Después de haber perdido casi US$370.000 millones, Tesla acaba de ser desbancada por la incondicional de la vieja economía Berkshire Hathaway como la quinta empresa más valiosa del índice S&P 500.

El fabricante de vehículos eléctricos dirigido por Elon Musk se cotizó el martes con una valoración de mercado de hasta US$600.000 millones, frente a los US$645.000 millones del conglomerado de Warren Buffett, lo que subraya la gran agitación económica de este año, ya que las antiguas acciones tecnológicas de alto vuelo se hunden de nuevo, mientras que las empresas industriales obtienen mejores resultados.

Tesla, que había sido miembro del club de las empresas de US$1 billón de capitalización hasta abril de este año, sucumbió a nuevas caídas desde septiembre. Hay que agradecérselo a la Reserva Federal, que ha hecho descender a las acciones de crecimiento a niveles cada vez más bajos, y a la reacción causada por la errática adquisición por parte de Musk del gigante de las redes sociales Twitter Inc.

El mercado bursátil estadounidense está presenciando el fin de una era en la que las empresas tecnológicas con precios elevados y planes agresivos de crecimiento futuro no podían equivocarse. El aumento de las tasas de interés está incitando a los inversionistas a comprar empresas de valor que ofrecen flujos de caja estables en el presente, mientras que la relativa resistencia del ciclo industrial y de consumo beneficia a las empresas estables.

El Dow Jones Industrial Average supera con creces tanto al índice de referencia S&P 500 como al índice Nasdaq 100 de alta ponderación tecnológica, mientras que la caída del 46% de Tesla este año se compara con el descenso de solo el 3% de Berkshire.

Por su parte, las cuatro grandes empresas de tecnología (Apple Inc., Microsoft Corp., Alphabet Inc., matriz de Google, y Amazon.com Inc.) han caído al menos un 20% en lo que va de 2022.