Talana

En lo que va del 2023 han crecido un 40% versus el año pasado, logrando el tan anhelado breakeven (punto de equilibrio). Se trata de Talana, empresa que nació en 2016. “Nuestra app es muy intuitiva y fácil de usar. Hoy tenemos una creciente base de más de 5.500 empresas clientes y 400 mil usuarios”, comenta Ignacio Spiniak, CEO de Talana, quien agrega, además, que en julio cerraron una ronda de inversión por US$8 millones, que complementa el financiamiento de US$ 6 millones obtenido en 2022. Hace dos años comenzaron a adaptar su producto en Perú. “Además, estamos constantemente evaluando la posibilidad de entrar a nuevos mercados, de forma orgánica o inorgánica. Creemos que hay una oportunidad muy grande en Latinoamérica”, señala Spiniak.

Buk

Se perfila como uno de los próximos “unicornios” (empresas valorizadas en más de US$1.000 millones) chilenos. Desde sus inicios en 2017, cuando Jaime Arrieta y Santiago Lira concibieron la idea, Buk creció sólo con ingresos provenientes de sus ventas. Sin embargo, fondos como Greenoaks y Softbank se acercaron al poco tiempo. Así, en octubre de 2021, cerró una ronda por US$50 millones, lo que la valorizó en US$417 millones. En 2023 hicieron una segunda ronda por US$35 millones. “Buk tiene el propósito de crear lugares de trabajo más felices, eso marca la diferencia con otras empresas del rubro”, afirma Teresita Morán, cofundadora y country manager de Buk Chile (en la foto). En 2020 abrieron en Colombia, en 2021 llegaron a Perú y en 2022 a México. Para el 2025 la meta es Brasil.

Rankmi

Enrique Besa y Felipe Cuadra (en la foto) se conocieron en Londres en 2014 y coincidieron en la necesidad de desarrollar e integrar tecnología en la gestión de RR.HH., lo que se transformó en Rankmi. En 2016 comenzaron a vender la solución y el 2020 se internacionalizaron, apuntando a Perú, Colombia y México. Hoy cuentan con más de 1.500 clientes en diez países. “Fue en la pandemia que crecimos de forma exponencial”, dice Felipe Cuadra (en la foto). Fusionándose con la mexicana Osmos en 2022 entraron al mercado azteca, y ya preparan su arribo a Brasil. En marzo sellaron una operación conjunta que incluye la firma de la primera ronda de inversión Serie A con SoftBank Latin American, la que, junto con la fusión con Osmos, totaliza US$48 millones.

Aira

Desde que arrancó el 2016, Aira ha crecido sin inversionistas externos, siendo rentables desde el primer minuto, aunque su CEO, Gonzalo Sanzana, reconoce que han tenido muchas conversaciones con venture capital de varios países. “Aira es una plataforma enfocada en reclutamiento y selección, y que desde su creación fue concebida con inteligencia artificial”, dice Sanzana. Su internacionalización la comenzaron en 2018 con México y Perú, para luego sumar Colombia, y así llegar hoy a 16 países. “Esperamos crecer en gran parte de esos mercados de América Latina, incluyendo Brasil, pero también en India, apuntando a ser el ATS (applicant tracking system) referente de los países emergentes, en Latam y otras regiones”, acota Sanzana.

Umano

Esta startup orientada al área de RR.HH. tiene sólo un año de vida de la mano de Francisca De la Piedra, María José Herrera y Javiera Moreno. “Umano es un servicio que mide, mejora y traduce cómo el bienestar y el perfil psicosocial de sus colaboradores impacta en los resultados del negocio”, dice De la Piedra (en la foto). El modelo de negocio se basa en un servicio 360º, compuesto por profesionales como psicólogos, abogados, trabajadores sociales, nutricionistas, asesores financieros que están disponibles de manera online para apoyar a los colaboradores. Aunque su meta por ahora es consolidarse en Chile, la expansión internacional está en la hoja de ruta para principios de 2025 ya dieron sus primeros pasos al llegar a Colombia de la mano de uno de sus clientes.

Pignus

El mayor diferenciador de Pignus es el uso que le dan a la realidad virtual. “Muchas empresas se han centrado en el entrenamiento de habilidades técnicas, mientras que nosotros nos enfocamos en el paso previo que corresponde a la evaluación conductual”, explica Felipe Sanhueza, CEO y uno de los cuatro fundadores de esta startup creada el 2018 en Antofagasta. Este año tienen proyectado vender US$250.000. Han recibido capital público, principalmente de Corfo Antofagasta, y durante 2022 levantaron una primera ronda de capital privado por US$125.000 con Magical Startups. Ahora se encuentra en preparación una nueva ronda por US$500.000. Pignus partió su proceso de internacionalización este año, enfocándose en Perú.

Codify

Codify nace a fines de 2021, pero la idea se venía armando desde 2014, cuando a su fundador, Carlos Manríquez, le tocó implementar tecnología de recursos humanos de clase mundial para una gran empresa multinacional, donde -según él mismo indica- “vivió en carne propia el dolor de muchas grandes organizaciones”. Luego se sumó Nicolás Abud, y más tarde, Graciela Trincado. “Cada vez toma más valor el poder automatizar y eficientar los distintos procesos de una organización. Claramente esta digitalización y este cambio tecnológico nos han permitido a nosotros existir”, dice Manríquez (en la foto).

A fines de 2022 levantaron capital por medio de Broota, donde 180 inversionistas aportaron US$800. La idea es avanzar hacia la región en 2024.