraordinaria.

En esta última cita se tratará la designación de la comisión liquidadora de SM Chile, sus funciones, su remuneración y la forma y plazo en que se distribuirán entre los accionistas de la matriz las acciones de Banco de Chile de propiedad de la sociedad y las de propiedad de la filial SAOS S.A. que están prendadas a favor del Banco Central, es decir, 28.593.701.789 acciones del Chile, equivalente a un 28,75% de la propiedad.

De este modo, los accionistas de SM Chile pasarán a ser directamente accionistas del Banco de Chile, donde la serie B recibirá una acción del banco, con la opción de tener 2,38 títulos más.