La crisis que viven la isapres tras el fallo de la Corte Suprema, que ordena aplicar la nueva tabla de factores a todos los afiliados y restituir los cobros en exceso, no pasó desapercibida para la revista especializada, The Lancet. El medio de difusión científica dedicada a la salud publicó un reporte de una plana sobre la situación en Chile y la industria privada de salud llamado: “Advertencias sobre el posible colapso del sistema de salud chileno”.

El documento dedica gran parte a explicar el contexto que provocó el escenario que viven hoy las isapres, y que, de paso, complica también al sistema de salud completo. En el texto, el reporte relata el proceso judicial que enfrentaron los afiliados con las isapres hasta el último fallo de la Corte Suprema.

“La sentencia (del Tribunal Constitucional sobre la inconstitucionalidad de los ajustes de precio) carecía de una política gubernamental de acompañamiento o de un mecanismo de aplicación, y las isapres siguieron subiendo las tarifas cada vez más, y casi siempre con éxito, los pacientes individuales demandaron a las isapres para frenar los aumentos de precios”, resume el reporte.

Sobre el futuro del problema, la nota apunta que “el fallo (de la Corte Suprema) deja a Gabriel Boric, Presidente de izquierda de Chile, en una posición difícil. Salvar a las isapres del colapso -por ejemplo, proporcionando recursos del Estado- sería impopular entre los partidarios de Boric, que lo comparan con rescatar a un banco”.

En esa línea, el reporte de The Lancet resalta que el Ejecutivo ganó las elecciones con la promesa de la implantación de un sistema sanitario universal, pero también matiza que el sistema público, por medio de Fonasa, no puede hoy absorber la cantidad de usuarios que se atiende por medio de isapres. Esto, en base a la especulación de que el gobierno no tendría problemas con que las isapres quiebren.

Ante este contexto, el reporte apuesta porque el Ejecutivo proponga que la cotización destinada a salud vaya directamente a un nuevo órgano estatal encargado de administrar “una salud universal” con la opción de que los prestadores o seguros privados existan como algo complementario. No obstante, la nota contextualiza que difícilmente una medida así encuentre el respaldo en el Congreso, ya que la administración de Boric no tiene mayorías en el parlamento y ante el histórico rechazo de la derecha a este tipo de iniciativas.

El texto, que está más enfocado en la descripción del problema, cierra sus comentarios apuntando que “el gobierno tendrá que actuar con rapidez para encontrar un consenso (que ayude a dar solución a la crisis de las isapres) antes de la fecha límite del 30 de mayo fijada por la Corte Suprema”, y termina la nota citando las declaraciones a The Lancet del ex superintendente de Salud, Manuel Inostroza: “Yo creo que el gobierno está paralizado y esto juega a favor de quienes que quieren ver caer a las isapres (...) Creo que hay un 65% de posibilidades de que las primeras isapres quiebren en abril o mayo”.