La expectativa estaba puesta en que la inflación se acercaría a 4% anual en noviembre. Pero una vez más la realidad sorprendió: el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del undécimo mes del año se ubicó muy por sobre lo esperado, anotando un alza mensual de 0,7%, la que no estaba en el escenario de ningún analista, los que preveían un aumento de entre 0,2% y 0,3%.
Así, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) los precios acumulan 4,5% en lo que va del año y un aumento a doce meses de 4,8%.
En el undécimo mes del año, diez de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice, una presentó incidencia negativa y una registró nula incidencia.
Entre las divisiones con aumentos en sus precios destacaron alimentos y bebidas no alcohólicas (1,0%) con 0,225 puntos porcentuales (pp.) y transporte (1,3%) con 0,176pp. Las restantes divisiones que influyeron positivamente contribuyeron conjuntamente con 0,375pp. A su vez, la división que consignó una disminución mensual en sus precios fue la de bebidas alcohólicas y tabaco (-0,6%), que incidió -0,029pp.
¿Pero qué explica esta alza?
Luis Felipe Alarcón, economista de Euroamerica, señala que los elementos que influyeron en la subida del costo de la vida fueron “los alimentos fundamentalmente. Esperábamos una baja fuerte en la carne de pollo, de acuerdo a lo que había informado Odepa, pero eso no se dio”. A ello, agrega “el alza del transporte aéreo, ítem que ha sido imposible de predecir en el último tiempo y cuyo incremento esperábamos en el mes anterior y que se dio de acuerdo al INE en noviembre. Lo otro relevante fue una reversión generalizada de las caídas en precios de bienes del mes anterior por el CyberDay y que explica el alto dato de la inflación sin volátiles”.
Según Alejandro Fernández, economista de Gemines Consultores, la subida se explicó por “alimentos, como división, que fue lo que más aportó, y luego transporte. Y dentro de esta división, transporte aéreo. En todos estos casos, las alzas fueron más significativos a las esperadas, incluyendo papas, carne de vacuno y tomates”, pero agrega que “creo que el tipo de cambio sigue influyendo, lo que se reflejó en el alza de 0,9% en los transables”.
En un informe a clientes, Bice Inversiones destacó que “el producto paquete turístico, que es altamente volátil, anotó una variación mayor a la que anticipábamos, donde desde julio a noviembre acumula un alza superior a 30%”, en tanto que “respecto a la división de equipamiento y mantención del hogar, destacó el alza de muebles, lo que podría estar vinculado a un efecto rebote luego de descuentos especiales en el mes previo”.
En tanto, en Inversiones Security señalaron que “la sorpresa vino por el alza de 0,5% en el IPC sin volátiles”, hecho donde destaca “el alza en pasaje de avión -lo que habría respondido al incremento del tipo de cambio de los meses previos- y en la división vestuario que normalmente no muestra variación en noviembre”.
Samuel Carrasco, economista jefe de Credicorp Capital Chile, apunta que “si bien la cifra de noviembre debiese leerse con cautela, también es cierto que posiblemente esté muy vinculada a eventos transitorios y cuya reversión se podría materializar tan pronto como en diciembre”.
Así, sostiene que “el dato fue una sorpresa mayúscula tanto para el mercado como para las estimaciones del Banco Central. El aumento de algunos alimentos podría estar relacionado con las fuertes lluvias que impactaron temporalmente la producción de bienes agrícolas. El aumento en vestuario, calzado y electrodomésticos sería consistente con un repunte de precios después del CyberDay del mes previo y un tipo de cambio más depreciado”.
Desde el gobierno, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, salió a analizar la cifra: “Esto lo que nos revela es que el IPC siempre está sujeto a volatilidad (...) una sorpresa que no nos gusta, pero que mantiene y se inscribe dentro de una tendencia declinante de la inflación y que va a continuar en los próximos meses”.
Ante este contexto, el secretario de Estado proyectó que “probablemente vamos a cerrar este año en una cifra del IPC anual del orden del 4,5%, que es lo que se ha estado pronosticando ya desde hace un buen tiempo, y durante la primera mitad del próximo año veamos la convergencia en la meta del Banco Central de 3%”.
Recortes de la TPM más acotados
Si el registro de octubre menor al esperado cambió las proyecciones para el cierre anual de la inflación acercándose incluso a 4% y generó que el mercado recomendara acelerar el ritmo de bajas en la Tasa de Política Monetaria (TPM) a un rango entre 75 y 100 puntos base, ahora todo volvió a atrás, ya que los expertos anticipan que en el escenario más probable la inflación cerrará el año entre 4,3% y 4,5%, y por lo mismo, esperan que el ente rector ajuste su política monetaria en un rango entre 50 y 75 puntos base. Para diciembre, las previsiones del IPC fluctúan entre 0% y -0,1%
Natalia Aránguiz, socia y gerenta de Estudios en Aurea Group sostiene que “es esperable que diciembre 2023 cierre con una inflación anual más cercana al 4,5%”. Por tanto, “en la Reunión de Política Monetaria de diciembre sería esperable una rebaja nuevamente de 50 puntos base”.
Priscila Robledo, economista jefa de Fintual sostiene que “en términos de política monetaria, el baño de agua fría probablemente descarta la aceleración en la velocidad de recortes por parte del Central que algunos analistas esperaban. Mantenemos nuestra visión de que la entidad seguirá con recortes de medio punto porcentual”.
En Scotiabank puntualizan que “este sorpresivo registro inflacionario deja en jaque el escenario inflacionario de corto plazo nuestro y del Banco Central. En consecuencia, vemos más probable que la lectura de las cifras económicas recientes lleve al instituto emisor a realizar una nueva baja de TPM, pero de solo 50 puntos base”.
Otro que se suma a esta misma visión es Pavel Castillo, economista de Corpa, quien dice que “nuestra proyección de la inflación anual era de 4%, en cambio, ahora, la ajustamos a 4,6%”. Por lo mismo, plantea que “lo prudente es continuar con la baja de tasa de manera paulatina de 50 puntos base”.
Desde Santander mencionan que “la cifra de inflación podría poner una nota de complejidad adicional en la decisión de política monetaria de este mes. Esto porque el IPC cerraría el año en niveles algo por sobre lo estimado en el Ipom de septiembre de 4,3% y cifras de actividad algo mejores harán que el año culmine en la parte alta del rango dado en el último informe”.
En este escenario, dicen que siguen “considerando como la opción más plausible una rebaja de 75 puntos base en la próxima reunión que llevaría la TPM a cerrar el año en 8,25%”. Para diciembre tienen una proyección de IPC de 0%.
En Inversiones Security sostienen “seguimos previendo que están las condiciones para que el Banco Central retome ajustes más agresivos que 50 puntos base, pero es probable que se incline por 75 puntos base en vez de los 100 puntos base que preveíamos antes de esta sorpresa”.
Arturo Claro, economista de Econsult espera una caída de 0,1% en diciembre y con ello un cierre de año en 4,3%. “El Banco Central debe continuar con su proceso de bajada de tasas, la aceleración de la inflación en noviembre se debe a la suma de efectos transitorios, pero la economía continua muy débil y hay poca presión sobre los precios por parte de la demanda. Esperamos que la bajada de tasas en diciembre sea de 75 puntos base”, argumentó.