NEGATIVA. Esa es la mirada que tiene el economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Tomás Flores, sobre el devenir de la actividad el próximo año. Su pesimismo se ratifica al ubicarse en la parte baja de las proyecciones del Consensus Forecasts (5,1% promedio) para el Producto Interno Bruto (PIB) de 2021: 4,1%.
Su baja previsión se sustenta principalmente por los riesgos internos. Factores políticos y una nueva alza de impuestos atentarán contra el crecimiento. “El inicio del proceso constituyente, donde el populismo siga rampante pondrá en vilo los fundamentos de una sociedad libre, lo cual motivará la postergación de nuevas inversiones hasta tener mayor claridad sobre las nuevas reglas”, enfatiza Flores.
En el último Consensus Forecasts proyecta un PIB para 2021 en 4,1% ubicándose en la parte baja de las expectativas. ¿En qué se fundamentan sus proyecciones?
-En el primer semestre del 2021, el mundo realizará parte importante de la vacunación masiva, por lo cual en la segunda mitad del año veremos la reapertura de sectores como el turismo, lo cual reforzará la reactivación que ya se observa en la economía mundial, algo interrumpida ahora por la segunda ola del Covid. Así, nuestras exportaciones, tanto en volumen como en precios, experimentarán una expansión muy significativa. Sin embargo, la incertidumbre política doméstica, así como una probable nueva alza de impuestos, inhibirán la inversión, sin lograr recuperar el nivel vigente ante de la revuelta subversiva de hace un año.
¿Su escenario base considera la realización de una reforma tributaria el próximo año?
-El sustancial desequilibrio fiscal será una excusa para subir los impuestos nuevamente, en lugar de bajar el gasto redundante e ineficiente. Asimismo, el inicio del proceso constituyente donde el populismo siga rampante pondrá en vilo los fundamentos de una sociedad libre, lo cual motivará la postergación de nuevas inversiones hasta tener mayor claridad sobre las nuevas reglas.
¿Ese es el principal riesgo?
-No, también estará presente la alta deuda pública que generará vulnerabilidad para varias economías, por lo cual, al igual como ocurrió en los 80, aquellos países que no logren estabilizar su gasto público podrían enfrentar crisis fiscales y una nueva recesión. Además, el resurgimiento de la inflación a nivel mundial obligaría a cambiar el impulso monetario con el consiguiente aumento de las tasas de interés, lo que reduciría el ritmo de la recuperación post pandemia.
¿El sector externo apuntalará la economía favorecido por los buenos precios del cobre?
-Efectivamente, la reactivación mundial está elevando el precio de varios commodities y el cobre no ha sido la excepción. Este incremento en los precios de nuestras exportaciones generará cerca de US$ 9 mil millones de exportaciones adicionales, llegando a totalizar cerca de US$ 80 mil millones en total para 2021.
¿En los últimos tres meses se han creado casi 600 mil empleos, pero la mayoría de ellos informales, ¿cuál es su expectativa para el empleo?
-Al inicio de las cuarentenas el empleo informal fue el más afectado y en la actualidad ha logrado recuperar parte de lo destruido, pero mientras no se haya vacunado parte importante de la población, el sector turismo y de educación no volverán a la normalidad. En el escenario actual, es probable que la mayor recuperación del empleo se observará en la segunda mitad de 2021.
¿Es esperable que se recupere primero el empleo informal?
-Así es, en cada recesión que hemos sufrido el empleo informal es el primero en ser afectado y, a su vez, el primero en recuperarse. Lamentablemente, las personas que estaban en el sector formal y que fueron despedidos, ven en la informalidad una alternativa para obtener ingreso y la historia nos muestra que mientras más tiempo estamos fuera de la formalidad, se hace cada vez más difícil volver a ser asalariado.
¿Cuál es su evaluación del subsidio al empleo? ¿Se deben flexibilizar los requisitos para que sea utilizado en mayor cantidad?
-El incentivo contemplado entrega un subsidio del 50% del salario del nuevo contratado, lo que es una porción sustancial, ya que, de hecho, el Plan Obama ante la crisis subprime tenía un subsidio de 15%. Creo que la ley de protección del empleo y el subsidio para contratar son las herramientas que permitieron amortiguar el gigantesco shock en el mercado del trabajo.
En cuanto a la política monetaria, ¿ se mantendrá en sus niveles mínimos por los próximos dos años?
-Sin duda, ya que en la medida que hay holguras de capacidad, la inflación seguirá siendo el menor de nuestros problemas y ya llegará el momento de retirar el estímulo monetario. Diferente es el impulso fiscal, en donde el endeudamiento publico nos obligará a poner reversa lo antes posible.