Pese a que las cifras de empleo y remuneraciones han ido repuntando en los últimos meses, junto con las de actividad, los que aún no tienen una mejoría son los registros de quiebras y de insolvencia que muestran las personas y que mes a mes publica la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
De hecho en abril, el reporte da cuenta de que 353 personas solicitaron una liquidación de sus activos para iniciar la quiebra. Esto fue un 99% más en relación al mismo período del año pasado. A su vez, entre enero y abril hubo 1.256 peticiones, lo que constituye el mayor número para ese cuatrimestre desde 2021, cuando en el mismo período hubo 1.437 procedimientos. También representa un incremento anual de 6,9%.
Si se analizan las solicitudes de renegociación de persona deudora, el informe muestra que en abril hubo 185, lo que es un aumento de 230% anual. En tanto, entre enero y abril sumaron 602, un 201% mayor a lo registrado en el mismo lapso de 2023.
Los expertos coinciden en que el cambio en la legislación, que simplificó los requisitos para iniciar los procesos de liquidación y renegociación de quienes tienen deudas, generó una fuerte alza de las personas en estado de insolvencia en este inicio de 2024. Un segundo factor es la situación de estrecha liquidez por la que atraviesan las personas y sus familias.
Ricardo Ibáñez, abogado y socio fundador de defensadeudores.cl, explica que hay tres grandes factores: “El primero es que los procedimientos de liquidación simplificadas hacen que las personas naturales, en procesos bastante expeditos, puedan declarar su quiebra. Tenemos casos, por ejemplo, de tres meses que se han demorado en concluir el proceso. En segundo lugar, el deudor hoy día está despatrimonializado, o sea, no tiene activos que liquidar, por lo que el proceso de quiebra es menos doloroso”. Y, en tercer lugar, dice que “la solicitud de renegociación de deudas hoy día está siendo un imposible para muchos deudores en nuestro país, dado que exige pagar las deudas en nuevas condiciones, que no están al alcance de muchos chilenos que, con el alza del costo de la vida, hoy solamente sus ingresos les alcanza para sobrevivir y no para pagar deudas”.
Por su parte Andrés Del Real, que dirige el área de Solución de Controversias y Arbitrajes de Arteaga Gorziglia, comenta que una de las razones es el cambio en la legislación que lo hace más expedito, y lo segundo son “las condiciones económicas generales, como tasas de interés, acceso al crédito o la inflación. Mientras esos factores no se alteren significativamente, no se ve por qué esta alza debería detenerse”.
Empresas
Una mejor realidad en esta materia experimentan las empresas. Según el reporte, las firmas que solicitaron la quiebra en abril fueron 53, lo que es una caída de 40% versus igual mes de 2023. Con ello, entre enero y abril se acumulan 193, registrando una baja de 44% en comparación al mismo período del año pasado.
“Esta disminución en los resultados relativos a las empresas se puede explicar por una adaptación de estas a las circunstancias del mercado de forma más rápida que las personas naturales. Si no hay una alteración significativa en la economía, esta cifra debiera seguir bajando”, apunta Del Real.
Mientras que Ibáñez suma otra hipótesis: “Ante un futuro medianamente optimista por parte de los pequeños y medianos empresarios hacia el 2025, son muchos los que están retrasando la puesta en marcha de procedimientos de liquidación voluntaria y están haciendo frente a las demandas judiciales de las cuales están siendo objeto”. En otras palabras, indica que “están tratando de ganar tiempo para esperar el cambio de circunstancias y durante el 2025 tomar la decisión de renegociar deudas, reestructurando sus pasivos, o bien, bajar la cortina. Gran cantidad de empresarios durante el 2024 está aguantando el temporal”.