Los trabajadores de Brinks y la empresa lograron acercar posiciones y desactivaron la posibilidad de iniciar una huelga, con lo que superaron la posibilidad de un conflicto tras no llegar a un acuerdo durante la negociación colectiva.
El sindicato número 1, el más antiguo de la compañía y uno de los dos de la empresa nivel nacional, desistió de la posibilidad de una huelga a partir de mañana luego que se estimó que no era prudente ir adelante con una paralización en medio de la crisis social por la que atraviesa el país.
Aunque no se conocieron detalles del último acuerdo, la empresa había ofrecido un incremento del sueldo base del 1%, con la condición de que el contrato colectivo tuviera una vigencia de 30 meses en vez de 24.