"Si tu miras el mercado inmobiliario de Estados Unidos hoy en día, puedes ver que está recuperado a los niveles previos a la crisis financiera. Claramente nuestro sector recibió un golpe muy duro, pero la recuperación ha sido verdaderamente rápida y extraordinaria", aseguró a Pulso, Rick Stone, fundador y CEO de EverWest Real Estate Investment, empresa de inversión y operación de bienes raíces.
La opinión del destacado actor de la industria inmobiliaria estadounidense, que ofreció una conferencia el miércoles pasado en el seminario organizado por Frontal Trust, se condice con los números que actualmente muestra el sector que detonó la peor recesión económica de la historia reciente, cuando explotó la burbuja a mediados de 2007.
El Índice de Precios de la Federal Housing Finance Agency, muestra un crecimiento constante y cada vez más amplio desde el 3T de 2011, con una avance de 1,69% en el primer trimestre de este año. Eso, después de sufrir descensos cercanos al 3% en plena debacle económica.
Stone destaca que en que EEUU siempre es preciso analizar lo que pasa en cada Estado, dado que "en términos de la cantidad de personas se compara a todo Sudamérica", y si bien asegura que la recuperación se ha dado a diferentes ritmos, ha sido consistente de costa a costa.
De hecho, las ventas de nuevas vivienda totalizaron en abril 662.000, casi el triple en relación a las 270.000 que se registraron en febrero de 2011, el punto más bajo que se observa en la curva durante la crisis.
Las positivas cifras suman y siguen. En el mismo mes se iniciaron 1.287.000 viviendas o edificios en todo Estados Unidos, en comparación con los 478.000 que se contabilizaron exactamente hace nueve años.
En tanto, el indicador de la National Association of Home Builders muestra que las condiciones para la construcción están en terreno de extensión (sobre 50 puntos) desde junio de 2014, marcando 70 unidades en abril. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, el registro mínimo fue de 8 puntos.
Las cosas podrían seguir mejorando para el sector del que surgió la figura del actual presidente estadounidense, Donald Trump. "Ciertamente se va a beneficiar del crecimiento del empleo que tiene lugar en EEUU. Con más trabajo se van a necesitar más espacios para oficinas, departamentos, espacios industriales, lugares para ir a comprar", señaló Stone.