¿Cuál es tu primera lectura de la propuesta tributaria?
-Los titulares de la propuesta son positivos, pero ahora hay que mirar en detalle la bajada de los mismos para poder ver, analizar y medir los impactos de las propuestas. Se ve un proyecto con mucho contenido en temas especialmente sensibles.
Hacienda dice que con los cambios respetan la equidad vertical y restituye la equidad horizontal, ¿comparte ese juicio?
-En lo que dice relación con establecer un régimen único totalmente integrado, comparto plenamente el juicio, aunque hay que ver en detalle el proyecto. Sin embargo, no comparto que permanezca una tasa de impuesto de primera categoría diferenciada dependiendo del tipo de contribuyente, aunque realicen la misma actividad. Siempre he sido partidario que de que exista una misma tasa. Entiendo que por las cargas fiscales no sea posible, pero es algo que se debe aspirar por un tema de equidad horizontal. Llama la atención que se vuelva a reponer el impuesto único en la venta de derechos sociales y acciones (no reguladas por el art. 107).
En cuanto a la recaudación, el ministro señala que se mantiene la carga pero no entrega mayores detalles, ¿cuál es su visión al respecto?
-Claramente falta esa información que es y será muy relevante en la discusión del proyecto. Si se logra el objetivo de simplificación e incentivo a la inversión, no tengo duda que la caja se cuadrará con una mayor inversión.
Como incentivo a la inversión se establecen depreciación instantánea y acelerada, ¿son medidas positivas para la inversión?
-Me parece una muy buena medida que ya existía para la Pymes y ahora se extendería a toda empresa. No conozco el detalle del costo para el Fisco, pero cualquier costo sin duda que se compensa con una mayor inversión y, por ende, un mayor crecimiento.
En otro ámbito, se señala que se mantendrá y profundizará la normativa antielusión a fin de hacer plenamente aplicable para contribuyente y SII el principio de legalidad. ¿Qué se desprende de aquello?
-Que la creación de la norma general antielusión fue sin lugar a dudas una de las principales, sino la principal, reforma del año 2014. Dado el tenor de las negociaciones que se dieron en ese tiempo, y que me tocó ser partícipe, la norma no quedó lo suficientemente clara, dando pie a muchas interpretaciones que no contribuyen a la certeza jurídica. En ese sentido, una modificación que no altere la esencia de la norma es bienvenida. Debemos analizar muy detalladamente el proyecto en este aspecto, ya que es fundamental que no se produzca un retroceso con la norma existente.
