De acuerdo a antecedentes de los últimos Informes de Endeudamiento 2019 de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y al Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central, el endeudamiento de las personas en Chile ha crecido consistentemente en los últimos años, alcanzando cifras de casi un 50% del PIB y de un 70% del ingreso disponible al segundo trimestre de 2019. Asimismo, si bien el endeudamiento (agregado) de los hogares en Chile no se encuentra desalineado respecto a los niveles observados en países de similar ingreso per cápita, existen segmentos cuyos indicadores son significativamente más altos que los reflejados en mediciones basadas en promedios o medianas.

El tema del endeudamiento está en el centro del quehacer de la CMF, que tiene un mandato de estabilidad financiera, conducta y desarrollo de mercado. En este marco, más que en las cifras agregadas, para la CMF el foco de atención son aquellos hogares que se encuentran sobreendeudados. En efecto, el sobreendeudamiento genera una carga financiera (cuota sobre ingreso) insostenible para los hogares y, también, riesgos incrementados para la solvencia de aquellas entidades crediticias cuyo modelo de negocios está centrado en las personas. Esto último eleva la vulnerabilidad de los hogares frente a situaciones de tensión, aumentando el riesgo para la estabilidad financiera.

¿Qué dicen los números? Según el citado Informe de Endeudamiento de la CMF, a junio de 2019, casi un 20% de los deudores exhibía una carga financiera superior al 50%, y un 27% de los deudores presentaba una carga financiera mayor al 40%. Por tramo de renta, los deudores más sobreendeudados corresponden a rentas entre $1.200.000 y $2.600.000, con más de un 23% de deudores con carga financiera superior al 50%. Es decir, una persona que ganaba $2.000.000, tenía que destinar más de $1.000.000 a pagar deudas cada mes.

En la agenda de la CMF, el tema del sobreendeudamiento es central. Es por ello que estamos avanzando en varias líneas de trabajo tendientes a abordar esta problemática. Primero, se acaba de publicar la norma en consulta con ponderadores de riesgo de los activos para la deuda de las personas. Allí se propone un ponderador del 75% para los créditos de consumo de personas que además tengan créditos hipotecarios, cuya carga financiera no supere un 50%. Para personas que superen estos guarismos de carga financiera, se propone un ponderador de 100%. Esto apunta a incrementar el costo de prestar a personas sobreendeudadas.

Segundo, la CMF está apoyando decididamente al Ministerio de Hacienda en la elaboración de un proyecto de ley de consolidación de deudas, que permita incorporar deudas que actualmente están fuera del registro de deudores, tales como crédito automotriz y deudores de cajas de compensación. Asimismo, internamente la CMF está trabajando para generar un informe de deudas al público, que contenga la deuda bancaria de mutuarias de seguros. Todo ello permitirá que, al disponer de mejor información para evaluar los riesgos, las entidades financieras eviten prestar a personas con carga financiera excesiva. De hecho, las cifras de sobreendeudamiento antes señaladas no incluyen estos segmentos.

Tercero, la CMF está impulsando una agenda normativa cuyos principales aspectos son avanzar hacia una evaluación de la gestión de los bancos en materia de trato justo al consumidor, y fortalecer la transparencia de los créditos de consumo. Junto a ello, busca desarrollar una política de supervisión de aspectos de trato justo del consumidor financiero, apuntando a que las entidades cuenten con políticas, procedimientos, organización y atención de reclamos acordes con las mejores prácticas internacionales.

Desde una perspectiva estratégica, junto con estas iniciativas la CMF está colaborando con el gobierno en la agenda de trato justo, con lo cual espera no solo reducir el espacio para el sobreendeudamiento, sino también contribuir a fortalecer la sostenibilidad de largo plazo de la industria financiera.