Este miércoles la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) dio a conocer un nuevo informe anual del estado de los 27 principales recursos pesqueros del país, destacando que 26 mejoraron su condiciones o la mantuvieron en 2020.
De esta forma, las pesquerías sobreexplotadas anotaron una disminución en 2020. Según Subpesca en 2019 cuatro recursos que mostraban ese estatus, mejoraron y ahora están en plena explotación: anchoveta (entre Valparaíso y Los Lagos), langostino colorado (Arica/Parinacota-Coquimbo), sardina austral (Los Lagos) y sardina austral (Aysén).
Esto permitió que los recursos en plena explotación o sanos aumentaran de 8 a 12. En este rango también están, el pez espada (Arica/Parinacota-Magallanes), el jurel (Arica/Parinacota-Los Lagos) y el camarón nailon (Antofagasta-Biobío).
La subsecretaria de Pesca, Alicia Gallardo afirmó que “una de nuestras prioridades es avanzar hacia una mayor sustentabilidad de los recursos hidrobiológicos. Solo por esa vía, la actividad pesquera nacional podrá proyectarse de modo saludable hacia el futuro. Este nuevo informe contiene indicios positivos. Es clave, por ejemplo, que ningún recurso haya visto empeorar su condición y que, por el contrario, cuatro hayan mejorado de estatus”.
Gallardo añadió que “el desafío que tenemos ahora por delante es muy claro: mantener aquello que está dando resultado en la recuperación de las pesquerías y hacer los ajustes donde sea necesario”.
Además, en el informe se señala que entre las 22 pesquerías que mantienen su condición, una relevante para el sector artesanal, es la merluza común, la que técnicamente está sobreexplotada, pero sigue dando señales de recuperación.
En esta línea, desde Subpesca señalaron que vienen trabajando desde un tiempo en un plan de recuperación de este recurso y que en concordancia con el comité de manejo correspondiente integrado, entre otros, por pescadores artesanales, se ha establecido una estrategia de captura enfocada en alcanzar un máximo rendimiento sostenible. De ese modo, desde 2014 a la fecha ha sido posible casi duplicar la cuota de la merluza común, a partir de los indicios de recuperación observados.