Dos de las tres principales agencias de calificación de riesgo, Standard & Poor's (S&P) y Fitch, rebajaron ayer la nota para la deuda soberana de Argentina y empeoraron las proyecciones para su economía, debido a la incertidumbre tras el triunfo del candidato opositor Alberto Fernández en las elecciones primarias del fin de semana, que puso en duda la continuidad de las políticas implementadas por el presidente Mauricio Macri y la capacidad del país para enfrentar los pagos de sus compromisos.

Standard & Poor's redujo su nota a B- desde B, con panorama negativo. "La pronunciada turbulencia del mercado financiero, con una depreciación significativa del peso argentino y un repunte en las tasas de interés tras las elecciones primarias del domingo pasado en Argentina, ha debilitado significativamente el ya vulnerable perfil financiero del soberano", señaló la agencia.

En tanto, Fitch redujo la nota a CCC desde B. "La rebaja de la calificación de Argentina refleja una elevada incertidumbre política después de las elecciones primarias del 11 de agosto, un endurecimiento severo de las condiciones financieras y un deterioro esperado en el entorno macroeconómico que aumenta la probabilidad de un incumplimiento soberano o una reestructuración de algún tipo", dijo la agencia en un comunicado.

Fitch sostuvo que esto ha provocado un colapso en los mercados, incluida una fuerte depreciación del peso y la ampliación de los diferenciales de la deuda soberana, lo que representa un gran revés para los esfuerzos de estabilización macroeconómica y las condiciones de financiamiento soberano.

"Estos desarrollos adversos podrían perjudicar la posición de liquidez en el corto plazo y ampliar los riesgos de sostenibilidad de la deuda", indicó.

Ambas agencias también estimaron que la economía registrará una contracción más profunda. S&P prevé que el PIB caerá 2,3%, desde un pronóstico anterior de 1,6%. Aún más pesimista, Fitch pronostica que la economía tendrá una contracción de 2,5% este año, frente al 1,7% anticipado previamente, dada una mayor probabilidad de que la recuperación moderada esperada para el segundo semestre ya no se materialice.