Reformas clave y recuperar la inversión. Los ejes que Gonzalo Sanhueza de Econsult advierte son los desafíos para economía en el mediano plazo. Justo cuando el imacec de febrero alcanzó un magro 1,4%.
¿Cambió en algo su escenario base con el Imacec de febrero?
—Estuvo en línea, así que mantenemos nuestra proyección en torno a 3,5%. Nuestro escenario base es que la economía va a partir con un primer semestre bastante flojo, en torno a 2% y vamos a terminar en torno a 4%. En el corto plazo muy influido por la producción minera que no está aumentando, pero sí vemos una recuperación importante de la inversión en ese sector que genera actividad en la construcción, el comercio y el transporte, y va a ser la principal fuerza del crecimiento de este año.
¿Con una TPM en pausa?
—Nuestro modelo nos dice un aumento de la TPM en el último trimestre en 25pb.
¿Fue un error del Central hablar de holguras cerradas en septiembre?
—En parte sí, porque indicadores indirectos mostraban que había brechas, como un consumo débil y la confianza de los consumidores negativa, con un mercado laboral que no estaba dinámico y pocas presiones inflacionarias. El otro factor es que se han exacerbado algunos riesgos desde mediados del año pasado. En todo caso, el escenario central para Chile se ve bueno. Los problemas de la economía chilena hoy son otros.
¿Cuáles?
—Están en el crecimiento de mediano plazo: necesitamos aumentar un punto el crecimiento tendencial de la economía si queremos ser un país desarrollado.
¿No es suficiente la recuperación de la inversión de 2018?
—Estamos muy optimistas porque la inversión creció 4,7% el año pasado y éste va a crecer 6,2%. Pero si miras los ciclos pasados, las tasas de crecimiento de la inversión eran del 10, de 20%. Entonces, es una cifra bastante pobre. Lo que pasa es que en el nuevo contexto, una tasa de 6% es fantástica. Necesitamos que aumente mucho más si no queremos estar dependiendo por los próximos 20 años de que el precio del cobre esté bien.
¿Cómo se logra eso?
—Aumentando la tasa de inversión dos puntos en relación al PIB. Hace algunos años invertíamos 25% del PIB, hoy estamos en 21%. Necesitamos hacer más atractiva la inversión. Y ahí las reformas estructurales del gobierno son clave.
¿Como la tributaria?
—Es clave. Hay acuerdo entre los técnicos de todos los sectores que la reforma de 2014 generó un sistema más complejo y si uno compara el promedio de los países de la OCDE, la tasa de impuesto corporativo es de 24%, nosotros tenemos 3 puntos más, 27%. No logro encontrar una buena explicación para que la tasa de impuesto en Chile sea tan alta para las empresas.
¿Fue un error no bajarla?
—Las restricciones políticas van a establecer dónde uno puede hacer ajustes, pero es necesario simplificar esa estructura tributaria y bajar la carga de los impuestos a través de la integración. Hoy la discusión es política, de un grupo que se atrinchera en un eslogan, pero los empresarios de todo el país no entienden que, si están todos de acuerdo en que hay problemas con el sistema tributario, no se esté trabajando para resolver eso.
¿Qué efecto ve si se rechaza?
—Eso tiene dos grandes problemas. De corto plazo, es que está generando mucha incertidumbre. Si miramos el índice de incertidumbre de Clapes UC, en 2014 llegó a 180. Hoy estamos en 140; si pasa de 180, el efecto negativo en el crecimiento del próximo año va a ser entre 0,5% y 1%. Es decir, si el Banco Central nos está diciendo que el próximo año vamos a crecer en torno a 3,5%, podríamos terminar creciendo 2,5%, solamente por el efecto de la incertidumbre, que el BC en ese momento identificó como "componente autónomo".
¿Y en el largo plazo?
—Es que no vamos a recuperar la tasa de inversión que necesitamos que llegue a 23%, ni el crecimiento potencial y, por lo tanto, el sueño de ser un país desarrollado de nuevo se nos va a ir.