La presidenta y CEO de Americas Society/Council of the Americas, Susan Segal, ha tenido una relación con Chile desde hace cuatro décadas. Ha conocido y conversado sobre el país con todos los presidentes de Chile desde el retorno a la democracia, y conoce de primera fuente la visión de los inversionistas estadounidenses sobre el país.
La titular de la organización empresarial estadounidense, que tiene como objetivo promover el libre comercio, la democracia y los mercados abiertos en las Américas, presidió en 1983 consejos consultivos con Chile en el marco de la crisis financiera que golpeaba a la economía nacional. Fue en esos difíciles momentos que estrechó su vínculo con nuestro país, al cual volverá esta semana para encabezar un seminario de la entidad que contará con los ministros de Hacienda, de Economía y de Energía, además de representantes del sector privado, de firmas como Google y Walmart.
Pero no es primera vez que la también exsocia del grupo latinoamericano de Chase Capital Partners/JPMorgan Partners se reunirá con Mario Marcel desde que este es el jefe de las finanzas públicas. Hace menos de un mes (el 22 de septiembre), el ministro de Hacienda y el propio Presidente Gabriel Boric, fueron hasta las oficinas del Council of the Americas en Park Avenue en Nueva York, a un desayuno organizado por la entidad, en el que participaron, además, cerca de 30 inversionistas.
¿Con qué visión se quedó usted y los presentes del mensaje que llevó el Presidente y el ministro de Hacienda? ¿Lograron convencer a los inversionistas?
-Yo creo que los inversionistas estaban ya convencidos, pero la oportunidad de hablar con el Presidente y hablar con el ministro era muy importante, para reforzar lo que piensan de Chile. Creo que la reunión fue maravillosamente bien. Todos salieron felices de haber podido hablar, entender lo que está pensando el gobierno y tener la oportunidad de hacerles preguntas. Yo he tenido mucho feedback de inversionistas y todos creen que fue una muy buena reunión y todos se fueron con muy buena impresión del Presidente.
Acá ha habido dudas al respecto. El economista Sebastián Edwards en una columna de opinión decía lo contrario, que aparentemente en esas reuniones “no lograron convencer a nadie”...
-El punto es que se necesitaba la oportunidad de hablar con el Presidente. Y no es distinto de lo que pasa con cualquier otro gobierno nuevo. Los inversionistas siempre quieren hablar con el nuevo Presidente, con el nuevo ministro. Es lo mismo en todo el mundo. Siempre los inversionistas tienen inquietudes cuando hay cambios, es normal, es así. Una de las cosas que estamos viendo en Chile es que hay cosas que van a cambiar, va a haber una nueva Constitución, pero estará dentro de un rango de institucionalidad. La misma institucionalidad previa a la elección existe hoy, hay un Estado de Derecho muy fuerte en Chile y creo que se va a mantener.
Usted ha estado por varias décadas. ¿Cómo compara este gobierno con los anteriores, teniendo el antecedente que el actual es el que se encuentra más a la izquierda desde el regreso de la democracia?
- Estoy trabajando con Chile hace 40 años. He visto los mejores y los peores momentos, pero siempre he pensado que es mi responsabilidad trabajar con el país. No veo el mundo sobre el “más de izquierda o el menos de izquierda”. Veo el mundo por su política económica. Y creo que Chile debe estar orgulloso de tener el Presidente más joven, no solo de América Latina, sino que del mundo, electo democráticamente. El cambio de generación es un problema que tenemos en varias partes del mundo, vea mi país. Vea al presidente, la oposición los líderes del Congreso en EE.UU. Así que para mí es espectacular ver un gobierno con un líder joven, que está poniendo gente joven, algunos súper jóvenes y otros con mucha experiencia. Y luego tenemos que ver la política, la económica y la democracia. En democracia tiene una nota “A+” (sobresaliente). En la económica hay un plan y se va a ir haciendo en los cuatro años.
Estoy viendo a Chile con mucho optimismo y hay muchos inversionistas que están pensando exactamente lo mismo. El momento del plebiscito fue muy interesante. El país demostró un respeto con la democracia muy fuerte y el Presidente respeta los resultados, de una manera muy humilde y muy clara respecto de lo que dijo el pueblo. Para el inversionista es muy importante ver que Chile no solo tiene un Presidente de nueva generación, sino también una institucionalidad importantísima.
¿Cambió el ánimo de los inversionistas el triunfo del Rechazo en el plebiscito?
-No creo que fue el triunfo del Rechazo, sino que los chilenos llegaron a votar y decidieron el resultado. Dio optimismo el respeto al proceso y a la institucionalidad. Eso fue importante.
¿Antes del plebiscito no había una mayor inquietud respecto de los contenidos de la propuesta constitucional?
-Depende de cuál inversionista. El cambio le da un poco de inquietud al inversionista, porque siempre le gusta la predictibilidad. Además, hoy el mundo está lleno de inquietudes.
¿Cuáles son estas inquietudes sobre Chile?
-El Presidente nos dijo muy claramente que no siempre todo el mundo está de acuerdo y tiene las mismas ideas, pero lo importante es que nos sentemos y hablemos y nos escuchemos. Ese proceso es lo que está pasando hoy en día.
En materia de los proyectos ¿hay cosas que les preocupen más? ¿El sistema de las AFP, por ejemplo?
-Es seguro que las AFP van a tener algunos cambios, es conocimiento público. Lo importante es negociar, es que se siente el gobierno y los inversionistas, ver los dos lados y encontrar una alternativa que funcione para el país y para el inversionista. Todo el mundo tiene que tener una pensión digna que le dé suficiente dinero para vivir con dignidad. Eso es fundamental, porque si no tiene eso y no tiene cierta red de apoyo social no va a tener un modelo económico sostenible, que es lo más importante.
Pero al otro lado de los fondos de pensiones, lo que tiene Chile es un mercado de capitales en pesos chilenos. Con eso, tiene créditos hipotecarios, tiene inversión en infraestructura y más. Hay pocos países que tienen lo que tiene Chile con esto. Entonces, tiene que tener cambios, pero preservar el mercado de capital y todas las personas deben tener una pensión para vivir con dignidad.
Sí se afectó el mercado de capitales con los retiros de los fondos de pensiones...
-Nadie estaba preparado para la pandemia. Eran momentos extraordinarios. Cada país ha hecho unas políticas que pensaron que fueron la mejor en ese momento.
Hay voces en Chile que han criticado la reforma tributaria del gobierno, especialmente en un escenario recesivo como el que se anticipa para 2023. ¿Qué juicio hacen ustedes de esta reforma?
-Es lo mismo que cualquier otra reforma. Tiene que negociar con todos los sectores de la economía y con el Congreso y por seguro van a llegar a un acuerdo. Tengo entendido que el contenido aún se está discutiendo.
En un tema no directamente económico, ¿A los empresarios estadounidense les preocupa el aumento de la inseguridad en Chile, desde el incremento en el crimen común hasta los hechos de violencia en La Araucanía?
-La gente que está preocupada es la que está donde está la inseguridad. Si una compañía tiene una empresa en un sector donde hay inseguridad, claro que hay una preocupación. En Chile o cualquier otro país donde pase eso. Esto es nuevo en Chile y creo que el gobierno entiende que esto es un problema y que están tratando de buscar soluciones.
¿Qué oportunidades está viendo en Chile?
-La región tiene lo que necesita el mundo hoy: tiene energía. Y lo interesante de Chile hoy es que tiene mucha energía limpia, renovable. Hoy ha cambiado completamente la matriz energética, respecto a lo que se decía hace 10 o 12 años. Tienen uno de los sistemas de energía más limpios del mundo y están pensando en hidrógeno verde y en cómo exportarlo. Tiene litio, que todo el mundo lo necesita. Tiene la agricultura, el cobre, muchas cosas. Lo otro que se está hablando mucho desde la pandemia y ahora por la guerra en Ucrania es la cadena de valor. Eso es súper importante. Hace como 20 años, cuando se mudó mucho de la cadena de valor a Asia, la gente estaba pensando solo en los costos, pero la pandemia ha cambiado eso. La gente está también interesada en la seguridad. Ser menos costoso no tiene sentido si no hay producto. Entonces hay una oportunidad enorme de mudar la cadena de valor hacia no solo Norteamérica, sino que hacia Sudamérica, y ahí Chile tiene una ventaja enorme, porque el país tiene un marco institucional fuerte y conocido.
¿El rol privado es clave?
-Sí. Por esa razón el rol del gobierno es mantener esta fuerte institucionalidad, el Estado de Derecho, para que el sector privado tenga la oportunidad de mover las cadenas de valor hacia la región.