La búsqueda mundial de activos de cobre de alta calidad y bajo riesgo que estén listos para la construcción está a punto de tornarse más difícil después que Teck Resources Ltd. venda una participación con una de las pocas transacciones disponibles.

Sumitomo Corp. y Sumitomo Metal Mining acordaron pagar US$1.200 millones por el 30% del proyecto de Compañía Minera Teck Quebrada Blanca SA en el norte de Chile. La mina, que requerirá una inversión de US$4.700 millones, comenzará a producir en 2021 y podría duplicar el negocio de cobre de Teck.

"Esta era una de las operaciones más grandes y más buscadas del mercado: hay pocos proyectos como ese", dijo por teléfono César Pérez-Novoa, analista de BTG Pactual en Santiago. "La transacción se cerró a múltiplos bastante generosos, lo que muestra que los proyectos de buena calidad listos para desarrollo son escasos".

La transacción se acuerda en un momento en que las mineras tienen dificultades para responder a la demanda después de años de subinversión. Las existencias que siguen las bolsas de Nueva York, Londres y Shanghái ya están en el nivel más bajo en casi cuatro años y se prevé que la producción estará por debajo del consumo de 2021 a 2023, según CRU Group.

Es probable que las mineras sigan centradas en mantener limpios sus balances y que recurran al interés de los inversores por el cobre para incorporar socios de proyectos que estén dispuestos a financiar grandes ampliaciones y nuevas minas, según Pérez-Novoa.

Más ampliaciones

Se prevé que el proyecto Quebrada Blanca Fase 2, conocido como QB2, producirá unas 300.000 toneladas de cobre por año en sus primeros cinco años y que la producción comenzará a aumentar a fines de 2021, justo cuando comience el déficit de cobre, dijo el martes el máximo responsable de Teck, Don Lindsay, en una llamada en conferencia.

La compañía expresó en la declaración que asume US$2.500 millones en préstamos de financiamiento del proyecto, y Lindsay señaló en la teleconferencia que Teck está en conversaciones avanzadas por los US$2.500 millones.

De la participación de 30 por ciento en el proyecto, Sumitomo Metal Mining poseerá un interés del 25 por ciento y su socio comercial Sumitomo Corp., el resto, dijeron las dos compañías japonesas el miércoles en un comunicado conjunto. La transacción ayudará a las empresas a asegurarse suministro en un país que depende casi enteramente de las importaciones para obtener todos sus metales y combustibles fósiles. Sumitomo Metal espera que la mina genere utilidades equivalentes a sus otros proyectos, como Morenci en Arizona y Cerro Verde en Perú.

"Los buenos activos son ahora muy escasos pero pudimos hallar un muy buen proyecto de cobre en lo que hace a magnitud y calidad", declaró el miércoles el gerente ejecutivo de Sumitomo Metal, Hiroyuki Asai, en una reunión informativa en Tokio. "El proyecto es muy valioso para nosotros".

Una tercera ampliación, denominada QB3, podría ser aprobada ya en 2024, dijo Lindsay, agregando que la prioridad de la compañía es QB2 y que en este momento no hay otras adquisiciones en vista. Si a continuación se encara la ampliación QB3, el activo probablemente se convierta en el mejor proyecto de la cartera de Teck y una de las cinco primeras minas de cobre del mundo, que producirá unas 500.000 toneladas de cobre por año, además de molibdeno, dijo Lindsay el mes pasado.