Elon Musk está ingresando al mercado de energía de Texas, con la construcción, no revelada previamente, de una batería gigantesca conectada a una red eléctrica en mal estado que casi colapsa el mes pasado. La medida marca la primera gran incursión de Tesla en el epicentro de la economía energética de Estados Unidos.

Una subsidiaria de Tesla, registrada como Gambit Energy Storage, está construyendo silenciosamente un proyecto de almacenamiento de energía de más de 100 megavatios en Angleton, Texas, una ciudad aproximadamente 40 millas al sur de Houston. Una batería de ese tamaño podría alimentar a unos 20.000 hogares en un caluroso día de verano. Los trabajadores del sitio mantuvieron el equipo cubierto y desanimaron a los curiosos, pero se podía ver un logotipo de Tesla en el casco de un trabajador y los documentos públicos ayudaron a confirmar el rol que la empresa está tomando.

Los registros de propiedad en los archivos del condado de Brazoria muestran que Gambit comparte la misma dirección que una instalación de Tesla cerca de la planta automotriz de la compañía en Fremont, California. Un informe ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, apunta a Gambit como una subsidiaria de Tesla. Los ejecutivos de Tesla no respondieron a múltiples solicitudes de comentarios.

Las acciones de Tesla cedieron las ganancias iniciales el lunes, cayendo un 6% a US$ 562,31 a las 3:17 p.m. en Nueva York. La acción ha caído durante los últimos cuatro días y ha bajado un 20% en lo que va de año.

Mientras las tormentas invernales azotaban a Texas en febrero y dejaban a millones sin electricidad durante días, Musk recurrió a Twitter para burlarse del Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas, o Ercot por sus siglas en inglés, el grupo sin fines de lucro que administra el flujo de energía eléctrica a más de 26 millones de clientes. “@ERCOT_ISO no se está ganando esa C” (en el twitter original aparece una R por Reliability), escribió. Musk, de 49 años, se mudó recientemente a Texas y sus diversas empresas están expandiendo sus operaciones en ese Estado.

El sistema de almacenamiento de baterías que está construyendo la subsidiaria de Tesla, Gambit, está registrado con Ercot y se encuentra junto a una subestación de energía de Texas-New Mexico. Warren Lasher, director senior de planificación de sistemas en Ercot, dijo que el proyecto tiene una fecha de operación comercial propuesta para el 1 de junio. La duración de la batería no está clara y Ercot no pudo comentar sobre la capacidad del proyecto.

Si bien Tesla es conocida por sus elegantes vehículos eléctricos que funcionan con baterías, siempre ha sido más que una empresa de automóviles: su misión oficial es “acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible”. Se necesitan baterías a gran escala para almacenar la electricidad producida por la energía eólica y solar, pero también pueden convertirse en oportunidades lucrativas. Al almacenar el exceso de electricidad cuando los precios y la demanda son bajos, los propietarios de baterías pueden volver a venderla a la red cuando los precios son altos.

Tesla ha pasado años expandiéndose a la tecnología energética residencial. En marzo de 2015, Musk presentó un producto de batería doméstica, apodado Powerwall, con un evento llamativo en su estudio de diseño cerca de Los Ángeles. Asistieron decenas de ejecutivos de servicios públicos y energía. Un año después, Tesla adquirió SolarCity, el instalador de paneles solares fundado por Musk y sus primos. Musk luego promocionó un “techo solar” que ha pasado por varias iteraciones sin convertirse en un fuerte competidor en el mercado.

Pero la línea de productos de la empresa ya va más allá del hogar y llega a la red eléctrica. El Tesla Powerpack y el Megapack aún más grande se diseñaron pensando en los clientes de servicios públicos. El proyecto de baterías de Tesla en Australia del Sur, lanzado en 2017, se encuentra junto a un parque eólico y puede almacenar el excedente de electricidad generada en las noches de fuertes vientos —también llamadas noches racheadas— para la demanda diurna. Con 100 megavatios, fue el proyecto de baterías más grande del mundo en su lanzamiento.

Si bien el enfoque de Tesla en la energía a menudo pasa a un segundo plano frente al negocio cada vez más competitivo de la fabricación y venta de automóviles eléctricos, Musk y su equipo ejecutivo continúan destacando la energía como una parte clave de su crecimiento. “Creo que Tesla Energy a largo plazo será aproximadamente del mismo tamaño que Tesla Automotive”, dijo Musk durante una conference call con inversionistas en julio de 2020. “El negocio de la energía es colectivamente más grande que el negocio automovilístico”.

Los paquetes de baterías de Tesla están conectados a la subestación Mira Loma de Southern California Edison, ubicada al este de Los Ángeles. El sistema de 20 megavatios, que ha estado en línea desde diciembre de 2016, admite el funcionamiento de la red durante las horas peak y ayuda a la empresa de servicios públicos a aprovechar al máximo sus recursos renovables. En el área de la bahía de San Francisco, PG&E. y Tesla están construyendo un sistema de 182,5 megavatios en una subestación eléctrica de Moss Landing que debería estar operativa en agosto.

Tesla Energy podría representar hasta el 30% de los ingresos totales de la compañía para la década de 2030, frente al 6% actual, según el analista Alexander Potter de Piper Sandler. Su investigación ha destacado el potencial de Autobidder, una plataforma de software diseñada por Tesla para servicios públicos. El director financiero de Tesla, Zachary Kirkhorn, ha descrito a Autobidder como un “sistema autónomo de participación en el mercado energético que realiza transacciones de alta frecuencia”. Potter tiene un precio objetivo de US$ 1.200 en las acciones de Tesla, el más alto en Wall Street.

“El negocio de almacenamiento de energía de Tesla sobre una base porcentual está creciendo más rápido que su negocio de automóviles, y eso sólo se acelerará”, dijo Daniel Finn-Foley, director de almacenamiento de energía de Wood MacKenzie Power and Renewables. “Son absolutamente respetados como jugadores y están compitiendo agresivamente en precio”.

El imperio de Musk tiene numerosas sucursales en Texas, y con la reciente reubicación del multimillonario desde California, el estado de la Estrella Solitaria ahora parece estar listo para convertirse en el centro de su universo. Space Exploration Technologies, o SpaceX, está construyendo y probando Starship, un nuevo cohete y nave espacial diseñados para llevar humanos a Marte, en una instalación en Boca Chica en el extremo sur de la costa del Golfo. Otra instalación de prueba de cohetes se encuentra en McGregor, cerca de Waco. Musk publicó una foto familiar en Twitter el lunes, diciendo “Starbase, Texas”.

SpaceX ha publicado puestos de ingeniería en Austin para una “nueva planta de fabricación de vanguardia” para Starlink, un servicio de Internet de alta velocidad basado en el espacio. Tesla también está construyendo una nueva fábrica en el este de Austin para su próxima Cybertruck, una camioneta eléctrica. Gigafactory Texas, como se conoce a la instalación, creará 5.000 puestos de trabajo de fabricación de nivel medio y se supone que producirá los primeros vehículos a finales de este año.

El enfoque de Musk en Texas se produce cuando el centro energético dominante de Estados Unidos, con sus abundantes recursos de gas natural, petróleo, energía solar y eólica, está siendo transformado por el creciente aumento de las energías renovables. Durante más de un siglo, la red de Texas ha transportado energía desde grandes plantas a clientes a través de millas de líneas de transmisión. Las tormentas recientes han mostrado cuán frágil es ese sistema heredado en la era del cambio climático. Con la construcción de baterías gigantes como las fabricadas por el proyecto Gambit de Tesla y otros, la red eléctrica del estado podría rehacerse en torno a una generación distribuida que puede resultar más resistente.

Aproximadamente 2.100 megavatios de almacenamiento en baterías y 37.000 megavatios de energía solar y eólica se encuentran en etapas avanzadas de conexión a la red de Ercot. “No solo es impresionante, sino que el financiamiento ya está disponible”, dijo Jigar Shah el 2 de marzo, un día antes de que el pionero de la energía limpia fuera nombrado director de la oficina de financiamiento de préstamos del Departamento de Energía de Estados Unidos.

El proyecto Gambit fue desarrollado originalmente por Plus Power, con sede en San Francisco, una empresa privada de energías renovables que opera con baterías en varios estados. Scott Albert, el ex administrador de la ciudad de Angleton, dijo que era obvio que Plus Power estaba trabajando con Tesla. Un resumen del proyecto disponible en el sitio web de la ciudad presenta imágenes de los productos de batería con escala para servicios públicos de Tesla, y algunos de los empleados principales de Plus Power trabajaron anteriormente en Tesla. (Plus Power confirmó la venta del proyecto a una parte no revelada y declinó hacer más comentarios.)

El proyecto Gambit no es difícil de encontrar en Angleton, una pequeña ciudad de aproximadamente 3.000 personas en medio del Refugio Nacional de Vida Silvestre de Brazoria. Pero las personas en el sitio de construcción parecen tener instrucciones para evitar llamar la atención o responder preguntas de los transeúntes. Un trabajador le dijo a un fotógrafo que intentó observar desde la puerta de entrada que se trataba de un “proyecto secreto”. Las sábanas blancas oscurecían lo que parecían ser los Megapacks modulares de Tesla.

En Texas, dijo Albert, es común que los desarrolladores de bienes raíces o energía comiencen proyectos con varios socios potenciales o compradores esperando entre bastidores. Para él, tenía sentido que el proyecto terminara con el mayor multimillonario del estado. “Elon Musk tiene mucha actividad en Texas en este momento”, dijo Albert. “No me sorprendería que Musk esté pensando en iniciar su propia compañía de energía”.

Traducido por Alfonso Zagal Rojas.