Datos preliminares más que positivos son los que la minera Teck, con sede en Vancouver, Canadá, ha recibido en relación con el desarrollo futuro de la mina Quebrada Blanca. El yacimiento, ubicado en la Región de Tarapacá -y vecino de Collahuasi-, por estos días avanza en el desarrollo de su Fase 2, que costará US$5.500 millones.
Ejecutivos de la empresa, que en Chile controla y opera las minas Quebrada Blanca y Carmen de Andacollo-además de participar en el proyecto NuevaUnión-, dijeron estar "muy entusiasmados" con los datos relativos a una eventual segunda ampliación de Quebrada Blanca, posterior al proyecto que en diciembre fuera aprobado por el directorio de la canadiense luego de incorporar como socio al grupo japonés Sumitomo.
Desde la compañía destacaron Quebrada Blanca Fase 3 podría incluso duplicar la producción o más y que, por ello, ha decidido iniciar estudios sobre esta opción.
"Estamos entusiasmados con el potencial de QB3, que es una oportunidad de expansión con el potencial de duplicar la producción o más. Teck ha iniciado un estudio conceptual sobre las oportunidades de expansión. Más allá de eso, se requerirían más estudios técnicos, permisos ambientales y participación comunitaria e indígena", indicó la firma ante la consulta de PULSO.
Más eficiente
"Es importante tener en cuenta que nuestro objetivo principal es avanzar en la construcción de QB2 con un enfoque en seguridad, ejecución eficiente y compromiso responsable con las comunidades locales", agregó la compañía.
El jueves, en conferencia con inversionistas a propósito de la entrega de resultados del cuarto trimestre, el CEO de la empresa Don Lindsay, indicó que QB3 será más barato de desarrollar y otorgará más retorno a la inversión.
"QB3 será mucho más eficiente en capital que QB2, porque aprovechará una gran parte de la infraestructura que estará disponible", señaló el máximo ejecutivo del grupo canadiense.