Se esperaba que el factor electricidad tuviera un rol protagónico en la inflación de julio. Y así fue. El IPC del séptimo mes del año subió 0,7%, ubicándose dentro de las expectativas más recientes del mercado que fluctuaban entre 0,6% y 0,8%.
Con ello, entre enero y julio se acumula un alza de 3,1% y 4,6% a doce meses, respecto de la serie empalmada del índice y de 4,4% con respecto a la serie referencial, que es la que mira el Banco Central para su política monetaria.
¿Cómo impactaron las cuentas de la luz? Del total del alza del IPC, casi el 40% correspondió sólo a la tarifa de la cuenta de la luz. Subieron 12% con una incidencia de 0,276pp e impulsó además a que la división de vivienda y servicios básicos fuera la que más incidencia tuviera con 0,374 puntos porcentuales (pp.) y un alza de 2,2%.
Para los próximos meses se esperan nuevas alzas. Y de acuerdo a cálculos de Scotiabank las alzas en las tarifas continuará entre el cuarto trimestre de este año y el primer trimestre de 2025.
En sus cálculos anticipan que el aumento acumulado de la tarifa en dicho periodo sería en torno a un 30% con una incidencia directa cercana a 0,8 puntos.
La última vez que la electricidad tuvo una relevancia en estos niveles sobre el IPC fue en mayo de 2019, cuando subió 11,3% en el mes, con un impacto de 0,247 pp en índice de ese mes. Sin embargo, como el IPC total durante ese mes fue menor que en el actual (0,6% m/m), esos puntos porcentuales de impacto de las cuentas de la luz representaron el 41% de toda el alza de ese mes.
Por división, vivienda y servicios básicos anotó aumentos mensuales en seis de sus diez clases. La clase más importante fue el ya mencionado suministro de electricidad (12,0%) que incidió 0,276pp., mientras que gastos comunes (2,9%) contribuyó con 0,039pp
La segunda división que más aportó en esta alza fue equipamiento y mantención del hogar con una incidencia de 0,123 puntos porcentuales. La clase más importante fue muebles y artículos para el hogar (9,1%) que aportó 0,085pp., seguida de grandes artefactos eléctricos.
Una división que siempre está en los primeros lugares de alza es alimentos y bebidas no alcohólicas. Sin embargo, esta vez tuvo solo un alza de 0,1% con una incidencia de 0,014 en el mes.
“Los precios de alimentos se mostraron resilientes ante relevantes shocks de oferta. En julio, la división de alimentos prácticamente no experimentó variaciones de precios en promedio, lo cual da cuenta de resiliencia a nivel de varios productos dentro de la canasta considerando las fuertes lluvias y el aumento de las tarifas eléctricas. De hecho, a pesar del shock climático, el precio de los tomates cayó 5,5%, lo que se sumó a caídas estacionales en algunas frutas y fue contrarrestado por aumentos acotados en hortalizas (cebolla y papas). De la misma forma, a pesar del aumento de casi 20% que acumularon las tarifas eléctricas entre junio y julio, el precio del pan cayó por tercer mes consecutivo (-0,5%en julio)” afirma un informe de Scotiabank.
Con este resultado inflacionario, la UF volverá a incrementarse en el próximo mes. Al 9 de septiembre llegará a $37.831,01. En el mes experimentará una subida de $262,98.
Desde el gobierno, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, afirmó que “varios de estos factores ya no van a estar presentes, por lo tanto, cabría esperar una inflación menor a la cifra de este mes”. En esa línea, acotó que “para el año en su conjunto lo que se está proyectando es una inflación algo superior al 4%, según el Banco Central, y nosotros no tenemos mayores diferencias con esa estimación”.
Suben las proyecciones
Para los próximos meses, los economistas esperan nuevos impactos del precio de las cuentas de la luz en el IPC. Felipe Alarcón, de Euroamerica espera un alza de 10% en octubre, de 3% en noviembre y de 14% en enero.
Sebastián Piña, analista económico de BTG Pactual Chile, sostiene que “esperamos que las tarifas eléctricas vuelvan a subir tanto en el cuarto trimestre de este año como en la primera mitad del 2025. En este contexto, proyectamos que las tarifas eléctricas contribuirán cerca de 130pb a la inflación anual a fines del segundo trimestre de 2025″.
Por esta razón, algunos ya comenzaron a revisar al alza su proyección de IPC para el año. En la parte alta de las expectativas se ubica Piña, quien tiene como escenario base un cierre anual para la inflación de 4,9% a diciembre de 2024. Levemente más abajo se ubicó Alarcón quien subió su hasta 4,8% su expectativa para el año. En Bofa aumentaron su proyección de inflación de 4,5% a 4,7% este año, tras la sorpresa alcista de julio.
Andrés Pérez, economista jefe de Itaú, prevé que la inflación cierre el año en 4,5%. “Esperamos que en los próximos meses la inflación se vea presionada al alza tanto por los reajustes de tarifas eléctricas como por los efectos de la depreciación cambiaria sobre los bienes transables. El próximo ajuste de tarifas sería en octubre (en torno a 10%) seguido en enero de 2025 (en torno a 14%)”.
Misma estimación tiene Pavel Castillo, economista y gerente de Intelligence en Corpa, quien sostuvo que “hay varios divisiones que continúan presionando la inflación, principalmente alimentos y bebidas, vivienda y servicios financieros, pero probablemente sea energía el que más afecte. Por el momento seguimos manteniendo nuestra estimación inicial de 4,5% de inflación para el 2024″.
Un poco más baja y en línea con la última proyección que entregó el Banco Central de 4,2% se ubica Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la U. Autónoma. “La inflación para fin de este año debiera cerrar en torno a un 4,2% o 4,3%, un poco por sobre lo que esperábamos en marzo, pero muy en línea con lo que han sido y serán, por cierto, los efectos que tendrá este shock por el lado de la oferta”.
Lo mismo anticipa Víctor Martínez, director ejecutivo CIES-UDD quien espera que “la inflación a 12 meses en diciembre se encuentre en 4,2% es la expectativa. Las cuentas de la luz implicaron que esta inflación no bajaría de 4% este año”.
¿Cambia la trayectoria para la tasa de interés?
La Tasa de Política Monetaria (TPM) se mantuvo en 5,75% en la reunión de Política Monetaria de julio. Esa fue la primera vez que el ente rector decide dejar intacta la tasa de interés desde junio de 2023. El mes siguiente, en julio, comenzó el proceso de recortes, que desde ese entonces acumula una reducción de 550 puntos base desde el máximo del ciclo, de 11,25%.
Martínez explica que “el escenario del Banco Central fue ajustado un mes atrás por el cambio en las tarifas eléctricas, por lo que el panorama actual de la inflación es coherente con sus proyecciones. En ese contexto, las decisiones del Banco Central no deberían cambiar después del dato de este mes”. Por lo mismo espera una mantención en la próxima reunión y bajas en las otras dos reuniones de 25 puntos cada una.
Piña, en tanto, argumenta que “el IPC de julio mantiene vigente el escenario base delineado en el Ipom.“Esperamos que en reunión de septiembre el consejo del BC recorte la TPM en 25 pb, consistente con el corredor de política monetaria”.
Desde Bank of America esperan “un recorte de tasas de 25 puntos básicos en septiembre en medio de una actividad más lenta y una flexibilización anticipada de la Fed. Vemos la tasa en 5,5% para fin de año”.