Vio pasar decenas de presidentes de la República, tres constituciones, diferentes formas de gobierno y todos los juegos olímpicos modernos. Sin embargo, luego de 126 años de historia, la Bolsa de Corredores-Bolsa de Valores de Valparaíso dejará de operar.
Así lo determinó la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que ayer informó que rechazó la solicitud de la plaza bursátil de operar con menos operadores de lo exigido por ley y, en su lugar, revocó su autorización. Junto con ello, procederá a su liquidación.
Lo anterior, porque el organismo regulador que dirige Joaquín Cortez estableció que no cumplía con algunas exigencias que fija la Ley del Mercado de Valores. En particular, que solo contaba con seis corredores mientras que la legislación estipula un mínimo de 10.
Uno de los argumentos que entregó la CMF fue que la Bolsa no presentó antecedentes concretos que respaldarán que el plan de negocios propuesto le ayudarán a elevar el volumen de operaciones de su giro o que ampliará su base de corredores.
También sostuvo que no se observa la existencia de segmentos o sub segmentos del mercado bursátil que podrían ser afectados por el no funcionamiento de la plaza.
Sumado a lo anterior, agregó el regulador, se basaron en una auditoría que concluyó que "no cuenta con estándares mínimos de operación que garanticen su adecuado funcionamiento y la protección de los inversionistas".
De todos modos, ahora el parqué porteño tiene cinco días hábiles para apelar a la resolución.
La plaza bursátil más antigua del país venía arrastrando una profunda crisis desde hace varios años. Una situación que grafica esto es que estaba transando entre $ 5 millones y $ 50 millones diarios, mientras que la Bolsa de Comercio de Santiago mueve cerca de $ 1 billón por día. A esto se sumó en el último tiempo casos de fraude y estafas que son investigados en la justicia.
Si bien entre los actores que aún quedan en la Bovalpo había esperanzas de obtener una respuesta positiva de la CMF, en paralelo habían preparado el camino para una eventual liquidación. En la junta extraordinaria de accionistas celebrada el 24 de abril pasado, se acordó modificar el piso mínimo para enajenar bienes. Así, pasó del 75% de las acciones a un piso de 66%.